“Aislamiento sin violencia” La urgente necesidad de crear redes de apoyo solidario para mujeres ante la contingencia por coronavirus

Aislamiento sin violencia es una iniciativa de la Red Nacional de Refugios que surge en el contexto de la contingencia de salud por el coronavirus, con el fin de visibilizar y prevenir la situación de riesgo que podrían estar enfrentando miles de mujeres en el país frente a la medida de aislamiento social. Según han explicado, “el incremento de los casos de violencias machistas en los hogares surgirá como consecuencia”, puesto que, “a mayor tiempo de convivencia mayor situación de estrés y conflictos”; más aún, porque en muchos de los casos, “estar en casa representa convivir más tiempo con la persona agresora”.

El llamado que hace esta organización de la sociedad civil es a “crear redes de apoyo solidario y de cuidados, así como un plan intersectorial de contingencia para prevenir, controlar y minimizar estos riesgos desde un enfoque de derechos humanos, perspectiva de género e interculturalidad”.

Por Dalia Souza / DaliaSouza

Ilustración de portada e interiores: Red Nacional de Refugios A.C.

Sin restar importancia a la situación de contingencia de salud por el Coronavirus, refiere Wendy Figueroa, Directora General de la Red Nacional de Refugios, es vital no invisibilizar las violencias machistas “una pandemia nacional que arrebata la vida a 11 mujeres diariamente en México”.

Por ello, explica, resulta fundamental mirar de manera transversal todas aquellas medidas de salud y contención social que se han desarrollado para prevenir la propagación de este virus; desde un enfoque de género y de derechos humanos hasta de interculturalidad, reconociendo que éstas trastocan a los grupos socialmente vulnerados: niñas, niños y mujeres, y que, en su mayoría, están siendo invisibilizados por el Estado.

Esto es lo que busca la campaña “Aislamiento sin violencia. ¡No estás sola!” diseñada por la Red Nacional de Refugios: generar una reflexión más profunda desde la sociedad hasta las instituciones de gobierno, donde se reconozca por un lado, que el tema del coronavirus y con ello, las estrategias, medidas y decisiones que surjan alrededor, deben ser diseñadas trasversalmente; y por el otro, que no se minimice una pandemia también nacional, como lo son las violencias machistas y que se han convertido en una deuda histórica para el Estado Mexicano.

Para Wendy, “no podemos minimizar la pandemia en la que se han convertido las violencias machistas, por algo que sí tiene cura”. La primera, hasta el momento, mantiene un mayor índice de mortandad y depende de una política de Estado presupuestaria hasta ahora irresuelta.

La Red Nacional de Refugios es una organización civil sin fines de lucro con 20 años de experiencia; según relata Wendy Figueroa, comenzó como una iniciativa que buscaba articular acciones y representar los intereses de los refugios para mujeres en el país, así como, comenzar a marcar el camino de una política pública aún no existente en México hasta ese momento.

Con el tiempo y reconociendo que las necesidades de las mujeres por las que se trabajaba tenían que convertirse en el eje articulador de su deber ser, comenzaron a participar en la creación, incidencia y monitoreo de instrumentos jurídicos y legislativos nacionales e internacionales, como lo es el diseño del Modelo Oficial de Refugios del Instituto Nacional de las Mujeres (INMujeres) y la Norma Oficial de Refugios, de la cual se espera pronto sea publicada.

Además, desde hace seis años empezaron desarrollar acciones más directas brindando atención integral, personalizada y de acompañamiento vía telefónica y a través de redes sociales para mujeres en contextos de violencia de género o intrafamiliar en el país; así como, a generar protocolos de seguridad y a acompañar a las víctimas de las violencias machistas a través de esta red de refugios.

Partiendo de un enfoque de género, de derechos humanos y de interculturalidad, la Red Nacional de Refugios, precisa Wendy, ha trabajado para sensibilizar, concientizar y promover el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y a la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres.

Por esta razón, la campaña “Aislamiento sin violencia. ¡No estás sola!” diseñada durante el contexto de contingencia de salud por el coronavirus, también parte de este enfoque transversal, al reconocer que, frente a las medidas tomadas por el Gobierno Federal sobre la suspensión de clases y el aislamiento social, se estaba invisibilizando las implicaciones que éstas tendrían sobre la salud física, la estabilidad emocional, la independencia, el descanso e, incluso, la vida de las mujeres.

Al respecto, relata Wendy Figueroa, si bien esta política que se implementó busca disminuir la epidemia “se invisibilizó el tema de cuidados” ya que, señala, no hay que olvidar que “socioculturalmente la carga del cuidado de nosotras y nosotros recae sobre las mujeres”. Aún más, advierte, porque durante 2019 se eliminaron las estancias infantiles y aún no existe un sistema nacional de cuidados; además de ser una medida de privilegios:

“Hay personas que han dicho, sí me da miedo el coronavirus, pero me da más miedo morirme de hambre o que me saquen del cuarto” señala Figueroa.

Se trata, explica: “de una serie de estrategias emergentes no pensadas y no mirando el impacto colateral que tienen para las personas”. En el caso de las mujeres, argumenta la Directora General de la Red Nacional de Refugios, esta situación se vuelve un tema de riesgos y hasta de vida, donde quienes trabajan acompañando a víctimas de la violencia saben que la convivencia constante con el agresor incrementa el estrés y los conflictos; a ello se suman los espacios familiares donde puede existir hacinamiento o sin un lugar para la recreación, ambos escenarios son un “caldo de cultivo para el estrés, la ansiedad y la violencia”.

Sin embargo, añade la experta, esta campaña, no está dirigida únicamente a las mujeres y no sólo contempla medidas de prevención para saber que hacer antes o después del aislamiento social en la contingencia por el coronavirus; ésta busca impactar a través de un enfoque trasversal de derechos, género e interculturalidad, a tres sectores de la población:

  1. A las mujeres que se van a quedar en casa y que probablemente lo pueden hacer con su agresor.
  2. A la ciudadanía, para que participe activamente frente al contexto de contingencia de salud y de violencia hacia las mujeres.
  3. Al Gobierno mexicano para que asuma su compromiso y responsabilidad social en la tarea de garantizar una vida libre de violencia para las mujeres.

Para las mujeres

Las medidas que se pensaron desde quienes conforman la Red Nacional de Refugios, buscan que las mujeres logren prever situaciones de riesgo y violencia dentro de sus espacios familiares y casas, “antes de que exista una orden de confinamiento o aislamiento social definitivo”; sin embargo, manifiestan que, aunque ésta llegase a existir, resulta vital que sepan que pueden denunciar, pedir ayuda o salir del espacio donde están siendo violentadas.

Las cinco medidas contemplan:

  1. Identificar situaciones de riesgo o violencia a través de comentarios de la persona agresora y contactar a la red familiar de ayuda o, en su defecto, a los teléfonos de la Red Nacional de Refugios.

“Esto es muy importante porque desde que se lanzó la campaña hay mujeres que nos llaman y nos dicen: “Estoy preocupada, porque me dijo: “que bueno que ahora ya voy a estar en la casa porque ya no voy a tener pretextos para salirme y para no hacer lo que me corresponde”. Esos son los mensajes que nos hacen encender ese foco rojo que reflejan el control y la violencia emocional que 6 de cada 10 mujeres vivimos en México, según INEGI”, señala Figueroa.

  1. Crear redes solidarias de apoyo vía servicios de mensajería instantáneaWhatsApp o Telegram– con tres personas de confianza para establecer códigos de ayuda en caso de necesitarla, por ejemplo, para que determinados íconos o emoticones puedan significar: llamar a una patrulla, acudir al domicilio a ofrecer apoyo o realizar una llamada.
  1. No minimizar las violencias dentro de la contingencia. Aunque no se presenten episodios de violencia física o sexual durante el aislamiento, es importante no olvidar que “en cualquier momento algo podría detonar el evento violento”; por ello, se recomienda estar alejada de lugares dentro de la casa donde existan objetos que puedan dañarte.
  1. Reconoce los sentimientos que te provoca esta situación. A decir de Wendy Figueroa, este contexto de aislamiento puede generar “miedo, estrés, incertidumbre”; en estos casos, invitan a llamar a los teléfonos de la Red para que te brinden contención emocional.
  1. Busca apoyo en la primera oportunidad y sal del lugar donde estás siendo violentada, aun cuando exista un toque de queda u orden de aislamiento social definitivo. Para ello se recomienda tener una bolsa con pertenencias y documentos lista, así como, un lugar identificado a donde puedas acudir para recibir ayuda.

A decir de Wendy Figueroa “la invitación es a que, si el evento se torna totalmente violento, no duden en salir. Es importante que tengan una bolsa discreta preparada con sus documentos, con medicamento -si es que lo usan- y los de sus hijos, para que en la primera oportunidad puedan salir no importa que exista una orden de aislamiento. Busquen seguridad, en cualquier lugar donde puedan acudir a pedir auxilio y les ofrezcan ayuda”.

Para la sociedad

Todas estas estrategias, advierte Figueroa, dependen de la mujer y de las posibilidades que ésta tenga para realizar una llamada, mandar un mensaje, salir de casa o alejarse; sin embargo, en caso de que no pueda hacerlo porque su agresor esté cerca o le despojó de las vías para pedir auxilio, se invita a que la comunidad se sume a la campaña y sea portavoz de una cultura real y manifiesta de cero tolerancia a la violencia contra las mujeres.

Desde la experiencia, explica, “cuando ocurre un feminicidio, es común que los vecinos salgan a decir: “yo sí escuché golpes”, “yo escuché gritos” sin embargo, “no hizo nada porque pensó que era una u otra pelea, nada más”; por ello las medidas que se proponen incluyen:

  1. “No es una pelea más”. Si presencias una situación de violencia o escuchas gritos o golpes en la domicilio o departamento contiguo, llama a la policía para que acuda a ofrecer ayuda o haz una denuncia anónima.

“Tenemos que asumir que podemos prevenir situaciones tan lamentables como el feminicidio y que este discurso de “pensé que era una más” ya no es válido ante esta pandemia de más de 10 feminicidios diarios en el país”.

  1. Si como mujer tienes el privilegio de cumplir con la medida del aislamiento social y no te encuentras en un entorno violento, la Red Nacional de Refugios invita a “ofrece a tus amigas o familiares que deben continuar con sus actividades diarias, a cuidar a sus hijas e hijos”.

A través de estrategias de economía del cuidado con un grupo de mujeres, pueden apoyarse mutuamente definiendo turnos, roles y cumpliendo con las medidas sanitarias requeridas por la contingencia.

  1. Si conoces a alguna mujer que está siendo víctima de violencias o se encuentra dentro de una relación violenta, hazle saber que ¡No está sola!, ofrécele información o consejos que puedan ayudarla, así como, los datos de contacto de la Red Nacional de Refugios donde podrán brindarle acompañamiento y contención emocional.

Sobre el deber del Estado Mexicano y los temas pendientes en la oferta de servicios de cuidado y refugios

Para la Red Nacional de Refugios y para su Directora General, resulta fundamental que el Estado Mexicano en medio de esta contingencia, “mire la problemática del coronavirus desde una transversalización de los derechos humanos y la perspectiva de género” que le permitan generar acciones integrales que contemplen también la situación en la que se encuentran los servicios de atención, cuidado y protección en el país,mismos que, refiere Wendy Figueroa, están rebasados o han sido cerrados como parte de las “medidas sanitarias”.

En ese sentido, señala que han documentado a través de llamadas telefónicas y mensajes de solicitud de apoyo, que diferentes albergues y centros de atención y procuración de justicia en el país, han entrado en cuarentena limitando sus servicios y no permitiendo el ingreso a más personas, sin importar su situación: migrantes, personas de la tercera edad o mujeres que sufren violencia:

“Nos han dicho que los albergues entraron cuarentena y no van a permitir que ninguna otra persona entre, sea migrante, tercera edad o mujeres víctimas de violencia. Que ha habido notificaciones en los estados y municipios que los servicios se van a disminuir. Si de por si el acceso a la justicia para las mujeres es sumamente complejo, con esta situación de contingencia se hace más difícil que las mujeres accedan a estos servicios”, manifiesta preocupada Wendy.

Por esta razón han propuesto acciones para el Estado Mexicano, que contemplan:

  1. Establecer un plan de actuación para mujeres víctimas de violencias, reconociendo que la situación de aislamiento social por el coronavirus puede generar un incremento en las violencias debido a perfiles violentos o adicciones. Este plan debe incluir mínimamente:

a) Implementar una línea de atención telefónica a mujeres víctimas de violencias que se conecte directamente con servicios de emergencia y policiales, a fin de enviar una ambulancia o patrulla cuando el caso lo requiera.

b) Implementar un sistema de alerta instantánea, para que las mujeres que se encuentren en una situación de riesgo domiciliario puedan enviar un mensaje de alerta por mensajería instantánea con geolocalización que recibirá las instancias de seguridad del estado o municipio.

Por otro lado, señala Wendy Figuera, durante este tiempo de contingencia “no ha existido un pronunciamiento de parte de los Centros de Justicia, el DIF o la CONAVIM para que se puedan implementar albergues temporales para las mujeres y para todas las personas que estén en situaciones de violencia”. Por lo que, solicitan:

    c) Poner en operatividad todas las casas o espacios de emergencia que por decreto todos los Centros de Justicia para las Mujeres deben contar. No sólo por un periodo de tres días como marca la norma, sino por 14, que es el periodo para detectar el contagio y después canalizarles a un refugio o albergue.

Al respecto, manifiesta con preocupación que la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM) no se haya pronunciado para disponer la adaptación de estos espacios ya que, refiere la experta, en el país son menos de 100 refugios y no se dan abasto.

Incluso, invita -con sus reservas-, a que, así como en su momento lo declaró la Secretaría General de Gobierno, Olga Sánchez Cordero, las escuelas o edificios educativos se adapten para que se vuelvan temporalmente refugios o albergues para mujeres y personas que podrían estar siendo víctimas de violencia en medio de este periodo de contingencia en el país.

“No un refugio, pero sí, cuántas escuelas pueden adaptarse como albergues temporales con todas las medidas de sanidad que se requieren para que aquellas mujeres que tengan que salir de su hogar porque la violencia se está incrementando, lleguen a estos espacios”.

Por otro lado, consideran vital que se garantice que las instituciones, fiscalías, Ministerios Públicos, Secretarías e Institutos de las Mujeres, Centros de Justicia para las Mujeres  y demás instancias donde las mujeres pueden acudir a solicitar ayuda o resguardarse, se mantengan abiertos y en servicio, cumpliendo, por supuesto, con las medidas de seguridad e higiene necesarias.

A ello se agrega “garantizar la presencia de personal suficiente y especializado para atender a las mujeres en situación de violencias” y “emitir de inmediato las órdenes de protección o medidas cautelares que correspondan”.

Finalmente, manifiesta la Red “urge liberar presupuesto para los Refugios y Centros de Atención Externa para que puedan continuar operando ante las pandemias del coronavirus y las violencias machistas que arrebatan la vida de una decena de mujeres al día”.

Sobre cómo pedir ayuda y asesoría

La Red Nacional de Refugios cuenta con una línea telefónica a la que puedes llamar para recibir ayuda, acompañamiento y contención emocional ante situaciones que atenten contra tu vida y seguridad como mujer en un entorno de violencia. Puedes llamar las 24 horas del día, los 365 días del año y serás atendida por personal especializado. El servicio y la llamada no tiene ningún costo y todo será confidencial.

Los números de contacto son: para la Ciudad de México el 56749695 y para el resto de la República el 8008224460. Aunque, también puedes escribir a las redes sociales de la organización; búscales en Twitter como: @RNRoficial; en Facebook: Red Nacional de Refugios AC; y en Instagram: @redrefugiosmx.

Antes de la contingencia la Red mantenía un promedio diario de 50 llamadas y 80 mensajes directos para atención y orientación; luego de la campaña “Aislamiento sin violencia. ¡No estás sola!” las solicitudes de ayuda y contención se duplicaron a 100 llamadas y 160 mensajes diarios. Incluso, tuvo que abrirse un correo electrónico para la atención en casos de orientación jurídica.

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