El 13 de agosto del 2021, se cumplieron cinco siglos desde que Hernán Cortés conquistó el imperio azteca. Por esta razón, el cineasta Rodrigo Reyes decidió contar la historia de un conquistador varado en la época moderna, el cual, deambula por territorios mexicanos y trata de entender la incertidumbre y la violencia extrema del presente.
El personaje será testigo de los testimonios de personas reales que han sido afectadas por la ola de violencia que azota México, como un eco de la historia colonial. Reyes, nos invita a reflexionar sobre la situación del México actual y al igual que el conquistador, conocer las historias de dolor que existen debido a la violencia.
Por Aletse Torres Flores / @aletse1799
499, cuenta la historia de un conquistador español, integrante de las tropas de Hernán Cortés, que sobrevivió después de haberle ayudado a conquistar el imperio azteca en el Tenochtitlán de 1521. Este personaje llega a las costas de Veracruz tras un naufragio y, sin esperarlo, se enfrenta a un entorno diferente: han pasado cinco siglos desde la última vez que estuvo aquí y el país que conocía ha cambiado.
Por ello, el conquistador decide viajar por la misma ruta que realizó junto con sus compañeros para llegar a Tenochtitlán. En su camino, se encuentra con diversas personas, como: migrantes, familiares de personas desaparecidas o asesinadas; se sienta frente a cada una y escucha sus testimonios sobre cómo les ha atravesado la violencia del país.
En entrevista con ZonaDocs, Rodrigo Reyes, director del largometraje 499, propone repensar estos cinco siglos transcurridos, a través de sus fantasmas, de las voces que participan en el entramado histórico de un territorio y que tienden puentes entre el aquí y el allá, el ayer y el ahora, entre el “nosotros” y el “ellos”:
“Quería realizar un filme que no repitiera el esquema educativo o sensacionalista, al contrario, esperaba contar una historia que nos hiciera reflexionar sobre nuestro presente” expresó el director en la entrevista con el equipo de ZonaDocs.
Asimismo, explica que su interés por el tema surge desde su niñez, puesto que, su padre es historiador de formación y lo “jalaba” a los eventos relacionados con la historia de México, desde el cuestionamiento. Esa “cosquilla” fue lo que le impulsó a realizar este proyecto.
Por otra parte, señala que el personaje del conquistador no está basado en ningún texto histórico en particular, toma extractos de la bibliografía mexicana y española. En ello coincide Eduardo San Juan, quien aseguró que interpretó al conquistador “desde lo humano”, sin perder detalles históricos.
“No se trata de polarizar, retomamos la historia, pero va más allá, se trata de mostrar este lado humano y profundo del propio personaje” puntualizó San Juan.
Anudado a esto, el actor manifestó que no tuvo una gran preparación para interpretarlo, debido a que no contaba con un guion cerrado. Sin embargo, aseguró que “sí tenía una intención” a la que llamó un “mapa emocional”, el cual le sirvió como referente para conocer un poco de las historias a las que se enfrentaría:
“Fue lanzarme en una dinámica de trabajo, lo que me salió después de haber escuchado los testimonios, lo que fue pasar por varios lugares. Al final caminé junto con mi personaje”.
El largometraje mitad documental y mitad ficcional ha sido recibido con sorpresa en los festivales del mundo y ha conseguido buenos reconocimientos. En el Festival de Cine de Tribeca consiguió Mejor Fotografía para Alejandro Mejía y en el Hot Docs se llevó el Premio Especial del Jurado.
Ecos de la violencia
A lo largo de la película, el conquistador recorre una ruta que le permite reconocer diversos lugares, personas, historias y dolores. Es a partir de estas imágenes que Reyes proyecta un mapa que refleja la violencia del presente, herencia de las violencias de la conquista.
Primero, se encuentra con el hijo de Moisés Sánchez, periodista asesinado en 2015, le cuenta al conquistador que su padre sufría de dos condiciones que lo llevaron a su muerte: “ser periodista y activista en México”.
Más adelante, al recorrer los campos de Veracruz, escucha a las mujeres que buscan a sus familiares desaparecidos en el municipio de Úrsulo, Galván. En la Sierra Madre, conoció a un poeta indígena que le muestra sus versos en náhuatl y que hablan sobre las cenizas de sus muertos. Y después, a un grupo de personas migrantes que viajaban con temor hacia Estados Unidos.
Al llegar a su destino, conoce a Lorena Gutiérrez, madre de Fátima Quintana, una niña de 12 años violada y asesinada en 2015 cuyo nombre se repite con dolor en las marchas contra la violencia feminicida.
Reyes, indica que cada historia impacta al conquistador, haciéndolo repensar sobre la violencia ejercida en la conquista, observando cómo ésta ha evolucionado e incrementado.
“Un dolor que jamás se cura”: El caso de Fátima Quintanilla
En entrevista, Lorena Gutiérrez, explica que hablar sobre el caso de su hija para este documental fue difícil, sin embargo, reconoce lo relevante que fue y es para ella y su familia. La madre lo vio como una oportunidad para “trascender fronteras” y difundir la situación extrema de violencia que sufren las niñas y mujeres en México.
“Con esto más personas se enteraran de las formas de violencia que atraviesan la vida de nuestras niñas y de nuestras mujeres. Vamos a dejar de ser indivisibles”
Después del feminicidio de Fátima, la familia tuvo que trasladarse al estado de Nuevo León, esto como medida de protección. Pero, el Estado le falló nuevamente a Lorena, su hijo Daniel Emiliano falleció el 24 de noviembre del 2020, luego de una negligencia médica relacionada con los estragos que trajo a la familia el asesinato de Fátima:
“Nuevamente viví la pérdida de un hijo, un nuevo dolor, una nueva condena ¿Cuántos hijos tengo que perder? ” expresó la madre.
Lorena exige a las autoridades que exista una mejor atención para las víctimas colaterales de los feminicidios, puesto que, la negligencia y el desinterés por parte del Estado llevaron a Daniel a su muerte. Además, exige que se revisen las leyes para que ningún feminicida salga libre, así sea menor de edad:
“Se les debe dejar de proteger a estos jóvenes que nos quitan a nuestras hijas. En este país los derechos son para todos, menos para las mujeres” sentenció Lorena.
Finalmente, tanto Lorena como Reyes, esperan que acompañen al conquistador en este viaje, con el propósito de que esto les “mueva” y les lleve a realizar acciones de cambio.
