¿A dónde va la niñez desaparecida?: REDIM presenta informe sobre desapariciones de niñas, niños y adolescentes en México

En el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas (30 de agosto), la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) publicó su investigación “La infancia cuenta en México: niñez y desapariciones”. 

El documento que se divide en dos partes retrata a las “Infancias desaparecidas” y a las “Infancias buscadoras”. Su propósito es exponer las situaciones a las que se enfrentan las infancias y adolescencias frente a la problemática de las desapariciones en México, un país donde 17 mil 605 personas menores de edad han sido víctimas de una desaparición, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO). 

Por Aletse Torres Flores / @aletse1799

Fotografías María José Martínez (Portada) y Miguel Tovar  

Las niñas, niños y adolescentes son víctimas de diversas formas de desapariciones en México, un delito que está en aumento y que tiene múltiples causas, desde la violencia producida por las organizaciones criminales o la delincuencia organizada, hasta la propia violencia que se genera en los hogares. 

Frente a esta violenta realidad, surge la investigación “La infancia cuenta en México: niñez y desapariciones”, de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM). Este lunes en el marco del Día de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, la organización presentó los hallazgos de este trabajo que releva el impacto que tiene para las infancias la crisis de desapariciones que se vive en el país.

El documento se divide en dos partes, la primera “Infancias desaparecidas”, donde se expone un diagnóstico sobre las causas y los efectos de la desaparición en les, las y los menores de edad. Este apartado recopila las voces de personas expertas, autoridades que trabajan en la materia, datos oficiales, investigaciones periodísticas y las voces de las madres que siguen  en la “búsqueda de sus amores”

La segunda, “Infancias buscadoras”  incorpora la voz de algunos niños y niñas que han sufrido los efectos de la desaparición de sus familiares y seres queridos. Sus voces revelan la pesada carga que llevan a cuestas, así como sus madres y otros integrantes de sus familias.

Fotografía María José Martínez.

La niñez desaparecida

Durante 2021, 17 personas de entre 0 y 17 años fueron reportadas como desaparecidas, no localizadas o localizadas diariamente en México, una cifra que se incrementa a medida que pasan las horas. Esta crisis no es algo nuevo, puesto que, desde el año de 1964 al día en que se terminó este documento, se han registrado 84 mil 160 casos, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO). Este mismo conteo histórico reconoce que 17 mil 605 niñas, niños y adolescentes permanecen desaparecidos o no localizados en todo el país. 

“Se evidencia también la profunda desatención que en la actualidad tiene la crisis de desapariciones … hoy las desapariciones y en particular la de niñas, niños y adolescentes sufren invisibilización, incluso estigma, y un silencio que ha embargado la vida ciudadana en México”, señaló Tania Ramírez, directora de REDIM durante la presentación de este informe.

Para la directora, es importante entender esta situación “qué pasa, por qué están desaparecidos, quiénes se los llevaron, en dónde y cómo sucedieron estos delitos”. La investigación expone algunos datos que permiten entender qué  pasa en el país.

A decir de REDIM, el 40% de los casos registrados se concentra en 3 de los 32 estados del país:el Estado de México con 3 mil 904 (23.1%), Tamaulipas 1 mil 776 (10.4%) y Jalisco 1 mil 233 (7.5%).

En el caso de Jalisco, el estudio detectó cómo las alertas de búsqueda no se emiten adecuadamente, así como tampoco se aplican los protocolos de búsqueda, lo que refleja algunas de las tantas dificultades que padecen las familias que buscan a niñas, niños y adolescentes desaparecidos en esta entidad. 

Además, los datos recabados confirman también graves problemas de comunicación entre las fiscalías y las Comisiones de búsqueda tanto la nacional como las locales. En consecuencia, la falta o negación de información entre instituciones está obstaculizando el acceso a la verdad y complejiza aún más la posibilidad de hacer búsquedas efectivas. .

La investigación detalla que la mayoría de las personas desaparecidas de 0 a 17 años son mujeres (55%) y las personas mayores de 12 años (74.4%) son más vulnerables a ser víctimas de este delito. 

Fotografía María José Martínez.

¿A dónde va la niñez desaparecida? 

Los resultados del trabajo explican que entre las causas que generan la desaparición de la niñez y adolescencia en México se encuentran una mezcla de factores que permiten que sucedan, involucrando a varios actores y tipos de modus operandi, como el secuestro, la trata y explotación sexual.

Asimismo, denunciaron que la delincuencia organizada recluta a las infancias en mayor estado de vulnerabilidad, aprovechándose de sus condiciones de vida marcadas por desigualdades, la deserción escolar o falta de acceso a la escuela, el consumo de drogas y la falta de oportunidades. 

Las redes sociales, señalaron, se han convertido en la principal fuente de captación de este grupo de la población; en dicha modalidad se destaca el reclutamiento de todos los niveles, no sólo para actividades delictivas sino también actividades lícitas que exponen a las infancias a otras formas de explotación.

Por otra parte, la investigación identificó que las desapariciones pueden ser consecuencia de las violencias que viven dentro del hogar las niñas, niños y adolescentes. Esto, como una estrategia de sobrevivencia, la cual  puede arrojarles a ser víctimas de la delincuencia organizada. 

Casi el 100% de impunidad en casos de desaparición de la niñez 

La impunidad es una constante en la crisis de las desapariciones de niñas, niños y adolescentes. Esta dinámica estructural permite que el delito se siga cometiendo sin ninguna consecuencia. 

Al respecto, solamente hay 36 sentencias en más de 100 mil casos, acorde a datos oficiales recogidos por el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU. Es decir, existe casi un 100% de impunidad en temas de desaparición. 

Dentro de la investigación se observa que son 0 casos los que han sido adecuadamente investigados, se ha establecido la responsabilidad o se ha dictado una sentencia por la desaparición de algún niño, niña o adolescente. 

Fotografía María José Martínez.

La niñez que busca a sus amores 

Las madres, los hermanos, tíos, abuelas o primos van a la búsqueda de sus familiares desaparecidos, pero a su lado les acompañan sus hijas, hijos, sobrinos o nietos. La niñez buscadora es una realidad en México. 

En el segundo apartado, se narran las historias de  Fernando, Valentina, Monse, Jade, Sebastián, Rubí y Emiliano, quienes buscan en las fosas clandestinas junto con sus familiares. 

Fernando, era bebé cuando se llevaron a su tío, pero creció escuchando de él porque compraba su leche, sus pañales y en su casa no pasan un día sin hablar de Tomy Vergara, quien fue desaparecido en Huitzuco, Guerrero en 2012.

El empezó a buscarle desde los cinco años, cuando todavía era alumno de kínder junto con su madre Mayra. Actualmente, tiene diez años, cursa quinto grado de primaria, le gusta estar con su abuela y de grande quiere ser ingeniero.  

En su casa escucha sobre noticias, leyes, autoridades incompetentes o un dato que les pasó alguien por WhatsApp diciendo dónde enterraron personas. 

Fernando busca a su tío Tomy Vergara. Fotografía Miguel Tovar.

Fernando narra que son temas que platican durante las comidas, al levantarse, al irse a dormir. La vida cotidiana de una familia que ha sido golpeada por la ausencia y a eso responden  juntos sin pausa, “todos son energía pura”.

En Coahuila se encuentra Valentina Gámez, niña que viste de una playera verde, el uniforme de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos de Coahuila (Fuundec), la organización en la cual participa su abuela Esther Contreras. 

Ellas vienen desde Torreón, pero cada año traen a Valentina a la marcha del 10 mayo, día de las madres en México. 

“Mi tío es Jesús Antonio Mena. Desapareció el 29 de junio de 2010, ya casi doce años de que…de esta búsqueda, pues. Sí es algo triste venir, hacer esto, ver a mi abuelita…me gustaría que estuviéramos así, todos juntos, la verdad”.

Monse y Jade, llevan la fotografía de su hermana Andrea Michael Dávila Martínez, ella fue desaparecida en Ecatepec el 6 de agosto de 2014 a sus 15 años, su edad actual es 23 años. Ambas extrañan a su hermana. 

A Monse le tocó transitar su adolescencia en medio de ese tiempo oscuro, como ella le nombra. Sus padres comenzaron a pelearse, luego se divorciaron. Se disolvió la familia, y menciona que “poco a poco perdieron la alegría y todo fue oscuridad, tristeza, miedo”. 

En Puebla vive Sebastían, quien tiene 14 años y con su mamá llegó a la VI Brigada Nacional de Búsqueda, esfuerzo conjunto de familias y organizaciones por entrar a terrenos peligrosos a los cuales no pueden ir solos, únicamente en bola. Él busca a su hermano Juan de Dios junto con su madre María Luisa Núñez Barojas. 

No obstante, Sebastián se ha sentido desatendido por sus padres, puesto que “han dejado de verlo” porque su vida se ha convertido en encontrar a su hermano mayor. 

Estas cuatro historias no son las únicas, alrededor del país hay miles de niñas, niños y adolescentes que acompañan, acuerpan y resisten junto con sus familias en las búsquedas de sus tesoros desaparecidos. 

¿Qué podemos hacer? 

¿Qué tenemos que hacer? es la pregunta que busca responder la REDIM, las personas activistas y defensoras que les acompañan y las autoridades. Por ello, al final del documento proporcionan una serie de recomendaciones para combatir la crisis de las desapariciones de las infancias y a su vez, llamar a la acción para sostener a aquellas que acompañan en la búsqueda: 

  • Crear unidades de análisis de contexto en todas las Fiscalías especializadas y Comisiones Locales de Búsqueda. 
  • Incluir a las Comisiones Locales de Búsqueda en las Coordinaciones Estatales de la Alerta Amber y a la Comisión Nacional de Búsqueda en el Comité Nacional del Programa Alerta Amber, para permitir a dichas instituciones detonar la alerta y no tener que esperar a que la detone la Fiscalía correspondiente. 
  • Intensificar la capacitación a todas las autoridades involucradas en la aplicación del Protocolo Adicional de Búsqueda de Niñas, Niños y Adolescentes, a través de herramientas de aprendizaje a distancia y presencial.
  • Llevar a cabo campañas masivas de difusión sobre la existencia y el uso del Protocolo Adicional de Búsqueda de Niñas, Niños y Adolescentes, dirigidas a niñas, niños y adolescentes así como a sus familias. 
  • Armonizar entre sí los tres protocolos existentes aplicables a niñas, niños y adolescentes desaparecidos (PABNNA, Alerta Amber y Protocolo Alba) para evitar duplicidades de acciones y procedimientos.
  • Crear una guía sobre buenas prácticas de crianza, dirigida específicamente a las familias buscadoras, que incluya un conjunto de herramientas de apoyo y asesoramiento para conciliar las tareas de búsqueda con las tareas de cuidado, de una forma que priorice el sano desarrollo y bienestar de niñas, niños y adolescentes. 
  • Mejorar la capacidad operativa y política del SIPINNA y su Comisión para poner fin a toda forma de violencia contra niñas, niños y adolescentes (COMPREVNNA) para enfrentar la grave crisis de violencia. 
  • Impulsar la implementación de políticas públicas que avancen en garantizar la supervivencia y vida digna de la niñez.
  • Evaluar el adecuado funcionamiento de los protocolos existentes para atender la violencia y dar acogida a niñas, niños y adolescentes que buscan huir de situaciones de violencia y riesgo dentro de sus hogares o comunidades. 

La desaparición de un familiar arrasa a todos y les rompe, advierte este informe. Las familias dejan de cuidar a las niñas y niños que no están desaparecidos, aunque es necesario cuidarlos para que no sean víctimas de este delito también, escucharles y acuerparles en sus procesos de lucha. 

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Aletse Torres
Aletse Torres
Vivo de café, amo los gatos, no creo en las etiquetas. Desde niña quise ser periodista por Spiderman, me invento unas fotos, cubro cualquier tema con pasión, respeto y verdad.

1 COMENTARIO

  1. En una primaria se le aviso al director que un niño sufria violencia en su casa, el papá lo violentaba y la mamá sumisa, el papá era de una banda de criminales de la zona, por cierto el papá apenas llegaba a los 20 años de edad, se le dio parte el DIF, resulto que esta familia ya era cliente frecuente, ya se llevaban de compadres con los funcionarios. Total del niño ya no se supo nada y unos meses después esta familia se mudo… de

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