La lucha de Cherán y su bosque: una flama de resistencia 

Cuerpos parlantes y La Libertina realizaron la presentación del libro “Las raíces del despojo. Historias y memorias de Cherán y su bosque” donde se da a conocer la historia del levantamiento que hizo la población de Cherán en defensa de su bosque, pero sobre todo cómo es que han llegado a tener una nueva organización comunal en la que viven sin el Estado, los partidos políticos y los cuerpos de seguridad.

La presentación corrió a cargo de los creadores del libro y de miembros del pueblo de Cherán, quienes explicaron la manera en la que el libro busca retribuir a la comunidad un poco de su historia, lucha, esfuerzo y valentía.

Por Alondra Angel Rodriguez / @alondriixs

El 15 de abril de 2011, el viernes previo a la Semana Santa, la vida del pueblo de Cherán en Michoacán cambió por completo. Lo que ocurrió, sin embargo, ya se veía venir por los constantes problemas de territorio y violencia que el pueblo estaba teniendo, desde 2006, y que fueron escalando hasta finales de 2010. 

Tiempo en que -según Juan Jerónimo Lemus, miembro del pueblo de Cherán- “el pueblo llegó a convertirse en un lugar inhóspito, las calles ya no nos pertenecían, ya eran parte del crimen organizado”. 

Los talamontes ilegales de la madera se estaban apoderando del pueblo, estas acciones, consideran, eran una fachada perfecta para el crimen organizado que, poco a poco, buscaba apoderarse del pueblo de Cherán y sus bosques. 

Aunque la primera defensa de su territorio data de 1975, con otro evento notorio en 1988, no fue hasta ese 15 de abril de 2011 cuando la lucha llegó a algo más grande, lo cual ha permitido que el pueblo mantenga su autonomía: 

“Ese 15 de abril comenzaron a sonar los cuetes muy temprano, y yo dije ‘es un enfrentamiento ya se va a pasar’, pero comenzó a darse la idea de cerrar las calles porque ya había habido otro enfrentamiento en un lugar que se llama El Calvario, y ahí lograron expulsar a al crimen organizado, pero estaba la amenaza de que volvieran más tarde para rescatar a los talamontes que estaban detenidos”, relató uan Jerónimo.

Con el accionar de la comunidad al cerrar las calles y la implementación de fogatas fuera de las casas fue como comenzó la defensa de Cherán. Alrededor de estas fogatas, la población permaneció cerca de seis meses, generando una autodefensa que sirvió de resguardo para sus familias. Esa organización comunitaria y la ayuda humanitaria de diversos colectivos fue crucial para que la lucha prosperara. 

Las fogatas comenzaron a mantenerse, como el centro de una red operativa de organización y de información, eso permitió  ir trazando lo que después se denominó la estructura de consejo de gobierno comunal”, explicó Juan Jerónimo. 

Las fogatas, para las y los comuneros de Cherán, son un modelo simbólico en la representatividad del pueblo:

“para ocupar un puesto en la estructura de gobierno comunal tienes que ir respaldado por una fogata y si no vas representado por la fogata, la asamblea no te acepta que participes en ningún cargo de elección comunitaria”

Presentación del libro en Cuerpos Parlantes (Foto: Alondra Ángel).

A pesar de los problemas o inconformidades entre algunos habitantes del pueblo, las  fogatas son un núcleo social que aún sigue vigente.

En el levantamiento de 2011, 192 fogatas se activaron; hoy la misma cantidad se prenden para recordar -en eventos, aniversarios, cambios de gobierno y espacios de diálogo comunitario- el sentido de su resistencia, pues ese es el espíritu de la fogata.

Y eso fue justo lo que se quiso enfatizar en la obra: “Las raíces del despojo. Historias y memorias de Cherán y su bosque”, las personas involucradas en su realización consideraron está historia tan potente, real y cruda debía de contarse más allá de los trabajos académicos que se han escrito sobre Cherán.

Sobre Cherán se han escrito alrededor de 200 tesis de posgrado; algunas de ellas, incluso, han sido ganadoras de reconocimientos. 

Foto de los interiores de la obra.

Edgars Martínez Navarrete -coautor del libro, doctor en antropología y acompañante de Cherán- comentó que el proceso para la consolidación de este libro no fue para nada recto ni utópico sino que significó un gran esfuerzo en la recolección de las fuentes informativas, además el lograr posicionar todo debido a lo fuerte de la historia que se todo con la idea de que la narrativa “no sólo quede en la nostalgia y melancolía del despojo, sino mostrar lo que Cherán transformó con el levantamiento”.

El libro que, si bien, surgió como una tesis de maestría, con formatos y parámetros los cuales se deben cumplir, una vez terminada buscó devolver el trabajo a la comunidad más allá de un acto simbólico, razón por la que se pensó en que debiera de transformarse en un libro para contribuir al proyecto político de Cherán.

Por ello, junto con Daniela Rico Straffon, Rafael Acedo Gutiérrez y otros compañeros buscaron, los autores conjuntaron la estética y la narrativa para que la obra fuese un material que pudiera avanzar sin envejecer en el tiempo..

“A través de extraordinarias imágenes, colores y una narración espléndida y fluida, es que explicamos la complejidad y densidad de un siglo de despojo del bosque por distintos actores que a nombre del progreso y desarrollo saquearon los bienes comunes”, comentó Carmen Ventura Patiño, doctora en Ciencias Sociales y profesora e investigadora del Colegio de Michoacán (COLMICH). 

La investigadora, además, considera que este libro es una manera de agradecer a las personas que han luchado por Cherán, los que están y quienes dejaron su huella en la lucha contra los depredadores que han atentado contra su vida y su bosque: madereros, refinerías, talamontes y aguacateros.

Foto de los interiores de la obra.

Carmen Ventura Patiño, igualmente, destacó que el libro otorga singular interés a la participación de las mujeres en esta lucha, siendo no sólo un apoyo fundamental para el desarrollo de la vida comunal del pueblo, así como para unir las voces del pasado con las del presente, esto para construir un futuro y persistir en la lucha.

Por su parte, César Enrique Pineda -doctor en Ciencias Sociales, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)- habló de los sentimientos que puede emanar este libro, pero sobre todo, de los aprendizajes y saberes alrededor de la rebeldía y valentía de un pueblo que se levantó para construir otra forma de poder relacionarse con la vida, la comunidad y el bosque.

Pues para él,  lo que importa en el libro es el sujeto de lucha, no quien lo está narrando, pero también el cómo se logró detener la tragedia y la reconstrucción de un nuevo horizonte donde se ha logrado recuperar su relación con la naturaleza, así como crear una nueva organización y poder comunitario donde se aprende no sólo del despojo sino también de las alternativas comunitarias y del ecologismo comunitario.

Además, cree que el libro  fue plasmado de manera que las futuras generaciones puedan ver y repetir su lucha, no sólo los aspectos positivos sino que también podrán aprender de las derrotas y las contradicciones que se dieron a lo largo de esta resistencia.

La lucha de Cherán aún continúa, así que definir su situación actual, considera Juan Jerónimo, es aventurado; sin embargo, él cree que el movimiento se mantiene con una proyección interesante, esto a pesar de las decisiones del estado de Michoacán y políticas de benevolencia del gobierno federal e, incluso, de la presencia de grupos delictivos y empresarios que buscan hacerse del territorio de Cherán.

Pero no hay dudas de que Cherán generó un proceso de reivindicación de la cultura propia, de lo métodos de diálogo que se dan con autocrítica y consensos:

“Es de reconocimiento al pueblo de Cherán, a los hombres y mujeres, jóvenes y niños que hablan a los cuatro vientos, con sus distintas voces de lo que hoy es Cherán… de la reconstitución de su vida comunal, abierta a nuevos actores como mujeres jóvenes y niños, y con un proceso nacido desde la comunidad”, comentó Carmen Ventura.

Juan Jerónimo, finalmente, agregó que es importante el tener recursos como este libro, ya que es una manera de plasmar la lucha del pueblo, esto para que no se olvide y se reconozca a todos los comuneros desaparecidos y no localizados a lo largo de esta lucha.

Develación de placa memorial por los desaparecidos y caídos de Cherán. A la izquierda la señora Rosa María, esposa de Armando Gerónimo, y a la derecha la señora María, esposa Rafael García, ambos desaparecidos (Foto: Dalia Souza).

***

Todos los fondos recaudados en la venta del libro serán destinados a las fogatas de Cherán y a las de otras comunidades de la meseta Purépecha. El libro puede adquirirse en:

https://www.instagram.com/libertina_cuerposparlantes/?hl=es-la  

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Alondra Angel
Alondra Angel
Soy estudiante de Comunicación Pública. Me gusta el color blanco, escuchar música y tomar café. Me encanta estar con mi familia. Creo que el periodismo es una manera de hacer algo frente a las problemáticas de hoy y las que tendrán un impacto en el futuro.

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