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El pueblo de Xoco está listo para intentar resarcir jurídicamente el despojo de la calle Real de Mayorazgo por parte de Mítikah; buscarán también evitar que se construyan más torres
Texto y Fotos: Arturo Contreras Camero / Pie de Página
El rap se apoderó de la plaza comercial que Fibra UNO construyó sobre Real de Mayorazgo. La plaza parece ser la terraza a la entrada del Palacio de Hierro de Mítikah y es resguardada por elementos de seguridad privada, aunque esté construida sobre la calle. Con un torneo de hip-hop, vecinos y activistas del pueblo de Xoco se apoderaron de un espacio que, aseguran, pretende ser privatizado.
Desde hace una década el complejo Mítikah llegó para cambiar la vida en el pueblo de Xoco, la construcción de un megacomplejo de torres residenciales, de oficinas y centros comerciales trastocó el orden de pueblo, tanto, que cambió el trazó de las calles. Desde entonces, grupos de vecinos han luchado para frenar el desarrollo inmobiliario, que para ellos solo significa encarecimiento del suelo, menos agua, y eventualmente, la probable expulsión de su barrio.
Tres días antes de la protesta en forma de torneo de rap, el jueves, el abogado de un grupo de vecinos de Xoco que han montado una lucha legal y social por su territorio anunció que un juez capitalino ordenó al congreso y a la Secretaría de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes (Sepi) de la Ciudad de México a suspender cualquier acto que pretenda despojar o desterrar a los habitantes del pueblo de Xoco.
En diciembre de 2021 la Sepi desconoció el territorio de Xoco, al decir que éste solo se encontraba al interior de las casas de quienes se dicen habitantes del barrio originario. La Sepi es la instancia de la Ciudad de México que está encargada de establecer y ejecutar políticas públicas y programas en favor de los pueblos, barrios originarios y comunidades indígenas que viven en la ciudad, misma que desde hace cuatro años dijo haría un censo y una lista de pueblos que a ojos del gobierno de la Ciudad califican como oriundos de la ciudad. El censo no se ha terminado. Diferentes pueblo, barrios y colectivos han acusado que con él se les pretende borrar.
“Lo que está pasando es un experimento de lo que va a pasar en toda la ciudad, les están despojando de sus territorios, es triste que para el gobierno sea mejor destruir los cimientos de una aldea teotihuacana y construir una réplica. Se prefiere destruir lo original para construir una réplica falsa”, dijo el domingo durante el torneo Arturo Aparicio, abogado que asesora a este grupo de vecinos del pueblo de Xoco.
Justo enfrente de donde se llevó a cabo el torneo de rap, en la terraza del palacio de hierro, cercada por vallas, hay una réplica de una casa teotihuacana descubierta en Xoco. El abogado asegura que la construcción del paso a desnivel que reformó el trazo de Real de Mayorazgo pasó por encima de ella y la destruyó por completo.
Unas horas antes de que empezara el torneo, mientras los organizadores montaron las bocinas y las tornamesas, un grupo de guardias armados salieron del Palacio de Hierro para pedirles que se retiraran. El abogado se escudó diciendo que el parque en el que se encontraban es espacio público. Horas después, los guardias desaparecieron mientras que las rimas se apoderaron de las miradas de los compradores de fin de semana que sin pensarlo mucho, se sumaron con palmas y curiosidad al evento.
En entrevista con Pie de Página, Arturo Aparicio, abogado de este grupo de vecinos asegura que así como el amparo que derivó en la suspensión temporal de actos de acoso por parte del gobierno, tienen preparados una serie de recursos legales para detener la expansión del proyecto Mítikah, que pretende construir más torres como las que ya ha erigido en el corazón de Xoco.
