“De aquí nadie me saca”: vecinos de Mesa Colorada reciben viviendas construidas por TECHO.

10 familias se vieron beneficiadas por la construcción de viviendas dignas en la Mesa Colorada Poniente en Zapopan, Jalisco; la construcción estuvo a cargo de voluntarias y voluntarios de Techo se pusieron manos a la obra para darles a estas familias un piso y techo seguro.

Por Andrés de la Peña y Yutxil Sánchez (Foto).

Después de dos semanas de trabajo, este lunes 20 de febrero se dio término a la construcción de 10 viviendas que TECHO, la organización civil latinoamericana dedicada al derecho a la vivienda adecuada, llevó a cabo en la Mesa Colorada Poniente en Zapopan, Jalisco. Las viviendas se entregaron a 10 familias de la zona en diversas condiciones de hacinamiento, calle, o insuficiencia en la vivienda.

Ramiro Rodríguez Castañeda

Ramiro Rodríguez Castañeda, de 69 años, es uno de los vecinos que recibió una de estas 10 viviendas. Trabaja desde chico como productor pecuario, con cerdos, chivos y pollos. Vive con su esposa Elena en la ladera del cerro de cara Huentitán. Él construyó su vivienda por solicitud de un amigo, que le cedió una parte de su ejido a cambio de que él se lo cuidara. 

Trabajos de construcción en Mesa Colorada (Foto: Yutxil Sánchez).

Hecha con lámina y ladrillos, la vivienda de Ramiro y Elena se inunda cada temporal de lluvias, el agua brota del mismo suelo. La alfombra que les regalaron unos amigos está sepultada en la tierra, pero evita que se forme lodo. A espaldas de la morada, se observa una amplia colina deslavada que colapsó con las lluvias, y donde los constructores de las mesas vierten sus escombros.

Al principio, Ramiro no confiaba en TECHO para nada:

“La mera verdad yo no les creía. Nada. Ya en el templo comenzaron a platicar cómo estaba la cosa, ahí ya fue cuando les creí”.

La organización organizó un espacio gestivo y asambleario (que continuará activo de manera permanente) en el centro comunitario “Casa Alcalde”, que administra el padre del Templo del Divino Niño. 

Ramiro ya no puede trabajar mucho, pues tiene una lesión grave tras una caída; su principal ingreso hasta ahora ha venido de programas del gobierno federal, entonces ahora está muy feliz con su vivienda. Principalmente porque ahora va a tener más seguridad. En sus 7 años viviendo en el predio, explica que le han robado 2 bicicletas y 3 chivas, perdiendo cualquier inversión o patrimonio que pudiera acumular. El contar con una vivienda cerrada le ayudará a resguardar sus pertenencias y sentirse más seguro.

Voluntarios de TECHO construyen cimientos para la nueva vivienda de Elena y Ramiro junto a su vivienda anterior. Tienen que construirla en el mismo pedazo del ejido, por lo que la erigen justo al lado de la que construyó Ramiro (Foto: Yutxil Sánchez).

“Me siento, pues, feliz porque ya vamos a tener una casita más o menos. Porque mire aquí cómo estamos viviendo. Se me mete mucho el agua cuando llueve”. Es lo que menciona Elena.

En el espacio gestivo que organizó TECHO, identificaron 10 familias a las cuales les entregaron las 10 viviendas. El trabajo de construcción como tal se llevó a cabo con voluntarios ─100 alumnos voluntarios del colegio “American School”, que tiene un acuerdo con la asociación civil para pasar un fin de semana al año construyendo viviendas─, aunque las familias de la zona colaboraron con TECHO para descargar materiales y preparar los sitios de construcción desde 20 días antes.

Maritza y su familia (Foto: Yutxil Sánchez).

“He vivido en Zacatecas, en Michoacán. Aquí fue una de mis viviendas también”. Maritza se quedó sin vivienda y tuvo que migrar por diferentes estados persiguiendo trabajos y rentas baratas. Aunque sus papás y sus hermanos viven en las mesas coloradas también, simplemente no conseguía dónde alojarse. 

Eventualmente, su familia le construyó un cuarto en la propiedad para que pudiera vivir ahí. Sin embargo, la vivienda de Maritza no tiene baño, lo cual fue un elemento decisivo para que TECHO la seleccionara para recibir una de las 10 viviendas. También como Ramiro, al principio Maritza no confiaba en TECHO para nada, y aunque a cada familia se le pide un depósito de 2 mil pesos para financiar una parte de la construcción, ella se negó tajantemente.

“Tengo un familiononón. Somos 7 hermanos. Bueno los hijos de mi mamá somos 7, y yo soy la más jodida. Cuando me dicen de esto pues yo hablo con mis hermanos.” explica.

Entonces, toda la familia se dedicó a nivelar el terreno, quitar las yerbas, y construir unos cimientos básicos para poner la nueva vivienda. 

Como tal, los procesos que gestiona TECHO son colaborativos, y las familias se involucran directamente en la construcción de las viviendas: “nosotros no descansamos. Anduvimos toda la semana diario, diario, diario, haciendo la talacha”, relata, y sigue: “nosotras andábamos de chalanas. Fue un trabajo en equipo; mi hermano que está ahí que le dicen El Maestro era el que estuvo ayudando también”. 

El resultado de este trabajo en equipo; Maritza ahora planea quedarse en la nueva vivienda de manera permanente: “Voy a quedarme aquí para toda la vida, eso es mío y de aquí nadie me saca”; hace una pausa y se ríe mientras dice: “y pobre del que quiera venirme a sacar”. Remata diciendo: “de aquí no va haber nadie que venga y me cobre una renta, que me diga ya se atrasó, que te vaya bien”.

Mientras el equipo de reportería de ZonaDocs estuvo en casa de la mamá de Maritza, el equipo de voluntarios se dispuso para clavar el último tablón de la duela de la nueva vivienda de Maritza. En ese momento se llevó a cabo una ceremonia tradicional en las construcciones de la asociación civil: formaron un círculo con la familia para compartir sus buenos deseos para con ellos e inscribirlos en plumón bajo esa última tabla antes de voltearla y fijarla.

Voluntarias y voluntarios dejando un mensaje emotivo para Maritza (Foto: Yutxil Sánchez).

“Ya mero acabamos la casa después de tanto trabajo; les deseo que disfruten esta casa y que disfruten la vida”, es lo que menciona uno de los voluntarios. Otra más dice: “que esta vivienda se vuelva un hogar”.

(Foto: Yutxil Sánchez).

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Andrés De la Peña
Andrés De la Peña
Periodismo y Relaciones Internacionales. Sostenibilidad e interseccionalidad.

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