Pesimismo Esperanzador
Por Jorge Rocha, académico del ITESO / @JorgeRochaQ
El pasado domingo 4 de junio se celebraron comicios en los estados de Coahuila y Estado de México, que actualmente están gobernados por Miguel Riquelme del PRI en el primero y Alfredo del Mazo, también del Tricolor en el segundo. Estos fueron los últimos procesos electorales antes de los comicios del año 2024, donde se renovará todo el Congreso de la Unión, nueve gubernaturas y la presidencia de México.
Estas elecciones revisten dos peculiaridades importantes, la primera es que es la antesala del 2024 y por lo tanto fue el último momento donde las maquinarias electorales de los partidos políticos se pusieron en acto y fue su último momento de estar en campañas políticas formales antes de las elecciones federales y estatales del año que entra.
Más allá de los resultados que obtuvieron en cada proceso electoral, seguramente las cúpulas de los partidos políticos evaluarán sus métodos, la forma de elegir candidatos, las estrategias de campaña y sobre todo evaluarán la eficacia de las alianzas electorales. Será un momento crucial para ponderar con quiénes sí y con quiénes no van a caminar hacia las elecciones presidenciales. Viene un momento para evaluar las fortalezas y debilidades de los partidos políticos de cara al 2024 y calibrar cuál es el mejor rumbo a seguir. Aunque ya firmaron un pacto de alianza, hace falta mucho para que este proceso realmente se concrete.
Para el caso de Morena y sus aliados, quedó claro que su alianza tiene consistencia, ya que en el Estado de México pudieron llevar a Delfina Gómez al triunfo y también quedó claro que ir por separado, como lo hicieron en el estado de Coahuila, les quita competitividad y les genera colocar candidatos sin muchas posibilidades de triunfo. El mayor aprendizaje para el partido de López Obrador fue ese: la alianza oficialista es electoralmente competitiva.
En lo referente a la oposición, hay contradicción en sus resultados, por un lado, perder el Estado de México pone en entredicho la efectividad de la alianza electoral y por otro lado en el estado de Coahuila les permitió ganar con una buena amplitud de votos frente a sus oponentes. Lo que sucedió en estas elecciones es que no hay una conclusión contundente sobre la pertinencia de ir en alianza electoral, ya que hay otros factores que son más determinantes para obtener resultados favorables, por ejemplo, tener a un adversario dividido o enfrentarse a malos candidatos. No todo depende de la alianza electoral.
La segunda particularidad de estas elecciones es que estaba en juego el Estado de México, que representa una de las mayores economías del país, que cuenta con el padrón electoral más grande de México y era el último bastión político del Partido Revolucionario Institucional (PRI). La victoria en esta entidad representa un logro mayúsculo por lo que este territorio representa política y económicamente.
Pasemos a los resultados electorales. De acuerdo con el Programa de Resultados Preliminares (PREP) del Estado de México, en estos comicios participó el 50.13% de la ciudadanía (la mitad) y ganó la abanderada de la alianza de Morena-Partido Verde-PT, Delfina Gómez, con el 52.65% de los votos, frente a Alejandra del Moral de la alianza PAN-PRI-PRD-Nueva Alianza con el 44.34%. Finalmente, en la última recta del proceso las tendencias electorales se acortaron, pero la candidata de Morena obtuvo el triunfo con un 8% de diferencia y con más del 50% de los votos válidos. Esto tendrá que ser corroborado en los recuentos oficiales y de confirmarse, el Estado de México tendría su primera alternancia política y su primera gobernadora.
Para el caso del Estado de Coahuila, el PREP reportó una participación ciudadana del 56.35%, donde el candidato de la alianza PRI-PAN-PRD, Manolo Jiménez, obtuvo el 56.93% de los votos, seguido de Armando Guadiana de Morena con 21.48% de los sufragios, en tercer lugar se colocó Ricardo Mejía del PT con 13.13% de la votación y en cuarto lugar estuvo Evaristo Pérez del Partido Verde con el 5.88% de los sufragios. También en este estado hubo renovación del Congreso Local y los 16 distritos que estuvieron en disputa fueron ganados por la alianza del PRI-PAN-PRD, con lo que en esta entidad se llevaron el “carro completo”.
¿Quién gana y quién pierde en esta elección?
- Gana Morena porque obtiene el triunfo en un estado clave del país y con ello el partido del presidente cuenta con 21 gubernaturas y dos afines (una del Partido Encuentro Social y otra del Partido Verde).
- El PRI tiene un resultado agridulce, ya que retiene Coahuila, pero pierde su principal bastión político, con lo cual sólo gobierna en dos estados y pasa a ser la cuarta fuerza política del país, al ser superado por Movimiento Ciudadano (por la cantidad de personas gobernadas).
- Tanto para el PAN como para el PRD los resultados no son buenos porque en realidad no ganaron nada en esta elección.
- MC tampoco tiene un resultado exitoso, ya que abstenerse del proceso electoral no les generó ninguna ganancia político-electoral, salvo alejarse más de una posible alianza con los partidos tradicionales.
Así terminan las elecciones del año 2023 y comienza de lleno el proceso electoral del año 2024.
PostData. La encuesta que Mural dio a conocer esta semana sobre las preferencias electorales en Jalisco, mostró un cambio importante. Antes decía que el partido naranja refrendaba la gubernatura con cualquier candidato. Hoy parece que sólo puede ganar con Pablo Lemus como abanderado de MC. Al tiempo.
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