¡Justicia para Paola! Fue víctima de acoso sexual, discriminación y lesbofobia mientras laboraba en la SISEMH Jalisco

Mientras Paola trabajaba en la Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres (SISEMH) en Jalisco fue víctima de acoso sexual y lesbofobia por parte de sus compañeros de área Juan Pablo “N” y César “N”, quienes aún laboran en la Unidad de Análisis de Expedientes de Mujeres Privadas de su Libertad de esta dependencia.

Pese a haber denunciado estas violencias ante sus superiores jerárquicas Fátima Ely “N”, coordinadora del área jurídica y Rosa María de Lourdes “N”, Directora Jurídica de la SISEMH, ambas funcionarias fueron negligentes en garantizar las condiciones necesarias para que Paola continuara realizando sus obligaciones dentro de la dependencia de manera segura y sin miedo, así como, para sancionar a sus agresores.

Por estas violencias y omisiones fueron presentadas diversas quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, el Órgano Interno de Control de la SISEMH, la Dirección de Diversidad Sexual y ante la Contraloría del Estado de Jalisco, esta última por el proceso de revictimización en el que también se ha visto inmersa. Además, permanece abierta una carpeta de investigación ante la Unidad Especializada de Atención a Delitos por Diversidad Sexual de la Fiscalía del Estado de Jalisco.

Por Dalia Souza / @DaliaSouzal

Fotografía de portada: Facebook Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres (SISEMH).

La Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres de Jalisco (SISEMH) fue creada para reemplazar en abril de 2019 al hoy extinto Instituto Jalisciense de las Mujeres.

Con la convicción de ser el “mecanismo para el adelanto de las mujeres” del estado, su objetivo es promover y garantizar la transversalización de la perspectiva de género y el enfoque de derechos humanos en la implementación de las políticas públicas estatales, que asegure a la población de mujeres y niñas una vida digna, segura, libre de violencia de género y en igualdad sustantiva.

En esta dependencia es donde trabajaba Paola, dentro de la Unidad de Análisis de Expedientes de Mujeres Privadas de su Libertad. Contradictoriamente, dice en entrevista, fue aquí también donde se cometieron en su contra diversas formas de violencia institucional, laboral y de género por ser mujer y lesbiana.

Paola relata con claridad las dos ocasiones en las que su compañero de área, César “N”, le acosó sexualmente. Los hechos sucedieron durante 2022.

Uno de estos eventos sucedió dentro de un vehículo oficial cuando junto a otra compañera y su agresor se dirigían a tomar un curso en la Comisaría de Seguridad Pública de Zapopan. César “N”, quien se sentó a su costado, le tocó pierna sin su consentimiento y con una connotación sexual, así lo describe Paola: “me toca la pierna, yo le quito la mano y le digo qué te pasa, él sólo me contesta: “¡Ay, perdón!, pensé que venía con mi novia”.

Incomoda, recuerda, al llegar a su destino sucedió el segundo ataque. “Al llegar a la Comisaría, ya en nuestro curso, él se pone atrás de mí y empieza a balancearse de forma sexual en mi espalda”. Aunque Paola, señala, nuevamente le manifestó su molestia, ahora alejándose de él, su agresor no se detuvo y continúo con el acoso: “oye, abrázame”, “oye, ven conmigo” le decía, además de “mandarle besos”.

Paola confiesa que fue “la omisión” de sus jefas “lo que le motivó a denunciar”. Y es que, después de permanecer un par de semanas en “shock” tras lo sucedido, decidió denunciar a su agresor, primero con la Coordinadora del Área Jurídica, Fátima Ely “N” y después con Rosa María de Lourdes “N”, la Directora Jurídica de la SISEMH.

“Al momento de ellas enterarse de todo esto ¡no hacen nada!” reclama. Ninguna de las medidas implementadas llevó a sancionar a quien le agredió, por el contrario, estas acciones hicieron sentir a Paola más vulnerable, desprotegida y expuesta. Por ejemplo, tuvo que continuar trasladándose en el mismo vehículo oficial junto a su agresor, sólo que, ahora, sentada en la parte trasera para “evitar el contacto”; también, intentaron enviarla a otra área dentro de las instalaciones de la dependencia, diciéndole que así “ya no se sentiría incomoda”.

A esto le siguieron otras formas de escarnio dentro de su ambiente laboral: “se me aplicaba la ley del hielo”, narra. Luego, vino el hostigamiento de parte de su superior jerárquica, Rosa María de Lourdes “N”, quien, en opinión de Paola, no sólo minimizó públicamente su situación dentro de su entorno laboral, sino que fomentó un ambiente de rechazó y estigma.

La tolerancia institucional que mostraron estas actitudes de parte de la coordinadora y directora jurídica sólo permitió que el acoso persistiera, ahora en forma de cometarios lesbofóbicos, denuncia Paola, tanto de parte de su agresor principal César “N” como de parte de Juan Pablo “N”, también compañero de área dentro de la SISEMH.

“Me decían: “dame la oportunidad de regresarte al buen camino”, “qué lástima que sea lesbiana”, “mira qué bonita está, qué inteligente”, “ojalá en otra vida te encuentre y no sea lesbiana”. Explica que este acoso también se tradujo en comentarios que la masculinizaban, haciéndola sentir violentada al no corresponder estas expresiones a su identidad como mujer lesbiana: “tú eres hombre más que nosotros”, “tú eres compa, deja que las viejas hagan el trabajo de escritorio” la amedrentaban.

“Eso a mí me molestaban mucho porque yo no formo parte de esa población”, explica Paola.

Sin respuestas y en medio de un escenario laboral hostil, Paola decidió interponer una queja en el mayo de 2023 ante la Dirección de Diversidad Sexual, la cual permanece abierta bajo el folio de caso FHDS/2023/122. La cual fue derivada al Órgano de Control Interno SISEMH con el número de expediente 005/OIC-SESEMH/2023, quien determinó que la solución a la situación de violencia que había vivido era enviarla a trabajar a su casa.

Paola señala que esto no fue suficiente, pues una vez más, las acciones que se tomaron la expusieron a nuevas violencias de parte de sus agresores, ahora ya no sólo dentro del espacio laboral, sino, ahora fuera de éste, en su casa.

Cuando yo estoy en el estacionamiento del coto de mi casa ellos pasan en el carro institucional buscándome. Me encuentran visualmente y mis agresores se empiezan a reír”. De acuerdo con Paola, cámaras de videovigilancia de C5 confirmaron que este vehículo oficial sí pasó afuera de su vivienda y que ambos trabajadores mintieron en su bitácora sobre las labores que llevaron a cabo ese día.

Paola también refiere que recibió amenazas por parte de su jefa directa, quien le aseguró que la correría e interpondría una demanda laboral si insistía con sus reclamos.

Esta serie de eventos fueron denunciados por Paola ante la Unidad Especializada de Atención a Delitos por Diversidad Sexual de la Fiscalía del Estado de Jalisco, quienes a través del expediente 58588/2023, investigan a César “N”, Juan Pablo “N”, Fátima Ely “N” y Rosa María Lourdes “N” por la probable comisión de amenazas y delitos contra la dignidad de las personas.

Si bien, se ha buscado conciliar a través de métodos alternos, las partes señaladas han rechazado cumplir siquiera con el acuerdo reparatorio, el cual, afirma Paola, contempla la cobertura económica de su tratamiento psicológico por dos años y una disculpa. Y es que, estas violencias le generaron afectaciones psicoemocionales, mismas que se confirmaron en el peritaje psicológico que le fue practicado como parte del expediente de investigación que mantiene abierto la Unidad Especializada de Atención a Delitos por Diversidad Sexual.

“Ellos no quisieron reparar el daño, lo único que quisieron fue “no molestarme” era el único acuerdo que ellos iban a firmar, ¡era no molestarme!, ¡no quisieron reparar el daño!” señala.

Paola explica que, además, estas situaciones han provocado una recaída en su proceso médico como persona con epilepsia “tuve que hacerme más exámenes, casi me dan de alta de Neurología porque ya no había presentado ninguna convulsión, pero tuve una recaída y el psiquiatra y el psicólogo me confirmaron que es por esto”.

De hecho, advierte que durante 2021 y 2022, periodo durante el que laboró dentro de la SISEMH, no le fue garantizado su derecho a la seguridad social.

El 2 de agosto de 2023 ya no fue renovado el contrato de trabajo de Paola, señalando que había sido despedida por no asistir a trabajar, pese a que, habría presentado un justificante médico oficial que advertía que había acudido a una consulta con el especialista para atender su salud. No obstante, de acuerdo con el área de recursos humanos de la SISEMH este justificante “es falso”.

Pareciera que todo el peso institucional sólo ha recaído sobre Paola, dice, pues mientras ella era despedida, sus agresores continuaban laborando: “al final dijeron que (el justificante) era inválido y pues solo me despiden, pero ellos siguen ahí…”

“Me llegué a preguntar cómo una institución que se supone habla de igualdad, donde estamos defendiendo a mujeres víctimas de violencia, vale más eso (la inasistencia laboral como motivo de despido) que los hechos que yo denuncié… ¿por qué eso tiene más peso?”.

Paola también ha presentado la queja 1857/2023/V ante la Quinta Vistaduría General de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, a través de la cual se han dictado una serie de medidas cautelares a su favor. No obstante, ella espera que esta defensoría emita una recomendación hacia la SISEMH, que reconozca la ausencia de una perspectiva de género y de diversidad sexual hacia su personal y que, incluso, se llame a garantizar a que todo el funcionariado de la dependencia cumpla con este requisito para la atención de la población beneficiaría, así como de quien ahí labore.

En medio del proceso han sido también emitidas a su favor medidas de protección, entre ellas, se le ha provisto de un Pulso de Vida, sin embargo, esto no ha sido suficiente para contravenir el miedo que le genera que sus agresores, a quienes describe como personas con influencias dentro de las dependencias de procuración de justicia y seguridad en el estado, permanezcan sin reconocer el daño que le ocasionaron y sin sanción.

Finalmente, se pregunta ¿cómo es posible que estas personas estén atendiendo a mujeres que en algún momento fueron víctimas de violencia?

A través de un comunicado publicado el 2 de octubre, la SISEMH reconoció la existencia de una denuncia por “posibles actos de discriminación por motivos de orientación sexual y acoso sexual”.

De acuerdo con su posicionamiento público, la dependencia afirma haber “impulsado acciones preventivas en el ánimo de generar condiciones de buen trato no repetición” para la víctima y que, permanece a la espera de “la resolución de los distintos procesos de investigación que se encuentran abiertos para actuar conforme a derecho, y acatar las responsabilidades administrativas o penales que se deriven”.

El comunicado puede leerse de manera íntegra a continuación.

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Dalia Souza
Dalia Souza
Periodista apasionada de la radio, comprometida con quienes resisten en la exigencia de verdad, memoria y justicia. Creo que el periodismo es una herramienta para construir paz y cambio social.

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