Algo que sobra y falta en Querétaro: agua

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 Por Natalia Medina, estudiante del Tecnológico de Monterrey, Campus Querétaro.

“Cada vez es más evidente uno de los mayores problemas de Querétaro, es el agua, esto debido a las olas de calor, las sequías y las inundaciones, ya que todos estos fenómenos afecta su ciclo y ponen en riesgo su acceso”, así lo explica Diana García Cejudo, arquitecta urbanista y especialista en el tema del agua.

De acuerdo con la Dirección de Protección Civil de Querétaro, en al menos, 17 colonias de la ciudad de Querétaro se han registrado inundaciones durante la temporada de lluvias, la cual normalmente dura alrededor de seis meses, comenzando en mayo y terminando hasta noviembre; sin embargo, el mes de julio es donde se registra la mayor cantidad de precipitaciones, con un promedio de 103 milímetros.   

Siempre ha existido la lluvia, pero ahora los impactos de ésta han cambiado, pues ha dejado a barrios inundados, drenajes rotos y accidentes catastróficos. Mientras que, al mismo tiempo, la mayoría de las presas se encuentran vacías, dejando a las actividades agrícolas con un uso limitado. Esto se debe a que en Querétaro no cuenta con suficientes áreas naturales de recarga e infraestructura pluvial para la recuperación de este recurso 

Querétaro es una ciudad que siempre ha tenido la capacidad de adaptarse; sin embargo, su crecimiento económico y la forma en la que se ha expandido la ciudad, ha generado una serie de problemas, siendo uno de los más graves: el acceso al agua.

Diana García afirma que hace años el sistema de agua funcionaba a base de ríos o arroyos, lo que permitía a las personas acercarse para hacer uso del recurso conforme sus necesidades, pero debido al crecimiento de la ciudad, esto dejó de ser funcional.

En otro momento se pensó en formas para captar el agua de lluvia; sin embargo, la falta de políticas públicas adecuadas ha propiciado que por más que llueva, toda esta no se capte para ser tratada para utilizarla en otras actividades:Toda el agua de lluvia que cae es un desecho”, precisa Rodrigo Pantoja, el profesor del Tecnológico de Monterrey, Campus Querétaro, en la escuela de Arquitectura, Arte y Diseño.

Ríos sucios y contaminados de Querétaro. Fotografía: Natalia Medina.

El especialista también mencionó que el crecimiento de una ciudad es como una mancha que entre más crece más complica el acceso y distribución de los recursos para poder vivir de manera digna.

El problema, precisa Rodrigo Pantoja, es que cuando este crecimiento es exponencial y no en una escala ordenada, hay muchísimas manchas alrededor que se absorben como una; en el caso de Querétaro, el crecimiento fue acelerado y se hizo sin resolver el problema del acceso al agua a todas las zonas de la ciudad al mismo tiempo, lo que creó una solución temporal a nivel individual.

Sequías versus. Inundaciones

Hay dos factores que determinan el crecimiento de una ciudad, uno es la disponibilidad de suelo y el otro es el agua. Ninguno de los dos es un recurso renovable, pero desde hace 15 años este último comienza a ser un tema crítico en Querétaro.

Actualmente, el crecimiento de la ciudad la volvió impermeable debido al asfalto, esto ocasiona que cuando llueve, el agua no se absorbe y, por tanto, se acumula en los ríos o las zonas más bajas de nuestra topografía desnivelada. Por ende, la ciudad se vuelve más caliente, volviendo a las inundaciones una de las causas principales de las sequías.

El problema de las inundaciones es que son cíclicas y cada vez van a ser peores, y no tenemos ninguna infraestructura que pueda resistir estos grandes e intensos cambios, lo que permite que las olas de calor sean mucho más fuertes y, por ende, las sequías sean peores.

La ambigüedad de este tema es que, por una parte, tenemos mucha agua que se desperdicia, pero por lo que en el otro lado tenemos agostamiento; es decir, el sistema actual para recibir agua está roto y tiene que empezar a funcionar de distinta forma.

No podemos dejar que nuestra capacidad para adaptarnos al calor nuble la manera en la que vemos esta problemática. Este 2023 en junio fue uno de los meses más calientes en todo el mundo, pero cuando le preguntamos directamente a más personas si les afectan el calor, estas mencionan que les molesta, pero ya se acostumbraron. Nuestro instinto de supervivencia busca las soluciones más rápidas para sobrevivir de manera más fácil.

El verdadero ciclo del agua

Antes de que la ciudad empezara existía un ecosistema alrededor de los ríos y arroyos, que tenían agua en cierta temporada del año. Rodrigo Pantoja nos comparte que, históricamente, al comenzar a urbanizar el espacio, la primera muestra de que ya teníamos problema de agua en es la construcción del icónico acueducto.

La Secretaría de Servicios Municipales compartió que del 2018 a la fecha se han invertido alrededor de 500 millones de pesos en la realización de obras pluviales; sin embargo, el especialista sugiere que toda esa agua es dirigida a los canales que se conectan nuevamente con el río y, en ocasiones, también con el drenaje por lo que se contaminan enormes cantidades de agua limpia, esto en tiempos en que tenemos más demanda de agua limpia.

Sin embargo, “si toda el agua de las lluvias se pudiera filtrar, no habría escasez en nuestro estado”, señala Rodrigo Pantoja.

El agua que tenemos en nuestras casas la extraemos del subsuelo, lo cual significa que tiene más minerales que para el cuerpo no son buenos. Asimismo, se importa agua desde un acueducto que viene desde el norte; sobre ello, Diana García nos menciona que van a abrir otro acueducto desde una presa de Zimapán, pero esto no resolverá el problema, pues le estamos robando este recurso a alguien más, dejando sin agua a una comunidad.

Esto sólo demuestra que hablar de las inundaciones en nuestra ciudad es algo más cómodo, pero el problema más severo es el de la escasez. El agua es un derecho al cual todos tenemos acceso, pero como al día de hoy no todos podemos obtenerlo, este deja de ser un común y se vuelve un privilegio.

Creando un nuevo sistema

La solución de esta problemática es muy compleja, pero no imposible. Para encontrarla hay que verla a nivel sistema en diferentes escalas, atendiendo a la inundación junto con la escasez al mismo tiempo, capturando y reciclando el agua de las lluvias.

Desde un punto de vista político, el sistema no es regenerado completamente porque esto involucra interrumpir el día a día de los ciudadanos, lo que provoca críticas y no es atractivo para una campaña de gobierno.

Lo que se está realizando hoy en día para parchar el problema de las inundaciones es el arreglo en la Avenida 5 de Febrero; con ello, el plan es recolectar el agua en cárcamos de rebombeo, para que esta sea desechada después en otro espacio.

Si la solución fuera pensada a nivel sistema, precisan los especialistas, existiría una forma de poder retener toda esa agua antes para filtrar. Sin embargo, como mencionamos antes, esto molesta dos factores esenciales para el ser humano capitalista: tiempo y dinero.

“El huerto es el pretexto para generar un acto revolucionario, que motiva la libertad económica y nutricional”, comenta Tere Herrera, apasionada por la educación ambiental.

Para ella, una solución -a un nivel más personal- está en proyectos como Zona Viva, un huerto urbano que promueve la cultura por la paz a través del contacto con la naturaleza.

Desde el 2017, cuentan con este espacio que busca involucrar a la comunidad a dejar de lado el conformismo de la vida capitalista para empezar a crear cambios con esfuerzo.

Por ello, enseñan a través de talleres, eventos y cursos sobre educación ambiental, para que las personas puedan construir un ambiente ecológico desde su propia comunidad.

En el huerto, el agua de lluvia se atrapa, para después pasar por un biofiltro y, finalmente, llegar a las plantas. Como también están pasando por un momento de sequía, acaban de comprar una cisterna, ya que el huerto en ocasiones necesita ser regado hasta dos veces por día.

El agua es aliada, no enemiga

Querétaro lleva más de una década aumentando sus estadísticas en sequías e inundaciones. Más de una década de miles de habitantes sin acceso al recurso más importante para tener una vida digna.

No obstante, la esperanza existe, pero va de la mano con la voluntad por parte de los ciudadanos. El hacer conciencia y realmente educarse sobre el tema, abre las puertas a que estos efectos climáticos extremos tengan un impacto diferente al que tenemos en mente.

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Este reportaje fue realizado en el marco del Bloque de Producción periodística convergente del Tec de Monterrey Campus Querétaro, del cual ZonaDocs fungió como socio formador.

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Somos un proyecto de periodismo documental y de investigación cuyo epicentro se encuentra en Guadalajara, Jalisco.

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