“Las personas LGBTIQ+ no son enemigos de la Iglesia”: James Alison

Desde que comenzó su camino en la iglesia católica, James Alison, se convirtió en un padre y un referente internacional en teología dirigida a personas LGBTQ+. A lo largo de los años ha defendido la idea de que lo “LGBTIQ+” no es algo odiado por Dios. 

En el conversatorio El Sínodo y las personas LGBTQ+, ¿qué se sueña?” explicó como la concepción negativa de la homosexualidad ha sido una idea se que ha construido con el tiempo, pero que no es cierta. 

Por Aletse Torres / @aletse1799 

“Lo LGBT no es algo odiado por Dios, no es un pedido especial ni una abogacía selecta, sino el fruto lógico y orgánico de la revelación cristiana”; así lo precisó el sacerdote católico, James Alison, durante la charla El Sínodo y las personas LGBTQ+, ¿qué se sueña?” realizada en el Instituto Tecnológico Estudios Superiores de Occidente (ITESO). 

Ahí, el referente internacional en teología dirigida a personas LGBTQ+, explicó que Dios no odia la diversidad sexual y que esta idea es consecuencia lógica de una incorrecta interpretación de la enseñanza cristiana.

Por estas ideas, el padre Alison se convirtió del anglicanismo a la religión católica a la edad de los 18 años, cuando ya era abiertamente gay. Tiempo después, fue cuando inició su vida sacerdotal y también, su activismo en la comunidad LGBTIQ+ en la iglesia. 

Activismo que provocó que, en 2015, fuera separado de la iglesia católica; sin embargo, dos años más tarde el Papa Francisco llamó directamente al padre Alison y anuló la acción de retirarlo, pero no sólo eso sino que también lo apoyó para darle los poderes necesarios para ejercer su ministerio con libertad.

En el conversatorio, Alison puntualizó que la declaración del papa Francisco  donde dijo que: “el ser homosexual no es un delito” fue de suma importancia para la comunidad LGBTIQ+, puesto que es la primera vez que un Papa abiertamente llama por: “la no criminalización de todas las leyes antisodomía en el mundo”.

Y es que tampoco se trata de un “pecado”, es simplemente una variante dentro de la de la condición humana, lo que no genera ni “buenos” ni “malos” actos. No obstante, reconoce que, a lo largo del tiempo, la homosexualidad ha sido considerada por los conservadores como intrínsecamente mala. 

“¿Todos los homosexuales somos malos?” preguntó Alison, a lo que respondió que la homosexualidad no es sinónimo de “ser el fruto de un árbol podrido”, pues no existe ninguna evidencia de que la homosexualidad sea una patología ni una deficiencia de la orientación sexual:

“Los homosexuales no somos heterosexuales fallidos, así como los zurdos no son diestros fallidos”. 

El teólogo señaló, además, que tanto las personas heterosexuales como las homosexuales pueden cometer malos actos, pero que no existe una variante que refleje que su orientación contribuya a estos. 

Por lo mismo, ha llegado a la conclusión de que esta concepción es debido a la interpretación de la moral cristiana bastante conservadora. 

“Cada vez más religiosos reconocen que nuestra idea de lo que es la diversidad sexual estaba basada en concepciones de hace más de dos mil años que no coinciden con lo que hemos aprendido en los últimos 150 años”, comentó.

Por esta razón, manifestó que el apoyo directo del Papa puede funcionar como un espacio seguro para las personas de la comunidad; es decir, como “un abrazo” de aceptación y una forma de normalizar, lo cual significa humanizar la presencia gay en la sociedad en general. 

También, para el padre todo esto es una forma de promover la sinodalidad; es decir, la posibilidad de hablar de estos temas sin tabúes, estigmas o violencia. Todo esto, podría ocasionar que más personas hablen del tema -como arzobispos y cardenales- y, poco a poco, cambiar en la enseñanza y dejar de definir a la gente en viejas categorías. 

Por ello, el padre Alison afirmó que la realidad es diferente a hace 20 años o 40 años, donde aún existía un rechazo muy fuerte hacia las personas de la comunidad y los estigmas era lo único que se predicaba de la misma: “Se pueden cambiar las cosas” expresó el padre. 

Un ejemplo de ello es la invención de la palabra homosexual en 1869, antes de eso, no se nombraba como una otredad y mucho menos se discriminaba a aquellas personas que eran “diferentes”, puesto que no existía esa distinción. 

Finalmente, el teólogo invitó a reflexionar y a repensar la fe católica, esto para acercar a quienes se han alejado debido a la discriminación paras así, juntas y juntos, construir una comunidad más fuerte. 

Comparte

Aletse Torres
Aletse Torres
Vivo de café, amo los gatos, no creo en las etiquetas. Desde niña quise ser periodista por Spiderman, me invento unas fotos, cubro cualquier tema con pasión, respeto y verdad.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Quizás también te interese leer