Lo bueno y lo malo de las lluvias torrenciales

Pesimismo Esperanzador

Por Jorge Rocha, académico del ITESO / @JorgeRochaQ

El temporal de lluvias de este año ha sido copioso y abundante, para inicios de este mes, el Lago de Chapala, el principal vaso lacustre del país, tiene el 52.1% de su capacidad, ya que ha subido en 30 centímetros desde que comenzaron las lluvias, a diferencia del año pasado, que a estas mismas fechas sólo había crecido en cuatro centímetros. 

Por otro lado, la Presa de Puente de Calderón está al 69% de su capacidad, la presa La Red está al 80% y la presa Manuel M. Diéguez también supera el 80% de su capacidad. Esto significa que el agua que se acumula para la Zona Metropolitana de Guadalajara será suficiente para la temporada de estiaje del año próximo. Esto sin duda que representa una excelente noticia y un alivio para la ciudad. De acuerdo con las previsiones de los especialistas, si el temporal de lluvias continua como hasta ahora, el Lago de Chapala podría llegar a un 65% de su capacidad.

Ahora bien, si bien es cierto que este tipo de temporales son sumamente beneficiosos para el campo, para las presas y para las ciudades del país, no podemos dejar de lado las inundaciones que hemos presenciado en esta temporada de lluvias. Además de los colapsos viales que se generan cuando llegan las trombas y las lluvias torrenciales, los sucesos de riesgo para las personas y para el patrimonio han sido patentes. La ironía siempre sirve de recurso para hacer llevadera la tragedia (la aparición de “memes” sobre las calles de la ciudad convertidas en zonas de deportes acuáticos extremos son un ejemplo de ello), sin embargo, no deja de preocuparnos que año con año seamos testigos de inundaciones que ponen en riesgo la vida de las personas, la aparición de socavones que generan múltiples afectaciones viales y de movilidad y los daños al patrimonio de cientos de familia que son victimas de los estragos de estos eventos.

La constatación es que la Zona Metropolitana de Guadalajara no está preparada para este tipo de temporales de lluvia. Los procesos de urbanización que se han llevado a cabo hasta ahora han reducido los espacios de absorción del agua, además se ha construido casas y avenidas donde antes había afluentes de agua, la capacidad de almacenar agua de lluvia sigue siendo reducido a pesar de esfuerzos muy loables como los nidos de lluvia, las estrategias para prevenir las afectaciones por inundaciones tampoco se han implementado del todo y en general no hemos desarrollado una cultura para el manejo y cuidado del agua. Casi cada año se escriben cientos de páginas con este problema público y no hemos generado las estrategias para solventarlos de forma adecuada, generando con ello un círculo vicioso que no contempla soluciones de largo plazo. La gran paradoja es que unos meses la sed de la ciudad apremia y otros meses no sabemos qué hacer con tanta agua. Nos vivimos entre la sequía y las inundaciones. 

Hay muchas propuestas sobre la mesa, hay proyectos de antaño que recuperan los afluentes de la ciudad, hay soluciones específicas que se han colocado en distintos espacios, lo que toca es ponernos de acuerdo y poner manos a la obra, de lo contrario seguiremos viviendo una especie de esquizofrenia social donde en primavera y verano ansiamos el agua y verano y otoño le pedimos a Dios que no nos toque una tromba que afecte nuestros hogares. Ojalá que ahora sí demos el paso, no sólo en Guadalajara, sino en todas las ciudades del país.

PostData

La tragedia de en el estado de Texas en los Estados Unidos, también es un ejemplo de los efectos del cambio climático y de estos temporales de lluvia que por su magnitud se convierten en eventos catastróficos. Es sabido que las grandes potencias industriales como los Estados Unidos y China han sido omisos en este problema y no han tomado las medidas necesarias para atemperar la degradación ambiental que tenemos. Hay muchos estudios que afirman que nuestra forma de vida no es sustentable y llegará un momento, más pronto que tarde, en que tendremos que parar y replantearnos nuestra manera de entender la vida y las prioridades que damos a ella.

Correo electrónico: jerqmex@hotmail.com

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Pesimismo esperanzador
Pesimismo esperanzador
“Pesimismo esperanzado” es una columna escrita por Jorge Rocha, Profesor e investigador del ITESO.

1 COMENTARIO

  1. Excelente artículo Jorge.
    Muy i.portante qu investigadores de tu talla escriban y llamen la atención de las personas en un tema tan importante
    Felicidades

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