Y siguen las acusaciones para Morena

Pesimismo Esperanzador

Por Jorge Rocha, académico del ITESO / @JorgeRochaQ

El caso del huachicol fiscal se convirtió en uno de los mayores escándalos políticos de los gobiernos de la llamada Cuarta Transformación, pero ahora una de sus figuras prominentes, está envuelto en acusaciones graves que ponen en entredicho la supuesta superioridad moral de los miembros de Morena.

Adán Augusto López Hernández ha tenido varios cargos públicos de enorme relevancia: actualmente es senador de la República y presidente de la Junta de Coordinación Política, fue Secretario de Gobernación en la administración de Andrés Manuel López Obrador, también tuvo el cargo de gobernador del estado de Tabasco, donde también tuvo varios puestos públicos como diputado local, diputado federal, entre otros. Este político tabasqueño comenzó su carrera en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), luego se pasó al extinto Partido de la Revolución Democrática (PRD) y desde el año 2014 es militante de Morena. También hay que recordar que fue pre-candidato presidencial por su partido y su pre-campaña fue recordada por tapizar el país con espectaculares, dónde la gran pregunta era de dónde salían los recursos para ese despliegue propagandístico.

Actualmente el senador morenista está en medio del ojo del huracán por dos acusaciones graves, la primera es que Hernán Bermúdez Requena, quien fue su secretario de seguridad en el estado de Tabasco, está detenido para enfrentar las acusaciones de que era el líder del grupo criminal “La Barredora” en aquella entidad. Apenas comienzan las investigaciones, pero de acuerdo a las autoridades hay motivos fundados para creer que este ex -funcionario público realizaba actividades ilícitas y delictivas. Era de esperarse que el asunto llegará a Adán Augusto López, ya que, de confirmarse la realización de estos delitos, quedan dos opciones sobre la mesa: la primera es que el gobernador sabía de las actividades de su colaborador y por tanto se puede configurar una posible colusión con el mismo; o que el tabasqueño no estaba enterado de las actividades de su secretario de seguridad y por lo tanto hay una probada incapacidad para llevar un cargo público de esta relevancia. En las dos posibilidades el senador morenista sale muy mal parado.

La otra acusación se generó a través de varios medios de comunicación donde se afirma que el senador de Morena no ha pagado los impuestos correspondientes a sus ingresos. Las investigaciones periodísticas afirman que el exgobernador de Tabasco sólo pago el equivalente al 2.4% de impuestos por sus ingresos, cuando debería hacer sido el 35% de los mismos. Si esto se llega a corroborar, también estaríamos hablando de una actuación fuera del marco legal, que afecta a la recaudación fiscal y que va totalmente en contra de la narrativa de Morena del respeto a las leyes y del combate a la corrupción y a los privilegios.

La presidenta Claudia Sheinbaum ha sido políticamente correcta con este caso, ya que ha defendido a este miembro de su partido, negó que el SAT haya filtrado a los medios de comunicación algún tipo de información sobre el senador, también lo ha exhortado a aclarar su situación y ha dicho que en su partido no hay “fuego amigo”. Lo que es un hecho es que el ex gobernador de Tabasco está en medio de una tormenta política.

Ahora bien, los casos antes mencionados siguen minado el discurso que instauró el ex presidente López Obrador sobre la supuesta superioridad moral de Morena y de que la oposición política en México estaba moralmente derrotada. Lo que este debate público nos deja y si se llegan a confirmar estas acusaciones, es que tampoco el partido en el poder se salva de estas prácticas políticas que tanto daño han hecho al país. 

Lo que más le conviene hoy a la Cuarta Transformación es aclarar las cosas, para si hay algún delito que perseguir, se juzgue a las personas de acuerdo a la ley y se sancione con lo que establece la normativa y si no hay alguna falta, que esto sea aclarado a través de la máxima transparencia y con las explicaciones necesarias. 

PostData
Parece muy poca cosa que el anterior responsable del Instituto Nacional de Migración se haya disculpado públicamente con las víctimas del incendio de una estación migratoria en Ciudad Juárez, donde murieron 40 personas y 27 resultaron heridas. Francisco Garduño realizó este acto como una de las medidas de reparación del daño dictadas por un juez. Habrá que esperar que otras medidas en este mismo sentido se realicen, pero sobre todo que en este caso si haya justicia.

Correo electrónico: jerqmex@hotmail.com

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Pesimismo esperanzador
“Pesimismo esperanzado” es una columna escrita por Jorge Rocha, Profesor e investigador del ITESO.

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