Tras frenar la tala de un árbol, continúa el conflicto por construcción en colonia Jardines de los Arcos

Tras evitar la tala de un árbol de más de 50 años en Jardines de los Arcos, vecinas y vecinos continúan denunciando irregularidades en la construcción de una torre habitacional impulsada por Grupo Dalton. Pese a las gestiones ante distintas dependencias, señalan que la presencia constante de camiones de carga, el ruido y la contaminación persisten sin supervisión ni sanciones. 

La comunidad exige transparencia en los permisos, un cambio en las rutas de acceso y la intervención de las autoridades para frenar las afectaciones ambientales y de seguridad que, aseguran, ponen en riesgo la salud y tranquilidad del vecindario.

Por Vanessa Briseño / @nevervb

Fotos cortesía de la comunidad vecinal.

Vecinas y vecinos de Jardines de los Arcos lograron frenar la tala de Irene, un árbol con más de 50 años de vida, ubicado en el terreno donde Grupo Dalton pretende construir una torre habitacional. La organización comunitaria y las gestiones ante autoridades municipales permitieron que el Ayuntamiento de Zapopan emitiera un comunicado oficial asegurando que el ejemplar no sería derribado. Sin embargo, la comunidad continúa denunciando afectaciones por la presencia constante de camiones de obra y el humo del diésel, que aseguran deteriora su salud y calidad de vida.

Después de evitar la tala del árbol, las y los habitantes compartieron en diálogo con ZonaDocs que las irregularidades en la obra no han cesado. Aseguraron que, aunque la intervención de la entonces directora de Medio Ambiente, Tania Libertad Zavala, generó confianza al inicio -pues asistió personalmente a supervisar la poda de reducción del árbol y el retiro de concreto alrededor de sus raíces-, el seguimiento se detuvo sin explicación. “Todo empezó muy bien, pero ahora estamos otra vez con incertidumbre; ya no responde a los mensajes ni a las solicitudes”, mencionaron.

El contacto con otras dependencias municipales tampoco ha dado resultados. Las y los vecinos señalaron que el director de Movilidad, Saúl González, canceló de último momento una cita presencial y delegó la atención a miembros de su equipo, quienes justificaron el tránsito de los camiones por calles residenciales. “Nos dijeron que era ilegal que circularan por López Mateos, pero que podían pasar por aquí, aunque mientras hablábamos un camión entraba en reversa frente a ellos”, compartieron. Confirmaron que esa reunión terminó sin soluciones y con la sensación de que las autoridades buscan minimizar el problema.

Además de la contaminación y el ruido, la comunidad denuncia un abandono en la vigilancia y la seguridad pública. Relataron que, a diferencia de lo que ocurre con cualquier otra obra, en este caso no se han presentado inspecciones ni visitas de supervisión. “Antes pasaban patrullas todos los días; ahora ya no, y hace poco hubo un robo a una persona mayor”, expresaron. Para las familias, esta situación evidencia un trato preferencial hacia la empresa responsable de la obra y deja a la colonia expuesta a riesgos ambientales y de seguridad que, aseguran, seguirán denunciando.

Las vecinas y vecinos explicaron que, tras frenar la tala del árbol, continuaron con una serie de procedimientos formales para exigir respuestas a las autoridades. Elaboraron varias solicitudes de información dirigidas a distintas dependencias municipales, entre ellas Obras Públicas, Medio Ambiente y Movilidad. Hasta ahora, solo han recibido documentos con carátulas y dictámenes incompletos, sin información concreta sobre los permisos otorgados ni las condiciones impuestas a la obra. La comunidad busca conocer los dictámenes que justifican el ingreso de camiones pesados por calles residenciales y las medidas ambientales que debieron establecerse para mitigar el ruido y la contaminación.

Además de las solicitudes por transparencia, las y los vecinos presentaron denuncias ante instancias estatales como la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) y la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa). Sin embargo, no han obtenido respuesta de ninguna autoridad. A la par, mantienen comunicación directa con los titulares de Medio Ambiente y Movilidad del municipio, a quienes han enviado evidencias de las afectaciones en la zona. Pese a estos esfuerzos, el contacto se ha interrumpido y las gestiones permanecen sin resolución.

En ese sentido, indicaron que su principal solicitud es que el ingreso de los camiones de carga se realice por las avenidas López Mateos o San Francisco, y no por su calle, la cual no cuenta con las condiciones necesarias para soportar ese tránsito constante. Explican que se trata de una vialidad residencial angosta, con una escuela cercana y con presencia de personas mayores, por lo que el paso de maquinaria pesada representa un riesgo y genera afectaciones por ruido, vibraciones y contaminación. Aseguran que la respuesta del área de Movilidad ha sido justificar el uso de su calle con permisos que no han sido mostrados públicamente, lo que mantiene la desconfianza sobre la legalidad del ingreso de los camiones.

Además, la comunidad pide que se transparente toda la documentación relacionada con la obra, incluyendo los dictámenes ambientales y los permisos de construcción. Denuncian irregularidades en el proceso, como la supuesta falsificación de un peritaje de arbolado urbano y la utilización de una anuencia firmada por un presidente de colonos al que dicen no reconocer. Señalan que, para otorgar permisos de una torre de gran altura, era necesario contar con el consentimiento de los vecinos, el cual nunca se solicitó. Por ello, insisten en que las autoridades revisen la validez de esos documentos y detengan las maniobras que continúan afectando a la colonia.

Igualmente, mencionaron que mantienen la organización a través de un grupo comunitario donde comparten información diaria sobre los movimientos de la obra. Afirman que, a pesar de las denuncias públicas, las actividades continúan fuera del horario permitido, con camiones que ingresan durante la noche y generan ruido, vibraciones y luces intensas. Señalan que estos trabajos nocturnos se realizan sin presencia de ninguna autoridad, lo que consideran una omisión por parte de Inspección y Vigilancia, Movilidad, así como Ecología. De acuerdo con su testimonio, mientras a otros constructores se les sanciona por incumplir horarios, en este caso no se ha efectuado ninguna supervisión ni multa, lo que refuerza la percepción de un trato desigual hacia la empresa responsable de la obra.

Así mismo, manifestaron que ante su descontento por la falta de atención de las autoridades municipales y la ausencia de respuestas, han optado por hacer públicas sus denuncias en redes sociales y exhibir a los funcionarios responsables. Con la etiqueta #LaCiudadQueTeCuida, buscan evidenciar la incongruencia entre el discurso oficial y las afectaciones que enfrentan por el constante paso de camiones pesados y la contaminación que generan.

La comunidad remarcó que la empresa Grupo Dalton no ha establecido ningún canal de comunicación con los vecinos, lo que incrementa el malestar y la sensación de desamparo. Mencionan que el tránsito de vehículos de carga continúa a todas horas, incluso de noche, sin supervisión ni sanciones, ha deteriorado la salud de las familias ocasionado malestar en las vías respiratorias e irritación en sus ojos, además que ha limitado la seguridad de las infancias en la zona:

“También algo que nos preocupa mucho es el tema de la salud a largo plazo (…) es algo gravísimo porque el humo del diésel es cancerígeno, así lo determinó la OMS”, enfatizaron. 

Finalmente, expresaron su preocupación por la participación del sindicato de transportistas vinculado al Sindicato de Trabajadores Mexicanos (CTM), responsable de los camiones que operan en la obra. Indicaron que estos vehículos circulan sin cumplir con las verificaciones ambientales y que recientemente fue detenido cerca de su colonia Nazario Ramírez, líder del frente transportista, acusado de tener vínculos con el crimen organizado. Ante este panorama, las y los vecinos afirman que continuar visibilizando el caso es su única forma de defensa y de exigir un entorno seguro y saludable para la comunidad.