Búnker de Bambúes
Por Juan Yves Palomar / @JuanYvesPalomar (X)
En la actualidad vivimos en un mundo bajo una operación dirigida hacia la interrupción, hacia el entre-corte de la secuencia de pensamientos, cuyo efecto erosiona cualquier capacidad de observación atenta o de creación latente, sosegada. El sistema económico demanda consumo, y para lograr mayor consumo cada vez, exige una mayor aceleración cada día, y para llegar a ese aumento frenético de la velocidad de compra, se crean algoritmos para ser aplicados en las tecnologías contemporáneas, los cuales operan siguiendo modelos de comportamiento con incentivos psicológicos perversos, llamados “patrones oscuros” o dark patterns en el lenguaje de los programadores que diseñan estas plataformas.
¿Qué quiere decir esto? Desde una perspectiva de la llamada “economía del comportamiento” implica que lo que les interesa a quienes programan las plataformas digitales actuales o las aplicaciones de moda, son las conductas de los usuarios objetivo. ¿Qué consecuencias produce la adicción a la pantalla en estas personas? En primera instancia, la pérdida de la capacidad de atención y de retención de información. Lo anterior tiene impacto en toda la vida social de una persona, pero específicamente, en la capacidad de lectura, lo que genera erosión de la concentración.
¿Por qué deberíamos poner atención a esto? ¿Qué se recomienda para contrarrestarlo? Un análisis de los investigadores Li & Yan (2024), mencionan que el papel impreso para la lectura favorece la comprensión en textos complejos y entornos educativos, recomendando combinación híbrida entre papel y formato web, sobre todo para uso cotidiano informativo y funcional, para minimizar brechas digitales.
¿Por qué es importante escribir a mano?
Escribir a mano da forma a ideas que estaban por germinar pero que no habían madurado dentro de nuestra cabeza hasta ese momento preciso. Redactar un texto implica forzosamente repensar al menos una vez un tema. Deletrear en la cabeza una palabra y reflejarla con tu puño sobre el papel es una especie de hechizo que demuestra con la caligrafía que impregnamos en la materia, la existencia de nuestra conciencia.
Este fue el ritual desde el surgimiento del lenguaje, aprender a hacer códigos que hicieran posible el entendimiento en común, primero fueron las señas, los gestos y los ruidos, después los glifos, los signos, las sílabas y las palabras. Primero sobre la roca o la arena, después en la piel y las páginas, hemos convivido con la invocación del lenguaje y la tecnología del libro a través de milenios. ¿De qué manera nuestra relación con este proceso y su dispositivo nos ha modificado como animales sociales?
En The Social Shaping of Technology (1985), Mackenzie y Wajcman exploran cómo tecnologías como el libro son moldeadas por relaciones sociales, pero a su vez las reconfiguran: la imprenta, por ejemplo, aceleró la división del trabajo, alterando lazos comunitarios convirtiéndolos en mercados de ideas. Esto hace que la tecnología, en este caso el libro, se pueda considerar un «punto de articulación entre lo biológico y lo social«, modificando actitudes colectivas hacia la cooperación o el conflicto, afectando así la mentalidad de las personas, y para Duffy (2000) el dispositivo del libro modifica la perspectiva de las personas al pasar de la inmersión oral a lo perdurable escrito.
A nivel cognitivo, en un estudio de Ibaibarriaga, Acha, & Perea, (2025)realizado a niños, se ha encontrado que existe un beneficio en la escritura a mano respecto a la escritura en pantalla, la diferencia es relevante y en todos los sentidos positiva para las personas que escriben a mano respecto a las que no, sobre todo en los rubros de la identificación de palabras, la redacción de las mismas y su decodificamiento. Este beneficio no es solo infantil: adultos que escriben a mano muestran mayor activación en redes de memoria y empatía según lo publicado por van der Meer & van der Weel, (2024)
Para muchos otros autores, es justamente la imprenta, el devenir de la industrialización y división del trabajo, la migración del campo a la ciudad, es decir todos fenómenos influenciados por el avance de las técnicas y las tecnologías, los que precipitaron los procesos de independencia y revolución en diferentes países entre el siglo XIX y XX. Casos como el de los periódicos como El Correo del Orinoco de Bolívar, La Gazeta de Buenos Aires de Mariano Moreno (Eisenstein, 1979 y Anderson, 2006) o Regeneración de Flores Magon, Dolores Jimenez Moro y tantas otras plumas, son pruebas de cómo la influencia de la imprenta ayudó a pactar una alianza (al menos simbólica, y con muchas contradicciones) entre pueblos originarios y poblaciones criollas en contra de las Coronas Española, Inglesa y Francesa.
Ahora si eso pasó con los libros, podemos entonces empezar a darnos una idea del tamaño de las consecuencias y repercusiones que han tenido, pueden tener y seguirán teniendo el crecimiento de internet, la digitalización cotidiana, así como la expolosión de la IA. Recordemos que la tecnología puede ser utilizada y tener efectos en diferentes sentidos, así internet puede ser el medio para impulsar una revolución en un país y al mismo tiempo ser el conducto de vigilancia en otro.
Todo lo anterior no solo impacta sobre la capacidad de lectura o redacción, sino también en la concentración, lo cual compromete el desarrollo de cualquier arte, empleo u ocio. La posibilidad de que algunos de los efectos sea convertir al individuo de un ser creador de su propio medio a un consumidor pasivo, disperso y propenso a las recompensas inmediatas con cada vez con mayor capacidad de alienarse de su propia realidad inmediata, es un riesgo presente.
¿Es factible que todo esto en su conjunto cause no sólo la pérdida de habilidades intelectuales, también la erosión de las relaciones sociales reales y el deterioro de la salud mental de las personas?
¿Quién gana con que las personas tengan la atención fragmentada?
Las 7 corporaciones que empujan hoy la burbuja de la industria de la IA, las plataformas digitales y sus milmillonarios, considerados como los nuevos señores del tecnofeudalismo (Varoufakis, 2023). Bajo esta perspectiva los usuarios, es decir los ciudadanos, nos hemos convertido en siervos de un nuevo feudalismo tecnológico donde el capital se extrae no del trabajo, sino de la atención y los datos que les regalamos de manera cotidiana con el uso de sus herramientas. Está en nosotros intervenir en este círculo vicioso y desenredarnos de las cosas que deterioran nuestra calidad de vida y nuestras capacidades cotidianas. Sea el abuso de la televisión, de la pantalla, del internet o de los modelos de aprendizaje automático.
En Convivencialidad (1973) Iván Illich ya hablaba de “herramientas convivenciales” frente a las “herramientas manipuladoras”. Una contratecnología es cualquier herramienta que le devuelve al usuario el control, la autonomía y la posibilidad de relación directa con otros, en vez de someterlo a una lógica de dominación industrial o monopólica. El ejemplo más conocido es la bicicleta como contratecnología en contraste con el automóvil, pero lo puede ser el libro ante la pantalla o la reunión vecinal frente al frio chat lleno de memes y lugares comunes. Otros autores más recientes hablan también de la importancia que pueden tener la generación de IA´s locales, el impulso al código abierto, el software libre y las cooperativas de plataformas.
Siguiendo las ideas de la obra de Andrea Vetter (2018) que retoma el concepto de Illich, las tecnologías o herramientas convivenciales se pueden evaluar mediante una ‘matriz‘ de cinco dimensiones (relación, adaptabilidad, accesibilidad, interacción biologíca y adecuación), aplicando esta matriz al ciclo de vida de una herramienta o procesos grupales permite diseñar alternativas no solo como forma resistencia, sino como opciones reales para la autonomía y la soberanía.
¿Te imaginas qué tu país impulse su propia IA para que esta tenga mecanismos de control democráticos y representativos?
¿Te imaginas que en tu región existieran cooperativas que impulsen nuevas plataformas de redes sociales con código abierto ?
¿O te imaginas que existieran cooperativas de internet local en las sierras latinoamericanas?
¿Y tú?
¿Ya haces algo para modificar para bien tus capacidades?
¿Cuándo fue la última vez que escribiste a mano una carta?
¿O recuerdas la fecha de cuándo escribiste tu primer cuento?
¿O cuál fue el primer cómic que viste?
¿O tu primera novela?
Bibliografía:
- Li, Y., & Yan, L. (2024). Which reading comprehension is better? A meta-analysis of the effect of paper versus digital reading in recent 20 years. Technology in Society, 14, Article 100142. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2772503024000288
- MacKenzie, D., & Wajcman, J. (Eds.). (1985). The social shaping of technology: How the refrigerator got its hum. Open University Press. https://archive.org/download/socialshapingoft0000unse/socialshapingoft0000unse.pdf
- Duffy, S. E. (2000). Review of the book The printing press as an agent of change: Communications and cultural transformations in early-modern Europe, by E. L. Eisenstein. H-Ideas. https://networks.h-net.org/node/6873/reviews/7366/duffy-eisenstein-printing-press-agent-change-communications-and-cultural
- Ibaibarriaga, G., Acha, J., & Perea, M. (2025). «The impact of handwriting and typing practice in children’s letter and word learning: Implications for literacy development.»Revista: Journal of Experimental Child Psychology. DOI: 10.1016/j.jecp.2025.106195. Recuperado el 11 de noviembre de 2025, de la pagina: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0022096525000013?via%3Dihub
- Van der Weel, F. R., & Van der Meer, A. L. H. (2024). Handwriting but not typewriting leads to widespread brain connectivity: A high-density EEG study with implications for the classroom. Frontiers in Psychology, 14, Article 1219945.https://doi.org/10.3389/fpsyg.2023.1219945
- Eisenstein, E. L. (1979). The printing press as an agent of change. Cambridge University Press. https://doi.org/10.1017/CBO9780511819230
- Anderson, B. (2006). Imagined communities (Rev. ed.). Verso. https://www.felsemiotica.com/descargas/Anderson-Benedict-Comunidades-imaginadas.-Reflexiones-sobre-el-origen-y-la-difusi%C3%B3n-del-nacionalismo.pdf
- Illich, I. (1973). Tools for conviviality. Harper & Row. Hipervínculo de consulta: https://archive.org/details/illich-conviviality (versión digital gratuita)
- Vetter, A. (2018). The matrix of convivial technology – Assessing technologies for degrowth. Journal of Cleaner Production, https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0959652617304213
- Varoufakis, Y. (2023). Technofeudalism: What killed capitalism. The Bodley Head. Hipervínculo de consulta: https://www.penguin.co.uk/books/315904/technofeudalism-by-varoufakis-yanis/9781847927399


