#FIL2025
En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, mujeres defensoras de Temacapulín, acompañadas por la periodista Sonia Serrano y la directora de IMDEC, María González Valencia, presentaron Tres experiencias de lucha en tiempos de despojo y resistencia, una obra que recoge testimonios de comunidades que han enfrentado megaproyectos extractivos en México.
Text y fotografías: Mario Marlo / @Mariomarlo
Guadalajara, Jalisco, 8 de diciembre 2025.- En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), se presentóTres experiencias de lucha en tiempos de despojo y resistencia, un libro que reúne historias y reflexiones de comunidades que, desde distintos territorios de México, han enfrentado proyectos extractivos y procesos de despojo. La mesa estuvo integrada por la periodista Sonia Serrano, María González Valencia, directora del IMDEC, y las defensoras María de Jesús García e Isaura Gómez,mujeres clave en la resistencia de Temacapulín.
Durante la presentación, María González Valencia explicó que el libro recupera las voces de quienes sostuvieron la lucha contra la presa El Zapotillo en Los Altos de Jalisco. “Esta obra recoge la voz de Hortencia González, de Imelda Limón y de don Javier Jiménez, un gran aliado en la lucha. También la de don Luis Villegas y la de mujeres como María Félix Rodríguez, cuya fuerza marcó la historia de Temacapulín”, señaló.
Agregó que el libro también incorpora los testimonios de los llamados “hijos e hijas ausentes”,personas migrantes que, aunque lejos del pueblo, “siempre estuvieron presentes en la defensa del territorio”.
La presentación tomó un giro profundamente emocional cuando doña Isaura Gómez compartió la vivencia del despojo como una herida prolongada. “La pena de la presa del Zapotillo fue como tener a un ser querido en agonía. Se nos iba el sueño, se nos iba el hambre. Vivir así era como morir poquito a poco”, expresó. Recordó que muchas personas murieron de tristeza, pero que la resistencia se mantuvo gracias al acompañamiento de organizaciones y a la presión nacional e internacional.
Cuando finalmente se lograron los acuerdos que evitaron la inundación, Isaura dijo que el pueblo recuperó la esperanza: “Hasta entonces se nos volvió el alma al cuerpo. Desde que Temaca se salvó, vivimos tranquilos. Y al que no quiera estar tranquilo, allí es a huevo”.
Por su parte, María de Jesús García relató que su convicción nació de un principio simple: la dignidad. “No era por el territorio, era por la dignidad. Sacar a nuestras familias era desbaratar el tejido social. Yo lloré mucho, pero entendí que para luchar hay que tener un ideal firme y mucha lealtad”,afirmó.
María de Jesús insistió en que los megaproyectos golpean de manera desigual a los pueblos, a quienes el Estado suele tratar como “invisibles”: “Para ellos significamos aventarse el dinero a la bolsa. A nosotros no nos ven, no nos escuchan, salvo cuando tienen que cobrarnos impuestos”.
El libro reúne también la historia organizativa que dio fuerza al movimiento: la creatividad comunitaria, la música, las alianzas nacionales e internacionales y la participación decisiva de mujeres mayores, quienes enfrentaron estigmas y burlas. “¿A poco esas viejitas van a detener la presa?”,recordó María González. “Y sí la detuvieron”.
Sonia Serrano y María González destacaron que la experiencia de Temacapulín marcó un antes y un después en la lucha por el agua en Jalisco y en México. El movimiento demostró que la defensa territorial puede articularse desde los pueblos, pero también desde la diáspora, desde la memoria y desde el cuidado colectivo.
Finalmente, las defensoras insistieron en que, aunque la presa no inundará las comunidades, la lucha no ha terminado. Aún falta garantizar la reparación integral del daño y evitar cualquier intento de reactivar el proyecto. “No debemos quitar el dedo del renglón”, advirtió la periodista Sonia Serrano. “Mientras no haya decretos firmados, cualquier gobierno puede querer cerrar las ventanas”.
Tres experiencias de lucha en tiempos de despojo y resistencia forma parte del trabajo del Grupo Territorio, Género y Extractivismo, y analiza tres procesos de defensa territorial: la lucha contra la presa El Zapotillo en Jalisco, la resistencia al Proyecto Integral Morelos y la defensa del territorio chontal frente a la minería en Oaxaca.
Para Temacapulín, la obra es también un acto de memoria. Como dijo Isaura al cierre de la presentación: “Temaca vive porque nunca dejamos de luchar. Y mientras vivamos, lo vamos a seguir defendiendo”.
