Para comprender su complejidad debemos verla más bien como un conjunto de delitos, pues es difícil clasificarla o calificarla si no se toma en cuenta el proceso previo por el que pasó una víctima y todas las personas que participaron en él; además no hay que confundirla con tráfico de personas pues, aunque en algún punto pueden ser causa y consecuencia, son delitos distintos
Ámbar Barrera | Dafne Betsabe Garcia Mendoza | María José Andrade Gabiño
@AstroBruja | @DafneBetsabe2 | @MajoAg23
Ilustración: Conejo Muerto
A pesar de que la trata es un tema sobre el cual se ha hablado mucho, más en los medios que desde los discursos gubernamentales, y menos todavía en cuanto a prevención y atención, aún existen confusiones sobre qué es y cuál es la diferencia con otros delitos, como el tráfico de personas.
Entre las grandes dificultades para entender la magnitud del problema están la escasa medición estadística, la criminalización de las víctimas, la normalización de las formas en las que son captadas y la ineficiencia de las autoridades para que las víctimas puedan denunciar, así como la investigación de los casos.
Un ejemplo claro es el caso de Jennifer. La menor de edad fue privada de su libertad en 2017. Mientras estaba retenida escuchó que la iban a vender y logró escapar. El fiscal que llevó su caso declaró inocentes a quienes Jennifer señaló como sus captores, argumentando que ella estaba en el lugar por voluntad.
El juez y el fiscal ignoraron elementos fundamentales en casos de trata, como el consentimiento no efectivo, la minoría de edad de Jennifer, la privación de la libertad como antecedente de trata y criminalizaron a la víctima.
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El delito
La trata de personas tiene que ser entendida como un conjunto de delitos, que van desde la explotación de la persona hasta el proceso previo: identificar a la víctima, trasladarla al lugar de explotación, alojarla, etc., porque quienes cometen el delito de trata no sólo son quienes explotan directamente a las víctimas, sino todas las personas que participan para que la víctima llegue a esas circunstancias.
La Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y Para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos, en el Artículo 10, establece que el delito de Trata de personas se refiere a: “Toda acción u omisión dolosa de una o varias personas para captar, enganchar, transportar, transferir, retener, entregar, recibir o alojar a una o varias personas con fines de explotación”.
Los tipos de explotación relacionados con la trata, de acuerdo con el Artículo 10, se pueden ver en la siguiente gráfica:
Los tipos de explotación más comunes son sexual, laboral, criminal, de guerra y de órganos. Sin embargo hay incontables formas de explotación que se renuevan constantemente según los contextos regionales, y que suelen mezclarse con otras.
En México prevalece la explotación sexual o una mezcla de esta con labores forzadas y actividad criminal, de acuerdo con el Reporte Global de Trata de Personas 2018 de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), el organismo internacional que investiga y genera datos sobre el fenómeno de trata de personas en el mundo.
Trata y tráfico de personas, una confusión
Pero a veces es difícil identificar la trata y se confunde con el tráfico de personas. Su diferencia principal radica en sus fines. En el caso de la trata el fin es la explotación de la persona para obtener un beneficio económico, se le transporte a otro lugar o no. Mientras que en el tráfico el beneficio se obtiene al transportar a la persona de un lugar a otro de manera ilegal.
Esto es, la trata es un delito contra la persona, mientras que el tráfico es un delito contra el Estado, viola sus leyes de circulación y migración.
El consentimiento es otro factor. En el caso del tráfico, las personas aceptan su traslado y pagan para ello con el conocimiento de que es ilegal, su consentimiento se hace efectivo porque no fueron engañadas o amenazadas; mientras que en la trata, si es que hubo consentimiento, está sesgado por mentiras o coaccionado.
Es importante decir que en menores de edad ningún consentimiento es efectivo.
En México, a la confusión entre trata y tráfico se suma que las dos suelen relacionarse y afectarse entre sí, debido a la magnitud del fenómeno migratorio y del crimen organizado.
Las víctimas de trata son captadas en situaciones de vulnerabilidad: pobreza, baja escolaridad, falta de empleo, marginación, violencia y migración.
Y en el tráfico de personas coinciden muchas de esas causas, por lo que la persona es más vulnerable a ser víctima de trata.
El hecho de que estos dos fenómenos se confundan entre sí y también tengan relación es factor para que las víctimas de ambos delitos se confundan, entonces la canalización y atención de las mujeres víctimas de trata no se realiza correctamente dejando a muchas de ellas desprotegidas.