Mujeres, sin las mismas oportunidades sobre los escenarios

En tres de los festivales nacionales musicales más importantes de México (Coordenada, Live Out y Corona Capital), de 2015 a 2019, sólo se les otorgó el 15.69% de espacios a mujeres en los carteles.

Por: Carlos Mora

La historiadora norteamericana Linda Nochlin, en 1971, publicó en la revista ‘Art News’ un artículo titulado ‘¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?’, que posteriormente se convirtió en el texto inaugural de la crítica artística feminista.

En este texto, se planteaba si de verdad no había equivalentes femeninos de artistas de la talla de Miguel Ángel, Picasso, entre otros. Nochlin afirmaba que “No es porque las mujeres carezcan naturalmente de talento artístico, sino porque a lo largo de la historia, todo un conjunto de factores institucionales y sociales, han impedido que ese talento se desarrolle libremente”.

Hablando musicalmente, en la época del renacimiento y el posterior periodo clásico, solo las familias de la nobleza o que tuvieran que ver con la aristocracia, podían ser músicos y dedicarse a eso. Las mujeres de estas familias siempre las hicieron a un lado, nunca eran tomadas en cuenta, eran invisibles y para que una de sus composiciones pudieran aparecer frente al público, tenían que hacerlo bajo un alias masculino, ni de chiste ellas podían salir a un escenario.

Erika Georgina González, doctorante en cultura y arte por parte de la Universidad de Guanajuato, comenta el contexto artístico en el que las mujeres, sólo eran vistas o tomadas en cuenta como musas: ‘Eran consideradas y aún se siguen considerando como un objeto, como algo que se puede poseer, no era un ser pensante, o evidentemente, así se veían las mujeres estaban relegadas a lo doméstico y a las tareas del hogar, no se les permitía participar de la vida pública”.

La lucha feminista ha sido la que ha permitido que las mujeres sean visibilizadas en el mundo del arte, así lo considera Erika, “En los años sesenta y setenta, muchas mujeres comenzaron a levantar la voz, ya se exigían espacios, el arte hecho por mujeres, se buscó que tuviera mayor visibilidad, las minorías, mujeres negras y latinas en Estados Unidos, comenzaron a exigir y a evidenciar la opresión, no sólo de los hombres, si no también de las mujeres blancas, esa lucha es la que ha hecho ganar espacios y visibilidad”.

En un estudio publicado en 2018 por la cadena británica BBC (Bristish Broadcasting Corporation), sólo el 13% de las canciones exitosas, fueron de mujeres.

Georgina comparte qué ideas tiene para que las mujeres, en un futuro, puedan avanzar más en el arte: “Desde el sistema educativo, podrían cambiarse muchas cosas y cambiar personas, se podrían explorar todas las posibilidades que hay dentro del arte, en igualdad de condiciones este sistema no permite que exploren esas capacidades artísticas que tienen y que les puede llevar a desarrollar una carrera dentro del arte, cambiar el método es fundamental para la formación de futuros artistas”.

Los datos

Nohace falta ser muy observador o saber mucho de música, para darse cuenta de la gran segregación que viven las mujeres en los escenarios del país, es tan fácil como voltear a ver cualquier cartel de algún festival musical y notar que no hay muchas veces, ni una cuarta parte de bandas integradas por féminas, comparado a la gran cantidad de músicos hombres.

Si ponemos a México y a Estados Unidos en una balanza, no cambia mucho la cosa, esta brecha se refleja a nivel mundial. En el año 2016, The Huffington post, se dio a la tarea de analizar los carteles de diez festivales llevados a cabo en el país norteamericano, las fechas de esta investigación, fueron de 2012 a 2016, se reportó una presencia femenina, solamente del 7% variando a un 34% del total.

Si se analizan tres de los festivales más populares en México, en diferentes estados de 2015 a 2019, estos son los resultados:

Acosadas, subestimadas y en desigualdad

Erika Iñiguez de 18 años, es una cantante y compositora de rap y hip hop, comenzó su travesía desde hace cinco años, sólo por diversión empezó a escribir cosas que pensaba, ya a los 14 se le dio la oportunidad de grabar sus primeras canciones en un estudio.

A su corta edad, ya le ha tocado vivir inconvenientes de desigualdad y omisión “Hay ocasiones en las que les prestan más atención a los hombres, por ese que simple hecho, piensan que por ser mujer, lo único que te va a salir bien son coros”.

Según datos de la página Last FM, ninguna artista mujer que haga rap o hip-hop , figura entre los primeros 30 más escuchados.

Esta MC relata lo que se vive, en algunos shows, en los que te tienes que anotar para participar y poder ser escuchado: “Una vez asistí a un evento en el cual, primero dejaron interpretar a los hombres y hasta el final, me dejaron a mi y a una muchacha, ‘ya si nos alcanza el tiempo, te decimos’”.

Pamela Itzel López es una cantante y compositora tapatía de 24 años, también comenzó muy joven a hacer música, hace un par de años tocaba en su antigua banda llamada Anderson, actualmente sigue con su carrera solista colaborando con otros músicos.

Al igual que Erika, Pam también ha sufrido de cierta desigualdad. “Entre músicos, siempre se toma más enserio a los hombres, cuando tenía presentaciones con Fabio (ex guitarrista de su banda), la mayoría de la gente se acercaba con él, siempre lo vieron como el líder, a mí sólo me decían ‘cantas muy chido’, esa es la diferencia que yo noto, si un hombre saca un proyecto, lo respetan más, a las mujeres sólo las ven como una cantante bonita”.

El acoso que sufren las mujeres en la industria de la música es otro de los grandes problemas que viven en cada evento, intento de búsqueda de oportunidades, entre otras cuestiones, Itzel relata cómo le ha tocado vivir esas situaciones: “Hay gente que te busca para hacer cosas, pero en realidad sólo quieren ligar contigo o hay veces que los hombres que hacen eventos y festivales, buscan algo a cambio, si tu no cedes, se enojan contigo y te quedas fuera de ese festival, te cierran las puertas por no querer con ellos”.

Begoña Cuellar, música de Guadalajara, comenzó desde niña, su sueño era tocar la batería, pero sus papás no la dejaron, así que se decantó por el piano a los 10 años, estudió la licenciatura en producción y ejecución de música popular contemporánea en Fermata, no terminó y se cambió a la Universidad Libre de Música (ULM), actualmente tiene un proyecto solista llamado Oblina.

Ella siente que la atención que le prestan a las mujeres que se dedican a la música es muy diferente, siempre se ha sentido juzgada más por hombres que por sus compañeras: “Percibo que se nos ve como con una lupa, se nos presta atención pero en plan de ‘quiero ver si lo hiciste lo suficientemente bien’, no nos ven siquiera como competencia, siempre esperan de nosotras lo superficial”.

También piensa y comenta que hay demasiada desigualdad y que sí hay oportunidades, pero van acompañadas de acoso o de desigualdad de paga.

A las mujeres, históricamente se les ha subestimado su calidad artística, Begoña relata la suya: “Cuando estaba empezando mi proyecto, yo le platiqué a un productor lo que estaba haciendo, la respuesta de él fue un ‘no’, me dijo ‘¿Ubicas a Yolandi?, vocalista de Die Antword, deberías hacer algo como ella, ya deja de ir a tu antiguo estudio y vente conmigo’ tiempo después me marcó que había hablado con un amigo productor de él que ya íbamos a empezar el proyecto como él quería, dije que no”.

Lo que a ella más le cuesta como mujer en la industria de la música, es romper el paradigma o barrera de lo que realmente puede llegar a hacer como representante femenino: “Está siendo muy difícil dar el mensaje que quiero dar, las morras podemos hablar más que de amor y desamor, tenemos mucho que decir, no todo es esa letra rosa y bonita, nosotros también nos enojamos, podemos hacer critica social, es difícil salir del estándar”.

Soluciones de paso a paso

Elsitio Ruidosa, es una página feminista creada por Francisca Valenzuela, cantante chilena, esta revista web es una plataforma de conversación y activismo, en la que, según su manifiesto, trabajan para ésto: “ Queremos cambiar las reglas que crean el material que llena nuestras pantallas, audífonos, y experiencias, desde las industrias creativas, haciendo ruido para que todas las mujeres sean escuchadas”,

Ruidosa sacó un informe estudio en el 2017 y 2018 de cómo era la participación de mujeres en la industria musical en América Latina, el promedio de Argentina es de que sólo hay una banda de mujeres o solista por cada 14 artistas hombres nombrados en un festival. Músicas argentinas se dieron cuenta de esto y lideradas por la cantante Celsa Mel Gowland, de la mano de la senadora Anabel Fernández Sagasti, presentaron la propuesta y proyecto: “Ley Mercedes Sosa”, mismo que ya fue aprobada el pasado 20 de noviembre, en el cual, ya se garantiza un cupo femenino, por lo menos del 30% en eventos que convoquen a 3 o más artistas.

Juana Giaimo periodista musical argentina, que ha escrito en Rolling Stone, Billboard, Remezcla, The Guardian, entre otros, comenta que algunas personas en su país, han dudado del fin de esta ley, porque creen que ahora ya se van a imponer artistas mujeres, cuando realmente el fin es abrir espacios: “Es realmente alarmante la reacción agresiva de esta ley, esto siempre fue necesario, a lo largo de la historia crear este tipo de leyes para que las mujeres tuvieran más representación, para que de poco, comencemos a aceptar y naturalizar, que las mujeres deben de tener de todos los espacios en la sociedad y ojalá en el futuro, eso no sea más necesario tener leyes sobre esto”.

Si bien es un pequeño paso la aprobación de la Ley Mercedes Sosa, Juana comenta que es un poco ambigua y que le faltan pulir más detalles sobre inclusión: “Es bastante relativa, si es una banda que tiene tanto mujeres como varones, lo que pide es que haya un 30% de féminas y por ejemplo es una agrupación de 3 personas, mínimo una de ellas tiene que ser mujer y con esto ya es considerado el cumplimiento de la ley, con lo cual ni siquiera es el porcentaje puro, esta ley tampoco tiene en cuenta todo lo que es el backstage, managers, sonidistas, además tampoco tiene en cuenta las identidades no binarias, artistas trans, etc.”

Todos los espacios de visibilización, como sitios web, premios, medios de comunicación masivos, necesitan también impulsar a las mujeres, así lo considera esta periodista musical: “En Argentina por suerte, se estuvieron dando mucho eventos que son específicamente de mujeres y que llegaron a tener muchísima convocatoria, las personas piensan y dicen que ellas no tienen tanta convocatoria como los hombres, ¿cómo las mujeres van a tener convocatoria si no se les abren espacios?, esto se convierte en un circulo vicioso, no las convocan porque no tienen público, pero la realidad es que no tienen convocatoria porque no tienen espacios para tocar”.

Patricia Mayayo, es una escritora proveniente de Madrid, España, ella plantea en su libro ´Historias de mujeres, historias de arte’ una reflexión sobre la lucha heroica contra la exclusión: “Las mujeres no han creado sus obras desde un afuera de la historia, es decir, desde un espacio situado fuera de la cultura, un espacio de reclusión y de silencio, sino que se han visto abocadas a trabajar dentro de la misma cultura, pero ocupando una posición distinta a la de los artistas varones”.

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