Ronda la amenaza de cierre contra la Normal de Mactumactzá

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Esta es una lucha por la supervivencia de la Normal de Mactumactzá, describe un normalista que protestó para que el examen de admisión sea con cuadernillos de papel y pluma. En el centro de su relato está el empobrecimiento de las comunidades indígenas  y narra el abuso sexual que policías de Chiapas cometieron contra sus compañeras normalistas

Texto:  Daliri Oropeza / Pie de Página

“Queremos que la Normal siga existiendo por muchos más años”, dice el normalista de Mactumactzá.  El fantasma del cierre de la Normal Rural ronda en las aulas de la escuela. La reciente represión del gobierno de Rutilio Escandón y el arresto violento de 95 estudiantes lo ha despertado.

Un joven estudiante que vivió el operativo policiaco en Chiapas cuenta sus motivos de lucha y narra lo que vivieron sus compañeras con el abuso sexual de los policías. En el centro de su relato está la situación de pobreza de las comunidades indígenas.

Las 74 mujeres detenidas en el penal de El Amate fueron liberadas condicionalmente, pero están sujetas a proceso, deben ir a firmar cada 15 días y no pueden participar en movilizaciones cívicas.  Los 19 normalistas varones están aún presos en el Cereso 14 del municipio de Cintalapa. 

A pesar de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tomó conocimiento de las agresiones sexuales contra las 74 alumnas retenidas y exhortó al gobierno federal investigar el uso excesivo de la fuerza por parte de los policías, el gobierno de Chiapas ha ignorado el exhorto.

Lo mismo ha sucedido con el llamada de La Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ONU-DH) a las autoridades del estado de Chiapas a garantizar el debido proceso y el respeto a los derechos humanos de las personas detenidas en el contexto de las protestas estudiantiles de la Escuela Normal Rural. Además investigar las denuncias de abusos por parte de servidores públicos estatales. Lejos de responder a los organismos de derechos humanos, las autoridades han intensificado la agresión criminalizando a los normalistas y acusándolos de ser manipulados por provocadores externos. 

¿Qué es lo que motiva a los estudiantes de esa institución escolar a luchar por el derecho a la educación y una escuela y que hoy está en el centro del debate político nacional y que ha llevado a organismos como la CIDH y la ONU-DH a externar su preocupación con la situación que viven los muchachos? La entrevista trata de responder.

El fantasma de la desigualdad digital

Las y los normalistas rurales exigen un examen presencial elaborado en un

cuadernillo de papel con lápiz y pluma en lugar de la prueba en computadora o en línea a distancia que quieren imponer las autoridades.  Las carencias que hay en las comunidades de Chiapas, desde la falta de conectividad hasta la ausencia de computadoras, hacen que muchos jóvenes aspirantes a entrar a la normal no sepan utilizar los recursos digitales adecuadamente. Esto lo describe el normalista entrevistado. Realizar un examen en computadora es condenarlos a que no puedan ingresar a la escuela.

Por eso protestaron. Porque ante el empecinamiento de las autoridades de hacer el examen de admisión en línea ellos quieren un proceso de ingreso justo y que ingrese a la normal quien lo necesita.

El gobierno de Chiapas respondió a las demandas de los jóvenes cerrando el diálogo. Los estudiantes se movilizaron. La policía estatal detuvo a 93 normalistas: 74 mujeres, 19 hombres el 18 de mayo al volantear en la caseta de peaje de la carretera. Los granaderos ya los estaban esperando. Al comenzar su protesta, los policías de Chiapas ni siquiera les preguntaron sus motivos, sólo comenzaron los golpes y las detenciones.

Los estudiantes de la Normal rural de Mactumactzá llevan varios meses exigiendo que el internado se mantenga abierto, que haya más recursos públicos, que la normal cuente otra vez, como en décadas pasadas, con un internado para que sus alumnos vivan allí (el entonces gobernador Pablo Salazar lo clausuró en 2003); piden alimentación, prácticas escolares, transporte, mantenimiento de instalaciones y celebraciones escolares.

En agosto del 2020 el gobierno de Chiapas recibió el pliego petitorio de los normalistas con demandas académicas, productivas  deportivas, materiales y políticas. Las autoridades respondieron que “se generarán mesas de trabajo”.

El primer rompimiento

El 12 de mayo de 2021 fue la primera protesta de normalistas después de que la Secretaría de Gobierno de Chiapas y la de Educación rompieran el diálogo, ante la negativa de los normalistas de hacer el examen de admisión en línea.

Ese día la policía estatal les lanzó gas lacrimógeno mientras daban una conferencia de prensa pública.  Esto fue un día antes de la marcha con la que arrancó el congreso nacional de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Tuxtla Gutiérrez.

Los normalistas, de acuerdo con el testimonio de este estudiante que pide ser anónimo, no se explicaron tan salvaje represión en su contra, hasta que les informaron que ese día había reunión del gobernador con su gabinete en el Palacio de Gobierno. El saldo de la violencia policial no fue menor: por lo menos ocho estudiantes resultaron heridos con quemaduras y golpes.

Para ingresar a la escuela Hay entre 1,000 y 1,500 fichas en promedio por ciclo escolar. Las academias se conforman por no más de 150 estudiantes. La Normal hace filtros para asegurarse que entren quienes necesitan estudiar y no tienen otro modo de sostener su educación.

Detenciones arbitrarias, abuso sexual y represión

—¿Qué está en juego ahora en la Normal de Mactumactzá? ¿Cómo surge la protesta?

—El detalle principal en juego es que la Normal de Mactumactzá es ‘rural’, aquí no se paga ni colegiatura, no se paga inscripción, no se pagan libros, nada de eso, al contrario. Dentro de la institución tenemos dormitorio, comedor, uniformes, material didáctico, todo para estudiar. Nos dimos cuenta que, por una u otra razón, el Gobierno del estado de Chiapas no quería publicar o se negaba a sacar la convocatoria de nuevo ingreso.

Va dirigida a personas que de otra manera, no tendrían la oportunidad de estudiar. Lo principal para nosotros es que el examen de admisión se haga de manera presencial y no virtual. Esa era nuestra exigencia desde un principio: que se publicara la convocatoria, que el proceso de ingreso se llevara a cabo de manera presencial y que el examen fuera escrito en un cuadernillo con pluma o papel.

El año pasado el examen fue presencial pero en línea, mixto dentro de la ciudad, se destinaron varios puntos, se colocaron las computadoras. Ahí se dio la conexión a internet y ya los estudiantes tenían el acceso al examen en Tuxtla Gutiérrez.

Pero durante el examen la conexión fue muy inestable; de hecho el sistema tuvo fallas, a muchos compañeros a mitad del examen, se les canceló. O como no saben usar una computadora, se les dificultó mucho hacerlo. Así, pues, no pudieron terminar el examen a tiempo y cuando se les acabó el tiempo, la prueba les fue cancelada.

Por eso exigimos que para este año fuera en cuadernillos, como anteriormente se manejaba. Desde un principio la Secretaría de Gobernación estatal, la Secretaría de Educación Pública de Chiapas dijo un rotundo no. No accedieron en ningún momento. Ni siquiera a la parte de que se hiciera como el año pasado, quieren todo en línea.

Dicen que para este año todo el proceso tiene que ser en línea: entrega de fichas, examen, respuestas, y que inclusive cada uno de los compañeros que quisiera ingresar a la normal por sus propios medios tenía que buscarse una computadora o tablet.

Nuestra exigencia es justa.

Desde un principio nos comprometimos a que se tenía que respetar todas las medidas de sanidad por la pandemia.

Pero al principio del mes de mayo, el diálogo se rompió definitivamente. Dijeron que no nos tomáramos la molestia de comunicarnos porque no nos iban a responder y ni a atender.

Las personas que estudiamos ahí, es porque realmente lo necesitamos. Si no existiera Mactumactzá pues no podríamos estudiar, no podríamos estudiar otra cosa, no podríamos tener acceso a una escuela.

—¿Tu atestiguaste la violencia y abusos sexuales contra las normalistas?

—Yo vi que las irregularidades empiezan al momento de que las compañeras son detenidas, con el acoso verbal… inclusive, antes de que les pudieran quitar sus teléfonos, se comunicaron para decirnos que los policías las estaban tocando con el pretexto de revisar si traían otras cosas… y les quitaron sus pertenencias. Con ese pretexto las estaban tocando. Desde ese momento empezaron las amenazas de que iban a abusar sexualmente de ellas.

Cuando estaban dentro de la fiscalía del estado, las compañeras de igual manera fueron obligadas a desnudarse totalmente frente a los policías. Frente a policías hombres. Las compañeras denuncian que en ese momento los policías las tocaron nuevamente.

De hecho, cuando logran ver a las compañeras, señalan directamente a un policía, quien llegaba constantemente diciéndoles que las iban a violar.

A las compañeras no se les permitió ver a nadie… Fácil pasaron 72 horas hasta que lograron ingresar a verlas. Hay compañeras golpeadas. Una compañera presenta quemaduras, y no quiso decir cómo le hicieron esa quemadura o quién. Tienen miedo porque estuvieron encerradas. La mayoría de los compañeros fueron golpeados.

Una exigencia y su respuesta

—¿Qué pasa con el gobierno, por qué les respondió así?

—Estamos seguros de que la respuesta del gobierno es con tanta saña, porque nosotros siempre levantamos la voz, somos los primeros en levantarnos cuando algo no es justo. Siempre estamos en apoyo a las demás organizaciones. Siempre hacemos servicio a lo comunitario, salimos a repartir comida, a repartir despensas, a repartir dulces a los niños.

Llevamos servicios culturales a varias partes del país y cuando algo no es justo nosotros alzamos la voz.

Esta es una lucha constante que se tiene contra el Gobierno de Chiapas por la supervivencia de la Normal de Mactumatzá.

Muchas veces somos atacados. Se nos quita el recurso económico para el comedor o se nos quitan otros recursos con la finalidad de que ya nadie entre a la Normal.

En la Normal aparte de estudiar, de trabajar, recibimos orientación , aprendemos realmente cómo es la vida de los políticos y por eso sabemos las acciones que no están bien y que el Gobierno está realizando. Somos atacados por el gobierno porque no les gusta que les digamos las cosas en la cara.

La verdad es que sí hemos recibido el apoyo de muchas organizaciones no solamente dentro del Estado de Chiapas, dentro de toda la República Mexicana. Inclusive hemos visto apoyo desde el extranjero. Hemos visto el apoyo hacia las normales, y eso es lo que buscamos: que este problema no se quede encerrado en Chiapas.

Los compañeros de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) se han solidarizado mucho con nosotros de la Normal de Mactumactzá. Hemos recibido apoyo con víveres de cada una de las normales. Algunos compañeros vinieron a Chiapas. Nos apoyamos de distintas formas, pero siempre el respaldo de cada una de las normales está presente cada que una tiene problemas. También tenemos buena relación con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, ellos estuvieron también presentes en la represión.

Queremos externarlo a toda la sociedad para que vean realmente las injusticias que se han estado cometiendo dentro de Chiapas.

Una historia de lucha detrás

— ¿Ven posible el cierre de la normal como en el gobierno de Pablo Salazar Mendiguchía (2000 a 2006)?  Ahí hay una historia de lucha…

—Teníamos ese temor de que se volviera a repetir lo que pasó en el año 2003, cuando se quitó el comedor de la Normal, se quitó el internado y se quitaron otros apoyos.

Es a través de los años que, poco a poco, se han recuperado estos beneficios. Hasta hoy el internado no se ha recuperado al 100%, todavía tenemos carencias en infraestructura de los dormitorios.

Todo lo que se ha ganado, se ha ganado a base de lucha. El gobierno no nos ha regalado nada, todo lo hemos ganado con trabajo y con esfuerzos.

Y a cada uno de nosotros, al momento de ingresar a la Normal, nos comparten las memorias y nosotros nos identificamos con esa lucha. Sabemos cuánto le contó a nuestros compañeros que estuvieron en aquellos momentos. Sabemos y entendemos lo que pasaron los compañeros que estudiaron en el 2003. Ahorita nosotros estamos viviendo una situación similar.

Estamos viviendo algo parecido a lo que pasó en 2003. Estamos muy identificados con lo que es la lucha por nuestro derecho a la educación.

A la Secretaría de Educación parece que todavía no le queda claro que tienen que hacer valer el acceso a la educación. Quiere privatizar nuestra educación pues con esta cuestión de hacer el proceso en línea, sabemos que quienes van a pasar el examen de conocimientos son los que viven en las ciudades, tienen casa, conexión a internet, los que tienen una computadora.

—¿Por qué estudiar y defender la Normal de Mactumactzá?

—Quienes estamos en la Normal de Mactumactzá es porque realmente tenemos la vocación. Vemos la realidad donde está cada una de nuestras comunidades. Somos de distintas partes de Chiapas y estados vecinos.

Vemos y vivimos cada día de nuestra vida cómo es la educación que llega a nuestras comunidades. Por eso nos formamos como maestros rurales.

Nosotros como maestros rurales estamos designados a llevar la educación a cada uno de los rincones de Chiapas. Y no solamente educación. También nos formamos en producción; aprendemos y practicamos el cultivo de la tierra, que ya lo traemos desde el nacimiento porque somos campesinos. En la Normal lo practicamos, lo perfeccionamos, nos formamos también en el eje cultural por medio de rondalla, tenemos club de marimba, el club de norteños, club de danza, también tenemos clubes deportivos fútbol, natación.

Eso nos ayuda a tener una educación más completa y cuando ya somos maestros podemos llevar todo eso a cada una de nuestras comunidades. Podemos llevarles una educación de mayor calidad a nuestros vecinos, a nuestros primos, a todos aquellos que vivan en una comunidad rural que es a donde a nosotros se nos designa cuando egresamos.

Hay compañeros que ven en Mactumactzá una oportunidad de superarse. Porque es la única manera en que pueden prepararse o acceder a tener una mejor educación, una mayor calidad de vida.

La exigencia que tenemos es que se anuncie la convocatoria de nuevo ingreso porque queremos que las personas que van a entrar a la Normal sean personas que lo necesiten. Queremos que la Normal siga existiendo por muchos más años.  

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Este texto se publicó originalmente en Pie de Página:

https://piedepagina.mx/ronda-la-amenaza-de-cierre-contra-la-normal-de-mactumactza/

 

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