“Teñir Carmín”: un espacio para el proceso de re-significación menstrual y sexual

En México, sólo 16% de las niñas y mujeres adolescentes cuentan con conocimientos y significados precisos sobre la menstruación.

La conversación acerca de ésta suele ser “discreta”, incluso, niñas y mujeres aprenden a gestionarla en silencio, lo que provoca dudas, temor y desinformación alrededor de un proceso fisiológico y natural en los cuerpos menstruantes.

Reconociendo estas deudas pendientes nace “Teñir de carmín, territorios menstruales”, proyecto beneficiado por PROYECTA Producciones, que buscó generar un espacio seguro, libre de mitos y tabúes para que niñas y adolescentes hablen sobre la menstruación.

Por Aletse Torres Flores / @aletse1799

Fotografías cortesía de Acantilado Lunar

En 2017, UNICEF México informó que el 43 % de las alumnas entre 11 a 17 años con periodo menstrual prefieren no ir a la escuela durante su ciclo.

A esto se suma la pobreza menstrual que existe alrededor del país, la cual es visible frente a los siguientes escenarios:

  1. No tener la libertad económica para comprar los productos que ayudan a gestionar la menstruación, llámense toallas, tampones, copas menstruales.
  2. No habitar el espacio con los servicios básicos e infraestructura adecuada que permita vivir de manera digna, como por ejemplo el acceso libre al agua.
  3. No tener acceso a información y educación sexual integral respecto al tema.

En el año 2018, Lu Mendoza reconoció esto como un grave problema luego de investigar sobre los procesos sociales y psicológicos que rodean a la menstruación. En esta investigación que formó parte de su tesis de maestría, dice, “solo encontró un montón de mitos, un montón de tabúes y un montón de pesares”.

Esta fue la razón que motivó a la artista a crear en el futuro un espacio donde se dialogara sobre la salud menstrual y la sexualidad.

Años después, surge “Teñir de carmín, territorios menstruales”, proyecto multidisciplinario de la creadora escénica y audiovisual Lu Mendoza.

Mendoza, explica que el proyecto está dirigido específicamente a niñas y adolescentes mujeres que habitan en las periferias del municipio de Zapopan, reconociendo que el acceso limitado a la educación sexual integral es una realidad que experimentan las infancias jalisciences. Como dato, durante el año 2018 esta ciudad del Área Metropolitana de Guadalajara ocupó el segundo lugar con más embarazos en infantes y adolescentes (2 mil 613 casos), de acuerdo con el Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG).

El arte y la menstruación

El proyecto se sustentó en dos pilares: Laboratorio Carmín y Territorios Carmín, La robleda y se desarrolló en el centro comunitario “La Colmena: Villas de Guadalupe”, donde se  impartieron dos sesiones vespertinas por semana a las participantes, sumando un total de 18 encuentros durante seis semanas.

Así, el Laboratorio Carmín se convirtió en un espacio seguro para las niñas y adolescentes de Zapopan que acudieron al encuentro. Juntas, a través de las herramientas que proporciona el teatro y las disciplinas artísticas, lograron compartir sus  experiencias menstruales.

Las talleristas facilitaron información sobre el proceso fisiológico menstrual, sexual y reproductivo del cuerpo femenino; necesaria para el proceso de re-significación menstrual y sexual de las participantes.

Además, en un espacio lleno de convivencia sana, respeto, empatía y sororidad, tuvieron la oportunidad de conversar sobre lo que representa menstruar en una sociedad impregnada por mitos y tabúes que rodean el cuerpo de las mujeres.

Estefania Intí, productora, comentó en entrevista que decidieron realizar los talleres del proyecto bajo un enfoque artístico debido a que todas las colaboradoras se encuentran inmersas en ese ámbito, además, porque buscaban crear un vínculo de confianza y cariño con las participantes:

“No queríamos hacer una escuela que les está enseñando la anatomía o utilizar palabras tan técnicas que al final ni entiendes tu propio cuerpo. Optamos hacerlo desde donde nace todo nuestro amor, jugar un poco y finalmente soltarnos”expresó.

“Territorios Carmín”

“Territorios Carmín: La robleda” será un cortometraje documental que narra el proceso de las participantes del Laboratorio Camín, los sentires, malestares, encuentros y reflexiones de las niñas y adolescentes participantes.

Perla Ascanio, integrante del área audiovisual, señaló que el producto final tiene como objetivo difundir información sobre la menstruación, establecer un diálogo con el público y poner el tema “sobre la mesa” para que llegue a más niñas y adolescentes.

En ello concordó Mendoza, quien aseguró “estar cansada” de ver a la menstruación como una “vergüenza”. Ella, dijo, quiere romper el silencio y los estigmas que abundan en la sociedad con un corto lleno de información estadística, experiencias y, sobre todo, comprensión sobre los diversos cuerpos:

“Yo recuerdo ir en la secundaria, y me acuerdo que en la dirección te daban toallas sanitarias, pero nunca iba, aunque me estuviera bajando, me daba vergüenza. Con esto, espero que llegue más información, a esos lugares donde no se toca el tema, donde las niñas no comprenden y aprenden a vivir sus procesos en silencio. No busco enseñar, solo quiero acompañarles” sentenció la creadora.

La pieza se encuentra en proceso de postproducción y edición, así que esperan que el lanzamiento sea entre diciembre de 2021 y enero de 2022. 

“Yo aprendí más de ellas”

Pese a la asistencia frecuente de infantes al centro comunitario, la asistencia a los talleres fue poca, incluso, pese a que la convocatoria fue masiva. Y es que, las organizadoras reconocen que las niñas y adolescentes a las que buscaron llegar o vivían muy lejos del centro o por las tardes ayudan en las tareas del hogar.

Sin embargo, las colaboradoras “no se movieron ni faltaron”, conforme fue pasando el tiempo, dicen, comenzaron a llegar las participantes, una, dos, tres, cuatro, cinco en algunas de las sesiones

Solo dos adolescentes asistieron de manera permanente durante el desarrollo de todo el proyecto, y en la clausura del mismo ambas expresaron que deseaban continuar con el aprendizaje y no terminar  con el vínculo entre las talleristas y participantes.

Intí, relata que uno de los momentos “más bonitos” fue cuando ella compartió que se había explorado con un espejo para conocer todo su cuerpo y que lo recomendaba como una acción de autocuidado.

Justo en esta sesión, narró Intí, una de las participantes expresó a sus compañeras que nunca se había visto en un espejo con esta intención, pero que sí lo había hecho para observar “un grano en la nalga”. La colaboradora, explicó que este momento significó mucho para ellas, ya que demostró el lazo de confianza que se había generado en este espacio compartiendo algo “que puede ser tan íntimo”.

Las entrevistadas coinciden en que este proyecto les permitió saberse como seres vulnerables frente a las niñas, reconocieron la importancia de acompañar desde el corazón y no desde la “experiencia”,  a escucharles y validar sus sentires y pesares.

Finalmente, Mendoza señala la importancia de mantener los espacios abiertos aunque no se presente nadie, para que el día que lo hagan alguien esté ahí para ellas.

En el futuro esperan seguir trabajando con más comunidades, derribando los tabúes en torno a la menstruación y continuar difundiendo información que contribuya a derribar aquellos juicios sociales que se atribuyen al cuerpo y el rol del género femenino, priorizando el cuidado de la salud física y mental a través del conocimiento del ciclo menstrual y cómo éste afecta individualmente a cada persona.

El equipo profesional detrás del proyecto, de los tallares y del corto documental se conforma por Lu Mendoza, en la dirección y creación artística; Estefanía Intí en la producción ejecutiva; Lilian Mendoza en producción del corto; Gabriela Chávez en sonido; y Perla Ascanio en cine fotografía.

De igual forma, tuvieron la participación de tres artistas invitadas: Mariana Rivas, Carolina Trujillo y Andrea Godínez, mientras que, la gestión y producción general corrió a cargo de la Productora  Acantilado Lunar, si quieres conocer y apoyar su trabajo puedes seguirles a través de su página de Instagram.

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Aletse Torres
Aletse Torres
Vivo de café, amo los gatos, no creo en las etiquetas. Desde niña quise ser periodista por Spiderman, me invento unas fotos, cubro cualquier tema con pasión, respeto y verdad.

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