El negro cinco de marzo

“Pesimismo esperanzado”

Por Jorge Rocha, académico del ITESO / @JorgeRochaQ

El sábado cinco de marzo fue un día negro para nuestro país. El partido del equipo de futbol Querétaro versus Atlas que se realizó en la tarde de ese día, en el estadio Corregidora, terminó en una tragedia. Hasta el día lunes las cifras oficiales decían que hubo 26 personas lesionadas, de ellas tres en condiciones muy graves y un aficionado que perdió un ojo; y hasta ahora hay 14 personas detenidas por los hechos.

A través de las redes sociales se han dado a conocer imágenes muy dolorosas, que nos dejan impávidos y profundamente indignados, y nos hacemos la pregunta ¿por qué llegamos hasta aquí? Las fotos y videos de personas golpeadas cruelmente y de cuerpos inertes, además de opiniones de médicos que afirman que ese tipo de agresiones pueden provocar la muerte de las personas, llevaron a que muchos ciudadanos, entre los que me incluyo, tengamos serias dudas sobre las cifras de lesionados y por ello se da pie a la exigencia de que se cumpla con el derecho a la verdad. El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, afirma que no hay fallecidos hasta ahora, ante una enorme incredulidad social.

Lo sucedido ese día expone de forma muy cruda la falta de capacidades y de protocolos que permiten que una persona esté segura en un estadio deportivo. Falló el Club, que no generó las condiciones de seguridad en un evento que es organizado por ellos, falló la autoridad gubernamental que no verificó y que luego no actuó de acuerdo a lo que estaba sucediendo, falló la empresa de seguridad que fue rebasada ante los hechos de violencia, están fallando las autoridades que investigan el caso porque hasta ahora no sabemos qué pasó y tampoco hay responsables consignados, salvo algunos detenidos, falló el gobernador de Querétaro que sólo promete que habrá resultados y hasta el día de hoy no se cuenta con una narración convincente que nos ayude a entender la tragedia, fallaron los grandes medios de comunicación que no pudieron proporcionar información oportuna y falló la Federación Mexicana de Futbol, que frente a las continuas señales de que esto podía suceder, hizo caso omiso y mantuvo la existencia de las llamadas barras bravas.

Hemos visto a las y los ciudadanos con mayores herramientas de seguimiento y acompañamientos de las víctimas que el propio gobierno y empieza a ser más confiable un comunicado de aficionados de estos equipos, que una conferencia de prensa de las autoridades que siguen con su misma “perorata” de que ahora sí van a llegar “al fondo del asunto” cuando ya sabemos que esto es pura retórica hueca y que muy poco se resolverá, ya que muchos de los miembros de la clase política apuestan sistemáticamente al olvido de la ciudadanía.

Desde mi particular punto de vista y con la información disponible hasta ahora, estas serían las medidas mínimas a tomar por los actores sociales y políticos, luego de lo sucedido en el partido Atlas versus Querétaro de la Liga Mexicana de Futbol varonil:

  1. Fincar responsabilidad penal a agresores y autoridades implicadas por omisión o incompetencia.
  2. Reparación total del daño a las víctimas.
  3. Desafiliación inmediata del Club Querétaro, como último responsable del evento.
  4. Clausura en lo que resta de la temporada del estadio Corregidora.
  5. Destitución del jefe de policía de Querétaro, que fue incapaz de atajar el problema.
  6. Destitución de Mikel Arriola por no poner las medidas necesarias para evitar estas tragedias.
  7. Prohibición absoluta de las barras bravas. Ni las locales ni las visitantes, simplemente las barras tienen que dejar de existir.
  8. Establecimiento de estrictos protocolos en los estadios de fútbol, que, sin vulnerar los derechos humanos, garanticen que estos inmuebles sean espacios seguros.
  9. Derecho a la verdad, ya que cada vez menos nuestro país soporta el ocultamiento de los datos.
  10. Prohibición a los clubes de equiparar la rivalidad deportiva a una guerra. Hemos visto que la publicidad de los equipos tiene una narrativa muy beligerante que normaliza que los adversarios deportivos se conviertan en enemigos.

Una de las pocas cosas buenas que ha dejado este trágico episodio, es ver a aficionados del Atlas y del Guadalajara en una profunda solidaridad, asumiendo que antes que nada está la integridad de las personas. Esperemos que alguna de estas medidas sea llevada a cabo.

P.D. De los puntos antes mencionados, la Federación Mexicana de Fútbol sólo cumplió el punto cuatro y un poco del punto 8. En el caso del Gobierno de Querétaro, sólo hay catorce detenidos, que no sabemos aún si efectivamente son los responsables, salvo el caso de una madre que entregó a su hijo. Parece que las dinámicas de la impunidad persisten.

Correo electrónico: jerqmex@hotmail.com

Comparte

Pesimismo esperanzador
Pesimismo esperanzador
“Pesimismo esperanzado” es una columna escrita por Jorge Rocha, Profesor e investigador del ITESO.

1 COMENTARIO

  1. Una medida muy sencilla, que podría ser muy efectiva, es prohibir las sillas plegables dentro de los estadios. En esta y en otras grescas he visto que son un común denominador. Se usan como instrumentos para golpear y no sería difícil evitar que eso suceda.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Quizás también te interese leer