Algunos puntos que debemos sacar de la educación sexual para que sea integral

Endometrio No es Una Banda de Punk

Por Danielle Orendain / @OrendainDaniell

Para ser realistas, en México sí hay educación sexual, aunque lo neguemos. En la casa, en la escuela, en la calle, los medios masivos de comunicación, redes sociales, en las diversas industrias de entretenimiento y hasta en las iglesias o espacios religiosos y espirituales, sin embargo, mucha de esa educación sexual no es la adecuada ni es integral, mucho menos para todxs. Por eso, decidí hablar de algunos aspectos que nos han atravesado a lo largo de nuestras vidas y deberíamos sacar de nuestra educación sexual para abolir el conservadurismo y construir una educación sexual integral accesible para todxs.

Antes de compartir los puntos, quisiera compartir que usaré algunos términos que explicaré brevemente. Explicarlo ayuda a entender muchas realidades, sin embargo, no son absolutistas y no pretendo categorizar a nadie ni a sus expresiones sexuales. También quiero agradecer a la comunidad de Instagram que me ayudó con esta nota, al compartirme sus experiencias con la educación sexual que han recibido y los puntos que ellxs quisieran abolir de esa educación.

  • Sexualidad no sólo significa erotismo y afectos.

Este es un tema mucho más profundo, para poder hablar cada aspecto que comprende la sexualidad, ya que la definición es compleja. Sin embargo, es importante aclarar que “sexualidad” es mucho más que erotismo, afectos y relaciones románticas. Sexualidad es un aspecto central de los humanos; es lo que soy, me comprende; es mi identidad; mis procesos fisiológicos sexuales, que interactúan con todos los sistemas de mi organismo; son mis expresiones sociales; mis deseos, límites y fantasías; es la forma en la que entiendo mi realidad. Por lo tanto, cuando les enseñamos a las infancias y juventudes sobre sexualidad, también les acompañamos en sus procesos de ser y estar en cada etapa de su desarrollo, no sólo hablamos de reproducción y mucho menos los hiperestimulamos. Lo mismo con las juventudes, la adultez media y la vejez, quienes también tiene sus procesos en su sexualidad.

  • El deseo sexual y el romance no es de todxs ni para todxs.

Muchas personas sentimos deseo sexual a lo largo de nuestra vida, y este deseo será distinto cada momento; así como también comenzamos a formar relaciones románticas, dónde incluso podemos compartir ese deseo sexual. Podríamos pensar que lo que yo siento, lo sienten igual las otras personas, pero la verdad es que no. En este proceso también está la hegemonía del enamoramiento y de cómo deberíamos expresar nuestro erotismo con las personas con quiénes formamos lazos íntimos y/o proyectos de vida.

Pero, Danielle ¿Por qué el deseo sexual y el romance no es para todxs? Primero quisiera explicar un poco sobre la diferencia entre el espectro alosexual y el espectro asexual. En cada uno hay diferentes categorías que hemos construido para explicar ¿Por qué no todxs sentimos deseo sexual de la misma forma? Las personas que entramos dentro del espectro alosexual, somos aquellas que sentimos el deseo sexual en diferentes espacios y tiempos de nuestra vida. El deseo y cómo queremos compartimos es diferente siempre, pero está presente la mayor parte del tiempo. En este espectro podrían entrar las personas demisexuales, quienes su deseo sexual lo comparten con vínculos románticos o con quienes tienen un compromiso, conexión o forma de entender su relación.

Mientras que las personas del espectro asexual, su deseo sexual no se presenta en momentos específicos, que esperamos esté presente, y su expresión erótica no es derivada de ninguna patología o malestar social. No es que desaparezca o no lo tengan, sólo no es la cúspide de sus formas de comprender su erotismo. En este espectro podrían entrar las personas grisexuales, quienes su deseo es bajo y lo suelen expresar en determinados momentos y con algunas personas con quienes se relacionan.

Quisiera enfatizar en que el deseo sexual no es lineal, seamos alosexuales, asexuales, grisexuales, demisexuales u otro. El deseo se expresa de diversas formas según nuestra etapa de desarrollo, el contexto y las experiencias de vida; incluso en esto intervienen las herramientas de educación bajo la censura y el miedo, impuestos por una educación conservadora.

Y ¿Qué pasa con el romance? Ese también lo cuestionamos y no todas las personas lo llevan a cabo en sus interacciones sociales. Existen las personas arromáticas, no significa que ellas no sienten amor o desean estar en soledad siempre. Son personas que reconocen que las prácticas románticas no corresponden a sus propios deseos sexuales y se relacionan desde otras formas, que sí son posibles y seguras. Es simple, no quieren una relación romántica ye está bien.

  • Dejemos atrás la idea de que una sexualidad “sana” es cisgénero y heterosexual.

A pesar de que ya despatologizamos, incluso sacamos de la categoría “enfermedad mental” a las personas no cisgénero y no heterosexuales, seguimos educando a partir de esos binarismos y normas generalizadas.

Las personas cisgénero son aquellas que se identifican con el género que les asignaron al nacer y con el que expresan roles desde el ámbito social. Estas personas entran en el género binario: hombre y mujer, pero no son las únicas que habitan ese binarismo. Existen personas trans, quienes no se identifican con el género que les asignaron al nacer, y ellxs también se identifican con uno de esos géneros binarios y sus roles de expresión; o personas de género fluido que abrazan ambos, y otros géneros, sin ningún problema. Entonces ¿Quiénes no habitan el género binario? Las personas trans no binarias, quienes su identidad no depende del ser hombre o mujer y que construyen su existencia fuera de las normas cisgénero. Personas que se apropian del cuir (queer) en un espacio donde se ha usado como un peyorativo, porque ser cuir es político y transgresor. Si quieres saber más al respecto, te recomiendo el seminario de Filosoflow, desde Palabrandando, “Radiología: Un acercamiento al archivo del cuerpo colonial” (puedes tener más información en el siguiente link: https://elitinerariodelchuchumbe.wordpress.com/2022/01/13/invitacion-al-seminario-radiologia-un-acercamiento-al-archivo-del-cuerpo-colonial/).

Así entendemos que el género es diverso y que se puede transgredir y cuestionar cuántas veces sean necesaria.

El binarismo en la sexualidad no sólo se usa para el género, sino también para describir conductas sexuales como: bueno y malo. Eso genera una moral innecesaria que debemos abolir. Claro, hay prácticas violentas que se justifican dentro de la sexualidad y podemos cuestionar y cambiar; sin embargo, esta moral de “bueno y malo” se ha utilizado para fiscalizar y castigar conductas que no son malas, ni buenas, sólo son, sólo salen de la norma.

¿Qué hay de la heterosexualidad? Bueno, a ella también la transgredimos y muchísimas personas no expresamos nuestros afectos y erotismo desde ahí, por ejemplo: los gays, que expresan esto con otros hombres; las lesbianas que lo compartes con otras mujeres; lxs bisexuales que lo comparten con hombres, mujeres y quimeras; lxs pansexuales quienes lo comparten con personas sin distinción por géneros; y otrxs, quienes somos disidentes sexuales sin entrar en ninguna de las categorías antes nombradas, pero también compartimos nuestro erotismo y afectos con lxs demás, sin importar género, racialidad, clase, etc.

  1. La violencia sexual es responsabilidad de quien la ejerce, no de quien la recibió por “no decir que no” o por “no conocer su cuerpo y sus límites”.

Durante mis años recibiendo y aprendiendo educación sexual, replicamos discursos cómo: “si lxs niñxs tuvieran educación sexual, podrían evitar abusos sexuales”, “enseñarles a decir que no, previene el abuso sexual”. En esto hay algo cierto y algo que debemos dejar atrás.

Lo cierto es que la educación sexual basada en el placer, la libertad de decisión y la autonomía de los cuerpos, nos permite entender qué me gusta y qué no me gusta. Les ayuda a las infancias a nombrar adecuadamente qué parte del cuerpo nos permiten tocar (para los afectos o el aseo personal asistido) y qué parte del cuerpo sólo pueden tocar ellxs en privacidad y con higiene y seguridad. Sin embargo, la violencia sexual existe, no porque no sepamos decir que no, no porque no sabía que mi vulva se llama vulva, sino porque existe todo un mecanismo estructural y sistemático en las violencias.

Yo soy sobreviviente a violencias sexuales, yo sabía sobre mi cuerpo y sobre mis límites, sin embargo, sucedió y me sentí culpable por permitirlo, porque una vez más, me dieron la responsabilidad del abuso. Y eso es lo que explica el darle toda la responsabilidad a la víctima, por su educación sexual: culpa, castigo, enfado, confusión, etc.

  • Entonces ¿El placer es sinónimo de consentimiento?

No. Muchas personas que fueron violentadas sexualmente sintieron placer como una respuesta orgánica común, fue una adaptación de su cuerpo a los estímulos que estaba recibiendo y un mecanismo de defensa para sobrevivir, no porque querían o porque disfrutaron ser violentadxs. Así que, mucho cuidado con las palabras, sentir placer no es un indicativo de haber dado consentimiento, en todo caso.

  • Que lo peor que te puede pasar al compartir tu erotismo son las ITS y los embarazos.

Este tipo de ideas han sido utilizadas como estrategia de censurar y prohibir las prácticas eróticas. Cuando yo estaba en la secundaria, recuerdo con pesadez dos “clases de sexualidad”: una dónde veíamos diapositivas llenas de imágenes grotescas, con genitales heridos, purulentos, con llagas, nombrando y mostrando cada Infección de Transmisión Sexual (ITS) y sus “síntomas” (y lo pongo entre comillas, porque yo con VPH nunca me he visto así); y la segunda clase fue sobre un vídeo de una mujer en parto vaginal, justo después de un vídeo sobre un feto narrando su aborto con detalles terroríficos, los cuales son ficción, porque ahora que acompaño abortos sé que eso no pasa ¿Han escuchado del vídeo “Ay! Mi piernita”? Fue ese.

Esas clases tenían un objetivo en común: no tengas relaciones sexuales, porque eso te podría pasar y es horrible. Así que, lo que buscamos ahora es que cada persona reciba información verídica y certera sobre salud sexual y reproductiva, desde las herramientas para prevenir las ITS, los métodos anticonceptivos diversos, hasta las alternativas que tiene si es que adquiere alguna ITS o tiene un embarazo que no desea continuar. Esta información debe ser accesible para toda la población.

  • Que el aborto clandestino es peligroso y se debe legalizar para que las mujeres racializadas y marginadas puedan abortar.

El aborto ha existido desde antes, mucho antes, que la construcción de este estado que conocemos con sus leyes/prohibiciones. Estas prácticas diversas con las que se ha interrumpido un embarazo han garantizado salud sexual, reproductiva, mental y social para muchas personas que lo han practicado.

Actualmente muchos estados de la República mexicana han penalizado el aborto, por lo tanto, las personas que vivimos en esos estados accedemos al aborto de manera clandestina, es decir, sin permiso del estado. Una de las más reconocidas es la que aprobó la Organización Mundial de la Salud, que con el uso de patillas como Misoprostol y Mifepristonase se interrumpe el embarazo (se recomienda esta práctica en ciertas semanas de gestación y bajo algunos requerimientos físicos. Si quieres saber más, te dejo acá el acceso al manual: https://www.who.int/reproductivehealth/publications/unsafe_abortion/clinical-practice-safe-abortion/es/). No conozco a detalle más prácticas como para hablar de ellas, como la herbolaria, sin embargo, existen y cada una se utiliza para hacerlo en casa, segurxs, con las personas que nos quieren y cuidan. Así que, la clandestinidad no es insegura, mientras se hagan con información y acompañamiento. Entonces esa propaganda sobre “es peligroso”, sólo invisibiliza toda la chamba de lxs que acompañamos. No necesitamos permiso del estado, necesitamos recursos que su estado no nos da, por razones de violencia sexual y reproductiva que no vamos a ignorar.

Ahora, pensar que sólo las mujeres y personas gestantes prietas y empobrecidas mueren o que no están preparadas para abortar, es una falacia racista y colonialista. Por años la propaganda antinatalista en poblaciones rurales, indígenas y barrios periféricos se han justificado con cosas como: educación sexual para disfrutar, anticonceptivos para decidir y aborto legal para no morir. El cual muchas de nosotras usamos, replicamos, nos parecía atractivo tras la influencia de la marea verde, pero nos remontaba a espacios donde esto mismo ha concluido en esterilizaciones forzadas y en prohibición al aborto, porque son cuerpos que no merecen derechos, corporalidades marginalizadas. No más, debemos cambiar eso, dejar de blanquear el aborto y la salud reproductiva.

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Esta es la primera parte de esta columna, espera la próxima el 23 de marzo.

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Para más información visita mis redes sociales, donde subo contenido de salud sexual y salud mental desde mi experiencia y formación. Me encuentras en Instagram como @danielle.orendain https://www.instagram.com/danielle.orendain y en Twitter como @OrendainDaniell https://twitter.com/OrendainDaniell 

Lo que publico en mis redes sociales es responsabilidad mía y no representa la opinión de ZonaDocs.

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Danielle Orendain
Danielle Orendain
Psicóloga y Pedagoga Menstrual / Me quejo y hablo de salud sexual, menstrual y placeres.

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