El juego de las encuestas y el 2024

Por Jorge Rocha, académico del ITESO

Gráfica de portada: El Financiero

Buena parte de las preocupaciones de la clase política contemporánea gira alrededor de mantener una buena popularidad. En otros momentos la única forma de medir una relación favorable con el pueblo era a través de la capacidad de movilizar a grandes cantidades de personas a través de mítines y de marchas, ahora esto se hace a través de encuestas, que cada mes nos muestran los avances y retrocesos de los mandatarios o primeras damas de cada país o estado en su relación con sus gobernados.

Para el caso de México, en este momento hay cuatro mediciones que cada cierto tiempo se dan a conocer, para hacer las valoraciones pertinentes, a saber: aprobación presidencial, aprobación de presidentes en el mundo, aprobación de gobernadores y encuestas presidenciales rumbo al 2024

Para el primer caso, de acuerdo al portal de Oraculus, que es un aglutinador de distintos ejercicios estadísticos que miden la popularidad de figuras políticas, en este momento el promedio de la aprobación presidencial de Andrés Manuel López Obrador, es de 62%, que comparado con los niveles de popularidad de otros presidentes de México con el mismo tiempo de gobierno (41 meses de gobierno), es mayor en promedio que Peña Nieto, Calderón, Fox y Zedillo. Si a esto le sumamos que el presidente de México está ubicado en el cuarto lugar de los presidentes con mayor aprobación en el continente americano, sólo después de Bukele de El Salvador, Abinader de República Dominicana y Xiomara Castro de Honduras; y muy por arriba de Joe Biden, Justin Trudeau, incluso muy distante de Gabriel Boric de Chile que sólo tiene un mes en el cargo, la pregunta es ¿Por qué a pesar de que la violencia no cesa o que la economía no levanta, López Obrador mantiene tanta popularidad? La respuesta parece estar cimentada en que la imagen del presidente de México está basada en cuatro aspectos que las personas valoran: es un presidente que trabaja, es un político austero, es una persona honesta y que es un presidente que comparte y defiende las causas populares. Esta percepción hace que la ciudadanía perdone los errores de este gobierno o que culpabilice de la situación a otros actores gubernamentales.

Ahora bien, si revisamos las encuestas presidenciales rumbo a los comicios del año 2024, la mayoría de los ejercicios que hemos conocido hasta ahora coinciden en un empate técnico entre Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrad. Algunas encuestas muestran como puntera a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y otras ponen adelante al Secretario de Relaciones Exteriores. En tercer lugar, colocan al alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio y luego hay una serie de políticos que se ubican entre 15 y 6% de preferencias electorales, entre los que están Enrique de la Madrid, Margarita Zavala, Samuel García, Ricardo Monreal, Enrique Alfaro, Ricardo Anaya, Alfredo del Mazo, entre otros. De acuerdo a las encuestas y en consonancia con la popularidad del presidente, el 65% de las y los encuestados señalan que votarán por el candidato que garantice la continuidad del proyecto político de López Obrador. 

Ahora bien, cuando se pregunta por la preferencia electoral de Morena como partido o de los dos candidatos punteros, en las encuestas aparece que entre el 45 y el 50% de las personas votarían por el partido del presidente; y Sheinbaum y Ebrad tienen alrededor del 30% de las preferencias electorales. Esto significa que no hay una transferencia directa de la aprobación del presidente a su partido o a sus candidatos, ya que quedan sueltos entre 10 y 15% en el caso de Morena y el 30% en lo que respecta a Ebrard o Sheinbaum. Esto significa que no todas y todos los que apoyan al presidente, apoyan a Morena o a alguno de sus precandidatos. Aquí estriba entonces el gran reto para este partido político, lograr una clara identificación del presidente con su posible sucesora o sucesor. 

Así el juego de las encuestas y con un escenario pre-electoral muy adelantado, donde todos los actos políticos de los aspirantes a la silla grande, serán desde hoy actos de campaña, aunque muchos de ellos finalmente no aparezcan en la boleta del 2024. 

Correo electrónico: jerqmex@hotmail.com

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“Pesimismo esperanzado” es una columna escrita por Jorge Rocha, Profesor e investigador del ITESO.

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