El Refugio Casa del Migrante: 10 años sembrando esperanza

Esta organización brinda alojamiento y alimento a personas migrantes y refugiadas que llegan a la ciudad de Guadalajara, y también atiende necesidades propias de la comunidad del Cerro del Cuatro.

Por Athziri Nava / @AthziriNava1

En 2011, la parroquia de Nuestra Señora del Refugio atendía a personas con problemas de adicción en el Cerro del Cuatro. Al estar cerca de Las Juntas, colonia vecina donde cruzan las vías del tren, comenzaban a llegar personas migrantes a pedir alimento y alojamiento. Al darse cuenta de que nadie atendía esta necesidad, el párroco Alberto Ruíz Pérez trasladó el espacio que atendía adicciones a otra parroquia y decidió ayudar a personas en movilidad. Así surge El Refugio, Casa del Migrante.  

Para dar a conocer este espacio de cobijo, el párroco pintó murales indicando cómo llegar al refugio y se les pidió a los vecinos de la colonia que pasaran la voz para que las personas llegaran fácilmente. El padre Alberto tuvo esta iniciativa porque era consciente que migrar es una necesidad y la única posibilidad para tener una mejor calidad de vida para muchas personas, por la situación de precariedad que viven en sus sitios de origen. Quería transmitirle a la localidad que los hermanos y hermanas en movimiento viven una situación de vulnerabilidad y que es necesario ser solidarios con ellos y ellas.  

La Casa del Refugiado, otro espacio de acogida de El Refugio, inicia en el año 2017 y ahí, a diferencia de las personas migrantes, las personas refugiadas huyen de conflictos armados o persecución y tratan de regularizarse y establecerse en la ciudad de Guadalajara. Viven en una posición tan crítica que se ven obligados a cruzar fronteras para buscar seguridad en países cercanos. Al darles asilo, se pretende que tengan acceso a medidas que garanticen sus derechos humanos básicos, que se les permita vivir en condiciones dignas y seguras, y también, insertarlos de nuevo a la sociedad mientras se les ayuda a encontrar una solución a su situación de persecución y violencia.

Esto ha sido trabajo de El Refugio Casa del Migrante durante 10 años.  Gracias a las redes de ayuda que han consolidado en esta localidad, han podido recibir a cientos de personas migrantes y refugiadas para brindarles un espacio seguro, alimento, artículos de higiene personal, vestimenta y atención médica para quienes lo requieren.

Octavio Covarrubias, encargado de voluntarios, habla de un espacio donde se refleja el sentido de pertenencia, solidaridad y cohesión entre individuos, lo que da como resultado tejido social. Se ha logrado que algunas de las personas que han pasado por la casa se sientan capaces de tener una mejor calidad de vida para ellos y su familia.

Un caso es el de la familia de Doña Ana, Vladimir y Brayan que fueron parte del albergue hace tiempo y ahora se encuentran en Tacoma, en el Estado de Washington, Estados Unidos, trabajando de forma legal y aspirando entrar a la universidad, algo que era imposible conseguir en su país de origen. Esto, en palabras de Octavio, es un caso de éxito que se vuelve motor para continuar con esta labor y seguir sumando gente.

Para que esto sea posible, hay un gran esfuerzo del voluntariado que atiende las instalaciones, donaciones por parte de bienhechores, bienhechoras y organizaciones, así como la solidaridad de la misma comunidad del Cerro del Cuatro que en ocasiones cuando el albergue no basta, han ofrecido sus casas para que los y las migrantes se bañen. Con estos ejemplos de amor al prójimo, el padre Alberto ha querido infundir en las personas que se deje de pensar en la colonia como violenta y donde se cometen asesinatos, sino también como generosa y abierta a ayudar a los hermanos y hermanas necesitados. 

Dentro de El Refugio también se hacen actividades para generar ingresos, como “El Bazar” que se realiza cada miércoles. Ahí se venden artículos a la comunidad a precios accesibles y se conforma a partir de las cosas que llegan por donación y las personas migrantes y refugiadas no pueden utilizar: vestidos de noche, faldas, zapatos de tacón, ciertas medicinas, juguetes, discos, y algunos alimentos que hay de sobra como avena, frijoles, arroz, etcétera. El dinero que se obtiene cada semana se usa para la manutención de la obra, atención médica, cirugías, atención dental, y para comprar los platos desechables que se usan para darle de comer a los ancianos y familias enteras que se acercan al comedor comunitario.

Este comedor funciona todos los días y es atendido por Marichuy y Rosita, quienes están contratadas para cocinar y repartir alimentos en el albergue y para familias de escasos recursos que necesitan recibir alimentos a diario. Antes de la pandemia se les permitía recibirlos en el comedor de la Casa; sin embargo, por protocolo se cerró para los vecinos y se les da para que lo lleven a sus hogares. En el primer trimestre del año en curso, en El Refugio Casa del Migrante, se repartieron más de seis mil comidas, y esto es gracias a que cuando se requiere, mujeres llevan ollas de comida para apoyar a quienes más necesitan. 

“Yo describiría como milagroso lo que se hace dentro de “El Refugio”, yo no soy tan creyente, pero aquí lo ves constantemente.  Y da hasta miedo, porque de repente le digo a alguien ‘no tengo tenis para ti’, después tocan el timbre y llega alguien y nos dona tenis. O llega caravana de 300 personas y solo tenemos alimento para 80 y posteriormente, llega gente que nos deja cazuelas de comida”, reflexiona Octavio Covarrubias.

En estos diez años hay mucho trabajo y solidaridad detrás, sin embargo, El Refugio requiere seguir recibiendo donaciones y apoyos para atender a personas en movilidad, tener finanzas más sólidas y un cuerpo de profesionales que colabore para hallar solución a los problemas de quienes habitan la casa. Esto se puede lograr de la mano de instituciones, universidades, voluntariado y donantes que dan soporte a este tipo de organizaciones sin fines de lucro que tienen el mismo fin de ayuda y bienestar social. 

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En estos enlaces puedes acercarte para ayudar las labores del El Refugio, Casa del Migrante:

https://www.elrefugiogdl.org.mx

https://www.facebook.com/elrefugiogdl/

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Somos un proyecto de periodismo documental y de investigación cuyo epicentro se encuentra en Guadalajara, Jalisco.

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