“Aquí prevalece el “interés superior” del padre sustractor”: Madres contra la violencia vicaria reclaman justicia a jueces y juezas de Jalisco

“Los agresores vicarios utilizan el sistema judicial para seguir violentando a las madres y sus hijos” denunció la Alianza de Madres Protectoras en Jalisco, este martes dentro de las instalaciones del Poder Judicial del estado.

Organizadas en diversas colectivas, las madres contra la violencia vicaria decidieron manifestarse por el hartazgo que les ha generado que sean las propias instituciones de procuración de justicia quienes continúen privilegiado a sus agresores y favoreciendo que sus hijas e hijos menores de edad permanezcan lejos de su resguardo y protección.

 Y es que la justicia patriarcal se ha vuelto el mejor cómplice de los agresores vicarios al obstruir los procesos de restitución del vínculo filial materno y solapando las múltiples violencias de las que estas madres siguen siendo víctimas.

La Alianza de Madres Protectoras ha sido clara en advertir a jueces, juezas, magistrados y magistradas que no tolerarán una vez más su insensibilidad, su impartición de justicia a modo y la violencia institucional que ejercen todos los días en sus casos; sus nombres, precisaron, serán expuestos en un tendedero público y procederán a interponer quejas para que sean sancionados, suspendidos e, incluso, destituidos de sus cargos.

Por Dalia Souza / @DaliaSouzal

“Años en Ciudad Judicial y aún no sé a qué sabe la justicia”; “No, juez, con un agresor no se negocia”; “No soy un expediente, soy una persona y mi vida y la de mis hijas/hijos está en peligro” expresaron en carteles las madres y familias que este martes se reunieron en torno a la explanada central del Poder Judicial del estado de Jalisco en una manifestación pacífica y silenciosa.

Decidieron que fuera así porque la experiencia les dice que en ese lugar hay niñas, niños y adolescentes que están siendo forzados a pasar por lo mismo que sus hijos e hijas: que también han sido llevados a un juzgado para que un juez bajo el supuesto principio del interés superior de la niñez decida que lo mejor es que se queden con su padre, aunque éste sea el principal agresor de su madre.

“Hoy estamos aquí para que los jueces y juezas tomen un poquito en cuenta el dolor de las madres, estas madres que están luchando, estas madres que se han quedado sin trabajo porque tienen que venir cada dos o tres días a sus procesos legales, estas madres que tienen sus procesos atorados” explicó Nato Montes fundadora y coordinadora de la colectiva Madre Yo Sí Te Creo.

Estas mujeres han estado en estas instalaciones más de una vez, pues la mayoría de ellas mantienen procesos judiciales abiertos para recuperar la custodia de sus hijos e hijas que les fueron arrebatados, algunas esperan una sentencia de restitución a su favor desde hace algunos meses y otras más desde hace dos, tres, cuatro y hasta cinco años. Incluso, hay madres que, pese a tener determinaciones judiciales que dictan que sus hijos e hijas deben volver a su lado, éstas son obstruidas por el mismo escenario de impunidad y corrupción que mantienen jueces y agresores.

Elisa Solís, presente en la manifestación y cofundadora del Frente Nacional contra la Violencia Vicaria, denunció que su caso ha pasado por 10 de los 13 juzgados de lo familiar del Poder Judicial de Jalisco y al menos cuatro jueces federales; que hasta ahora, ha ganado cerca de 26 sentencias ejecutorias de tribunales colegiados pero cada juez y jueza a cargo, no sólo ha fallado en restituir su derecho a la custodia de sus hijos, sino que, hay quienes se han prestado a participar en diligencias fallidas. Puntualmente, señala al Juez Melchor Augusto Gómez Córdova de ser cómplice de la sustracción de sus hijos y exige su destitución.

Ellas saben de la inoperancia, de la complicidad, del silencio, de la indiferencia, de la insensibilidad, del machismo y la misoginia que esta institución de procuración de justicia, a través de sus jueces, juezas, magistrados y magistradas han ejercido en sus casos particulares y los de sus compañeras.

 

Conocen sus nombres, conocen la manera en la que estas figuras de autoridad han impartido justicia a modo, favoreciendo a agresores vicarios por acción, omisión o complicidad, sin una real perspectiva de género o centrada en el resguardo de la seguridad y el bienestar de sus hijos e hijas, por eso no están dispuestas a callar más, están decididas a señalarles y exigir que actúen en congruencia con su obligación.

 

Estamos aquí pidiendo no nada más justicia para nuestros hijos, sino también para nosotras. De víctimas nos pasan a victimarias, estamos hartas y queremos que sepan que no estamos solas, jueza o juez, magistrada o magistrado que se atreva a actuar en contra de lo que manda la constitución, los tratados, las convenciones que nos protegen como mujeres y a nuestros hijos e hijas como infancias y adolescencias, queremos hacerles saber que no nos vamos a quedar calladas” advirtieron.

En esta acción de protesta anunciaron que realizarán un tendedero donde expondrán el nombre de cada juez y cada juzgado que está incumpliendo con la impartición de justicia, aseguraron que no tolerarán que estas autoridades judiciales sean mínimamente sancionadas “no queremos una multa de 15 días para los jueces que tienen quejas y denuncias, no queremos que la Fiscalía Anticorrupción siga haciendo un negocio y que regrese nuestras carpetas al archivo” señalaron.

Estas madres organizadas han señalado que están dispuestas a dar todo para obtener justicia y que exhibirán a toda autoridad que no la procure o que la obstruya.

La violencia vicaria, explica Nato Montes, no sólo debe entenderse como la sustracción de los hijos e hijas para causar daño a la madre, ésta es mucho más compleja y gradual, “se da desde las vejaciones, la humillación, la violencia psicológica, la violencia física, la violencia sexual, la violencia económica, la violencia patrimonial, es como una canasta de muchas violencias” precisa la defensora, quien además no duda en señalar que “la violencia vicaria va escalonando todas las acciones que tienen estos agresores en contra de nosotras y de nuestras niñas y niños”.

“Pasa también que asesinan a los y las niñas, eso es uno de los grados más altos y el suicidio de las madres, también, en medio de tanto nos llevan a querernos quitar la vida” dice.

Por lo tanto, añade que en estos casos no sólo los agresores vicarios son perpetradores de estas violencias, sino también los jueces y juezas que siguen sin juzgar y garantizar el acceso a la justicia a estas mujeres y a las infancias y adolescencias que se encuentran inmersas forzadamente en estos escenarios.

“Mi marido me golpeaba, cuando decidí dejarlo decidió quitarme a mi hija para poder presionarme. Me denunció por violencia intrafamiliar cuando él me mandó al hospital. Tiene la poca vergüenza de negarlo. Tengo 8 meses sin mi hija, tengo la custodia a mi favor, tengo la restitución a mi favor y sigo sin ella” con fuerza y valentía denunció una de las madres durante el acto.

Otra de estas mujeres organizadas también decidió hablar: “hace tres meses tuve la escucha de menor de mis hijos y dijeron que querían irse con mami, y es día que hoy no puedo convivir con mis hijos. Ya no quieren verme, no quieren convivir conmigo, porque “voy a meter a su papá a la cárcel”, aunque sé que es lo que él les está diciendo”.

Y es que, estos testimonios buscan evidenciar, como señala Nato Montes, que la violencia vicaria es gradual y escalonada, que, si bien, uno de los fines puede ser la sustracción de las y los infantes, también incluye las manipulaciones, las amenazas y otras formas violentas de someter y lastimar a las madres.

“Cinco años mis hijas siendo manipuladas para odiar a su mamá, pero yo las amo y siempre voy a luchar por ustedes” expresó una de las madres, puesto que, como también lo han reiterado en todas sus acciones, esta lucha es para que sus hijos e hijas sepan que nunca dejaron de luchar por volverles a ver.

La lucha de Summer

Summer García acudió a este acto público porque tiene claro dos cosas: 1) que luchará hasta el final para tener de vuelta a su hijo, un bebé de dos años que fue sustraído por su padre de manera dolosa luego de un espacio de convivencia y 2) que lo hará junto sus compañeras, otras madres como ella que mantienen latente y viva la exigencia del reconocimiento de la violencia vicaria en la entidad hasta que sus agresores sean sancionados.

Mientras recorre junto a sus compañeras de lucha -como un acto de protesta y visibilización– cada uno de los pasillos del Poder Judicial donde se encuentran los juzgados de lo familiar, narra que en enero de 2022 fue agredida por el padre de su hijo.

“No me quedé callada, alcé la voz y lo denuncié” dice de manera contundente al tiempo que avanza por fuera de las oficinas que han visto pasar su caso y el de la mayoría de las madres que acudieron a la manifestación.

Su expareja y padre de su hijo, de nombre Gerardo “N” tiene una carpeta de investigación por violencia y agresión en el Centro de Justicia para las Mujeres y hoy permanece libre, sin sanción e, incluso, impartiendo clases en una universidad jesuita del estado.

Esta impunidad permitió que le arrebatara a su hijo cuando tenía apenas un año cinco meses y mientras mantenían un convenio de custodia provisional compartida. Ella sólo pudo ver a su bebé un par de meses tras el acuerdo en periodos de quince días, del 7 de julio de 2022 al 6 de septiembre, fecha en la que finalmente, el padre de su hijo consumó su objetivo final: quitárselo.

Summer estás segura de que decidió hacerlo como una venganza por haber alzado la voz tras el evento de violencia, pues en más de una ocasión este sujeto ha intentado convencer a sus padres de que le regresará al bebé si ella retira la denuncia

Al incumplir con el convenio, Summer presentó una demanda que ahora recae bajo la responsabilidad de la Jueza Cielo Aguamarina Ledezma Verdín del Juzgado décimo segundo de lo familiar del Poder Judicial, para reclamar la custodia exclusiva de su hijo, quien cumplió dos años de edad.

La jueza Ledezma Verdín ha admitido su señalamiento sobre el incumplimiento del convenio, sin embargo, ha dado un lapso de cinco días para que el padre de su hijo “contesté por qué incumplió”; situación que le parece por demás absurda a Summer, porque ella tiene claro que “un agresor jamás será un buen padre”.

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Dalia Souza
Dalia Souza
Periodista apasionada de la radio, comprometida con quienes resisten en la exigencia de verdad, memoria y justicia. Creo que el periodismo es una herramienta para construir paz y cambio social.

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