A principios de octubre, la diputada María Clemente García Moreno, anunció su intención de presentar una iniciativa a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. En la cual plantea una reforma para que el trabajo sexual sea considerado como lícito y se garantice la seguridad y bienestar social de quienes de lxs trabajadores sexuales.
Sin embargo, la iniciativa fue reprobada por organismos de la sociedad civil, personas defensoras y activistas debido a que consideraron que la propuesta violenta, revictimiza y estigmatiza a las personas con VIH y a quienes se dedican al trabajo sexual.
Por Aletse Torres Flores / @aletse1799
Fotografía de portada Adonis.com.
El pasado 6 de octubre María Clemente García Moreno, diputada federal por Morena, anunció su intención de presentar una iniciativa de reforma para que el trabajo sexual sea considerado como lícito, se garantice la seguridad y el bienestar social.
En su presentación señaló que el artículo 123 de la Constitución garantiza el derecho de todas las personas mexicanas al trabajo digno y decente, por lo que, en términos jurídicos, se entiende como “aquel que respeta la dignidad humana, que está libre de discriminación, que dota de seguridad social, por el que se recibe una remuneración y que se tienen condiciones óptimas de seguridad e higiene”.
Por ello, planteó reformar la Ley Federal de Trabajo para incluir el trabajo sexual en el catálogo de trabajos especiales y puntualizó que éste debe de ser considerado libre y autónomo y no como el delito de trata de personas.
No obstante, diversos colectivos de la sociedad civil, personas defensoras y activistas de los derechos humanos reprobaron la iniciativa, puesto que, aseguraron que violenta a las personas que viven con VIH o alguna otra ITS y carece de perspectiva de derechos humanos.
En un comunicado, manifestaron que están a favor de la autonomía de las personas que ejercen el trabajo sexual y que se deben incluir mejores condiciones de salud y seguridad para que puedan ejercer sus labores.
Les activistas señalaron que la reforma “no les representa”, ya que en ningún momento la diputada les consultó para su creación y “se nota” por los vacíos legales, la estigmatización, violencia y criminalización que se presenta en diversos puntos de la iniciativa, afirmaron.
Igualmente, diversos activistas y representantes de organizaciones civiles reflexionaron sobre lo que implicaba la propuesta de la reforma para la población en un Twitter Space titulado “Legislar sobre Trabajo Sexual. VIH, diversidad e inclusión” realizado por la cuenta de “Mexicana de Arte” en Twitter.
En el espacio de diálogo, Paulette Slava, trabajadora sexual y defensora de los derechos humanos, señaló que debió de existir un diálogo previo con quienes ejercen el trabajo sexual para la construcción de la reforma, puesto que, en palabras de la activista “para hablar de nuestras necesidades, primero tienes que conocerlas y no asumirlas”.
En esto coincidió Irene Valdivia, coordinadora de Michoacán Trans, quien consideró necesario crear leyes y reformas desde una perspectiva interseccional, porque como en cualquier trabajo existen diversas realidades y no debe de centrarse solo en una:
“Todas las trabajadoras sexuales son iguales y desde que lees la iniciativa notas que solo es la realidad de la diputada, pero en esta no entramos todas”.
Además, explicó que otro problema es el enfoque que se le da al trabajo sexual, ya que es visto como “un deber social” para la diputada. Sin embargo, para Irene el trabajo sexual surge por la necesidad de vivir, de la exclusión de espacios y la discriminación de los mismos.
“Una no es puta para andar relajando a la gente, para hacer un labor en la sociedad… Una decide realizar trabajo sexual para poder pagar la renta, la comida y todo” manifesto la coordinadora de Michoacán Trans.
Por otra parte, Alaín Pinzón, director de VIHve Libre, se preguntó cuál es el plan de trabajo de Clemente García para garantizar lo que se establece en el el artículo 353 y 5, relativo al artículo 353 de la reforma a la Ley Federal del Trabajo, en los cuales se menciona que el trabajo sexual deberá ejercerse en “condiciones de salubridad suficientes”.
Otro problema que encuentra el director es la criminalización a las personas con VIH, ya que en la reforma se plantea que el incumplimiento de la obligatoriedad de cuidado dará lugar a las responsabilidades civiles o penales en las que, “cualquiera de las partes” pueda incurrir:
“Otra vez, las responsabilidades civiles o penales recaen en los artículos que criminalizan directamente a las personas que vivimos con VIH”.
De la misma forma Scarlett, trabajadora sexual, declaró la importancia de hablar sobre la descriminalización del trabajo sexual, con el fin de comenzar a crear programas que les apoyen, les brinden oportunidades y que dejen “fuera” la discriminación y la exclusión que “han sufrido toda la vida”.
Paulette Slava expuso que el enfoque “debería ser otro”, poner atención en otras problemáticas antes de querer regular el trabajo sexual, como por ejemplo la trata de personas. Para ella, primero debe de erradicarse el cobro de piso y a los “padrotes” que obligan a niñas y mujeres a realizar trabajo sexual en las calles:
“La trata existe, porque la explotación existe. ¿Por qué quiere decir que no la hay? Es ser cómplices”.
Desde la rama de la salud, Lis Carrizales, química clínica, expresó que pensar que las personas trabajadoras sexuales padecen VIH, es caer en estigmas llenos de violencias.
Como dato, entre el año 2013 y el 2018, solamente el 0.32% de casos de VIH fueron relacionados con el trabajo sexual, acorde a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Por su parte Victoria Samano, fundadora de la organización civil Lleca, manifestó que cualquier producto legislativo sin el diálogo de la población meta, es un mal ejercicio:
“Creo que está desconociendo muchísimo de la población. Una cosa muy grave, es hablar de poblaciones sin las poblaciones, aquí el error de esta iniciativa es que no se está considerando a les, las y los trabajadores sexuales”.
Para finalizar, quienes participaron en el espacio de diálogo hicieron un llamado a la Cámara de Diputados y a la diputada Clemente García para desestimar y reconsiderar esta iniciativa, cuyo principal objetivo sea escuchar a quienes ejercen el trabajo sexual para crear una legislación con perspectiva internacional que les favorezca.
Y también, cuenten con una perspectiva de derechos humanos, para que no se violen los derechos de las personas viviendo con VIH y que realizan trabajo sexual en el país.
Frente a este contexto, el pasado 14 de octubre, la diputada Clemente García informó que se pospondrá el análisis de su iniciativa que reforma la Ley Federal del Trabajo, con el propósito de realizar una consulta.
“Es esencial recabar todas las opiniones de las trabajadoras sexuales, no se puede hablar desde un privilegio y esperar que todas aceptemos. Es tiempo de hacer comunidad” manifestó la Muñeca rota, trabajadora sexual y activista en el Twitter Space.
