“La crónica no puede renunciar a la ética ni a la estética”

#EscuelaDePeriodismoZD

¿Qué implica la redacción periodística? ¿Qué tipo de dilemas éticos debemos plantearnos para respetar en nuestro trabajo los derechos humanos de las personas? ¿Cómo podemos hacer que las personas se sientan atraídos a nuestros textos? Preguntas que formaron parte del tercer taller de Escuela de Periodismo ZonaDocs, el cual estuvo a cargo de la periodista y crónicas jalisciense, Vanesa Robles.

Por Redacción ZonaDocs

¿Qué experiencias han tenido con la crónica?” Pregunta Vanesa Robles a les estudiantes. Se hace un silencio, pues no todes se sienten cómodes señalando que tienen poca experiencia. 

Para la tallerista no importa la experiencia, sino el reconocer la necesidad de reportear y escribir de lo que pasa a nuestro alrededor. Entonces, toman la palabra varias alumnas.

“La crónica es mi género favorito porque es la forma más bonita de contar las cosas, hacerlo desde la experiencia y vivencia, hablar de lo que viste, escuchaste, incluso, del olor, además de tener un enfoque literario. Me encantan las crónicas, las disfruto mucho”, Sofía.

“En CUSUR tenemos toda una materia de crónica, hemos tenido jornadas y talleres, en un momento donde hubo un encuentro con la carrera de literatura y periodistas, los literatos decían que como periodistas no sabíamos escribir este género. No sé si es así”, Isabel.

Vanessa compartió con todes que a ella le encanta hacer crónicas, aunque confiesa que nunca quiso ser cronistas:

“Yo llegaba a la redacción y tenía que escribir una nota y me ponía a escribir una crónica. Luego, en la escuela, tenía un profesor nefasto que no nos enseñó nada”, compartió la periodista.

Para encontrar ese gusto por escribir, Vanesa les propuso realizar un  primer ejercicio: contar lo más significativo que les pasó en la semana.  La instrucción fue contarlo desde su propia experiencia, sin estresarse, y en no más de dos párrafos. 

10 minutos se otorgaron para el ejercicio, y mientras todes escribían, Vanesa contestó varias dudas; entre ellas: ¿Qué hacer para escribir?.

“A veces la mejor manera de hacer las cosas es comenzar haciéndolas. La idea es que lo hagan y la mejor manera para destrabarnos es comenzar a hacerlo”.

Tras los 10 minutos transcurridos, Vanesa respondió una nueva pregunta sobre “la polémica” entre la crónica literaria y la periodística:

“Nos dedicamos a materias distintas (entre escritoras, escritores y periodistas), ellos y ellas pueden hacer una novela histórica basada en hechos reales, pero la materia del periodismo es tan escurridiza y tan frágil: la verdad”.

Después les preguntó a les alumnes: ¿Qué problema tuvieron para escribir?

“Mi primer problema fue saber de qué escribir. No quería escribir algo tan íntimo”, Diana.

“A mí me ayuda pensar que escribir es reescribir. Este tipo de ejercicio me funciona. Hice un ejercicio donde escribí toda una cuartilla, luego rescaté un par de párrafos, pero no pienso que los perdí”, Isabel.

“Yo sí tuve problemas, primero para recordar qué me había pasado. Ya que encontré el tema. No tengo experiencia redactando crónica, lo vi en la escuela, pero no lo entendí muy bien. Comencé a escribir tal cual como si fuera un cuento”, Alondra.

“No fue tan difícil escoger el tema, pero me genera duda porque lo escribí…”, Aitana.

Tras escucharles, Vanesa compartió:

“Algo que a mí me ayuda mucho a estructurar desde el comienzo, es saber qué es lo que quiero contar. Sabrán que una de las cosas más importantes es tener un objetivo: de qué va, qué es lo que quiero decir. A veces yo no puedo escribir una pieza, sea chiquita, grande o inmensa si no tengo escrita esa idea. Mi relato se puede ir a todas partes si no sé a dónde quiero ir”.

Así que explicó a la clase lo importante que es preguntarse:

¿qué quiero contar? ¿Hacia dónde quiero llegar? ¿cuál es mi puerto y mi destino? Y después como segundo planteamiento, cuestionarnos: ¿qué pasó en el camino?

Para ejemplificar esto, puso a todes a pensar en el cuento de “Caperucita Roja”, a la que definió como “la extraordinaria historia de una niña que sobrevivió a que un lobo se la comiera”. Para Vanesa, esa es la historia, y el resto sería que pasó en el transcurso.

Aitana compartiendo su crónica.

Con esta idea, les alumnes comenzaron a compartir parte de sus relatos que iban desde estar sola en una zona desconocida, el enfrentarse a un nuevo medicamento contra la ansiedad o el darse cuenta de que lo que podemos ganar se nos puede ir en unos cuantos tragos en un bar.

Al escucharles, Vanesa destacó errores y aciertos, pero sobre todo hizo énfasis en lo importante que es ir directo al punto. Ir directo a la historia que queremos contarles a las personas.

“La crónica tiene que poner en cuestionamiento lo que nos han contado en la vida, para encontrar en ese cuestionamiento algo interesante que contar”, explicó Vanesa. 

Por ello, les remarcó que, pese al sentido literario de la crónica, nunca deben de olvidar que en las crónicas periodísticas estamos obligados a responder las clásicas preguntas del periodismo: “qué, cómo, cuándo, dónde y por qué, aunque la crónica después se quede con el cómo para explicarlo a profundidad”.

A la precisión periodística, explica Vanesa, también deben sumarle el ritmo y el sentido que quieren despertar en las y los lectores con su crónica.

“Identifiquemos qué es lo que más nos confronta de nuestros relatos. Hay una cosa importante que les quiero pedir para continuar con sus relatos: hay que armar un clima, armar un personaje: puede ser el frasco de medicina, el miedo, el trauma, esos pueden ser un personaje, pero no necesariamente ustedes. Pensar en una cuestión y generar un escenario, ya que crónica se parece más a un guion de película que a una declaración del ministerio público”. 

Señalar esto era importante para la tallerista porque:

“La crónica se debe valer de todos los recursos informativos que tenemos, pero la crónica busca describir más que intelectualizar, puede tener muchos datos (y es obligación de quien la hace conocer todo), pero no intelectualiza”

Como una forma de guiar este proceso, Vanesa les compartió la siguiente guía, retomada de algunos criterios dados por el periodista Martín Caparrós.

    1. Armar un clima.
    2. Armar un escenario.
    3. Un personaje. 
    4. Pensar en una cuestión:
    5. Dirigir la vista en un objeto.
    6. Luego no olvidar incorporar: cómo, cuándo, qué, dónde y por qué.

Y para lograr esto, Vanesa compartió uno de sus secretos: La Feroz putiza en el acto (FPA)”, que no es más que aquel primer golpe que debe dar todo texto, toda crónica, para captar la atención de la o el lector. 

Y como ejemplos de un buen FPA, Vanesa comparte literatura infantil, pues en cuentos como:“Cosas que pasan”, “El Globo” y “Secreto de familia” de la autora argentina Isol, se explican en las primeras líneas de qué va la historia, sin preámbulos, pero si creando expectativa. 

A esto, agregó Vanesa, debemos agregarle una buena narración, datos, una investigación profunda y una mirada que permitan contar estas historias con un trabajo periodístico profundo.

Las clases de la Escuela de Periodismo ZonaDocs se dan de manera híbrida.

Finalmente, el taller terminó con otras series de recomendaciones que deben ayudar a les alumnes a encontrar una manera de contar la realidad, siempre respetando los derechos humanos de las personas.

  • “La curiosidad vagabunda e inteligente es lo que anima a la persona cronista”, precisa Julio Villanueva Chang.
  • “La crónica ofrece la oportunidad no sólo de buscar personajes importantes, sino no importantes”; sin embargo, Leila Guerreiro propone escribir sobre los poderosos. 
  • “Los cronistas tienen el privilegio de contar lo que sucede, pero también lo que parece no suceder”, esto nos permite observar lo que sucede en nuestro alrededor.
  • “Tenemos que narrar todo eso que parece no evidente y que nos hemos acostumbrado a ver”.
  • “Debemos tomamos la libertad de imaginar, pues el lector espera que él o la cronista se lo advierta”, es importante decírselo a las personas lectoras. 
  • “Deben ser testigos de las cosas, eso es lo mejor, pero ahora también se puede ser testigo de muchas maneras”; por ejemplo, usando las nuevas tecnologías, como los mapas, la geolocalización. 
  • “No renuncien a la belleza que nos ofrece la literatura, sin olvidar no revictimizar, hay que mostrar siempre a las personas con dignidad”.
  • “Los adjetivos no son útiles para la crónica, pero lo que es mejor son las descripciones densas”.

***

Es un proyecto auspiciado por la Fundación Internacional de Seattle (SIF, por sus siglas en inglés), a través del Fondo para Jóvenes de Centroamérica y México (Fondo CAMY) y Philanthropy Lab de la Universidad de Washington (UW). 

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Somos un proyecto de periodismo documental y de investigación cuyo epicentro se encuentra en Guadalajara, Jalisco.

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