Enmascararse como persona neurodivergente es cansado e injusto: Fabiola Anaya

#FIL2022

A pesar de que las cifras oficiales en México aún están alejadas de la realidad, se estima que hasta el 17 por ciento de la población tiene un cerebro neurodivergente y, en el caso mundial, esta cifra llega hasta el 20 por ciento, aunque esta estadística podría estar por debajo de los casos reales debido a la falta de información y preparación de especialistas, lo que disminuye la posibilidad de ser diagnosticada o diagnosticado. 

Bajo esta premisa es que se llevó a cabo el foro “Neurodiversidad: los cerebros atípicos existen” en el marco de actividades de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) por parte de la psicóloga y especialista en psicoterapia, Fabiola Anaya, la especialista reconoció que la falta de información genera un estigma hacia las personas con cerebros atípicos. 

 Por Leslie Zepeda / @lesszep2

“Mi nombre es Fabiola Anaya, yo también soy neuroatípica y a pesar de que yo soy psicóloga, llevo años en esto, tomo terapia desde que soy niña, pero hasta hace dos años pude ser diagnosticada con Trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH)”, así dio inicio al foro “Neurodiversidad: los cerebros atípico existen” a cargo de la psicóloga, Fabiola Anaya, quien además se ha especializado en en la práctica de psicoterapia con perspectiva de género. 

Con cupo lleno se llevó a cabo el foro donde la especialista respondió a cuestionamientos básicos como: ¿Qué es lo normal? no existe lo normal, existe lo que es típico y lo que no es típico, dijo. Por ello, reconoció que la neurodiversidad es un término que tiene relativamente poco tiempo en el lenguaje coloquial. 

“Todas las personas respondemos a los estímulos del mundo con base a lo que hemos vivido, en donde nacemos, con quienes nos relacionamos y en base en lo que pasa alrededor de nuestra vida. Cuando hablamos de cerebros neurodivergentes estamos hablando de lo contrario a las personas cuyo cerebro funciona como espera la sociedad, actuando de manera congruente a como nos dictan que debemos a actuar, pero en cuanto nos salimos de esa caja nos comienzan a señalar”. 

Durante su charla, Fabiola Anaya indicó que las cifras oficiales que hay sobre neurodivergencia no llegan a los casos totales a nivel nacional ni tampoco internacional, ya que según informó en México habría apenas un 17% de personas con cerebros neurodiversos, sin embargo aseguró que  hay muchas más personas neurodivergentes que ni siquiera se acercan a un diagnóstico, mientras a nivel mundial estiman 20% de la población total, una cifra alta pero no representativa. 

“Cómo aún estamos en pañales en los diagnósticos de las neurodivergencias, hay muchas más personas neurodivergentes que ni siquiera se acercan a un diagnóstico si yo que estoy tan cerca  de esto me costó trabajo llegar a un diagnóstico, entiendo que sean pocas las personas que también lleguen a saberlo”. 

La psicóloga afirmó que las personas neutodivergentes se pueden identificar si su cerebro aprende, funciona o procesa la información de manera diferente a la mayoría de personas. Incluso señaló que es importante llamar a la intuición de las personas, a saber reconocernos como personas que viven distinto, ya que se percibe el mundo de manera diferente. 

Dada la dificultad que significa obtener un diagnóstico como personas neurodivergente, Fabiola Anaya recomendó estar alertas a los comportamientos, por ejemplo en el caso de las y los profesores, ya que el aula puede ser un espacio perfecta para notar a un cerebro atípico:  

“Siempre hay una persona que entienda las cosas de forma diferente, que haga las tareas de manera diferente o que no las haga, que le cueste trabajo quedarse en una silla, que le cueste trabajo seguir una indicación o que incluso no le interese la escuela”.

El diagnóstico es fundamental para la calidad de vida de las personas con un cerebro diverso ya que salir de la norma suele estigmatizar a las personas, es decir que limita las cualidades que más allá de ser anormales con diferentes, atípicas, diversas. Por ello, abrir la conversación sa pie a romper con las etiquetas y ser más incluyentes 

“Esto lejos de explotar las capacidades distintas que tiene tu cerebro, las apaga y te sientes un bicho raro. Cuando vas pensando esto por la vida, probablemente las oportunidades a las que accedas se van a ir reduciendo. Por eso es tan importante hablar de las neurodivergencias”. 

Esto está relacionado con un término que suele ser común entre las personas neurodivergentes y que es el masking que se traduce a enmascaramiento. Lo cual quiere decir que aquellas y aquellos con cerebros diversos suelen enmascarar o tapar sus características. Se trata de intentar actuar, pensar y hacer las cosas como si nuestro cerebro fuera típico, 

“Porque como nuestra sociedad no está adaptada para recibir lo que no es típico entonces la idea es que nosotros nos tenemos que adaptar, muy injusto”, refirió Fabiola Anaya. 

Consecuencia de esto se puede llegar a incrementar la hormona del estrés. el cortisol, lo que en psicoterapia podría limitarse a un diagnóstico de ansiedad generalizada en la mayoría de los casos, lo que a su vez se traduce en limitar o simplemente no atender el padecimiento de raíz. 

La psicóloga Fabiola Anaya enfatizó que este masking afecta mayormente a las mujeres debido a un tema de género, debido al sistema patriarcal y la sociedad misógina en la que vivimos, donde esperan que:

“las mujeres que tengamos comportamientos muy maternales, muy calladitas, muy bien portaditas, entonces el tema por ejemplo de la impulsividad es mucho más permitido en los hombres. El enmascaramiento nos afecta más a nosotras porque nos hicieron meternos en una norma que lleva un grado de exigencia mayor al que llevan los hombres. A muchas mujeres nos diagnostican hasta que somos adultas”. 

Finalmente, la especialista fue cuestionada sobre qué palabras le daría a alguien que no logra aceptarse como una persona neurodivergente a lo que mostró su comprensión dado el estigma social que niega su existencia desde un inicio. 

“Normalmente las personas neurodivergentes nos pensamos con más personas con cerebros atípicos porque las demás personas nos parecen aburridas. Le diría que encuentre su espacio, que el mundo tiene muchos colores y espacios. Que busque ayuda si esta falta de aceptación le está afectando”.

Comparte

Leslie Zepeda
Leslie Zepeda
Periodista y fotógrafa feminista. Forma parte de CUCiénega Fem.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Quizás también te interese leer