“No se mató, lo mataron”: familia rechaza versión de supuesto suicidio en separos de Policía de Salamanca

#AlianzaDeMedios

La muerte de Antonio, detenido por una aparente riña familiar reportada al 911, estuvo antecedida por un dudoso actuar de los elementos que intervinieron; se suma a las sospechas el ocultamiento del hecho por el gobierno municipal.

Por Edith Domínguez / PopLab

Después de haber sido detenido por policías municipales de Salamanca que atendieron un reporte de una riña familiar en la tarde del viernes 17, Antonio Quintana Villegas, de 32 años, murió en los separos de la corporación. Al ocultamiento de este deceso por parte del gobierno municipal se suman todas las sospechas y ninguna autoridad que aclare de manera convincente la causa, puesto que la versión oficial es que se quitó la vida en los mismos separos.

Hasta este lunes 20, en la Fiscalía General de Guanajuato a través del personal de Servicio Médico Forense no les habían entregado el acta de defunción y el resultado del examen del médico legista, “ni su ropa”.

Supieron que la causa del deceso por el personal de la funeraria, no por las autoridades.

En el Ministerio Público no pudieron el fin de semana presentar denuncia por el abuso policial; “nos dijeron que hasta de lunes a miércoles”.

“No se mató, lo mataron”, es el reclamo de su hermana Yolanda, ante las evidencias del uso excesivo de la fuerza por parte de los elementos de Seguridad Pública salmantina, que a petición de familiares lo sacaron del domicilio de la abuela paterna, pero arrastrándolo por el suelo, lo que fue videograbado en cámaras y frente a testigos.

El sábado -al día siguiente de la detención- fue un tío residente en los Estados Unidos quien llamó a la madre y hermana de Antonio para informarles que éste había muerto. “Se ahorcó con las rejas”, fue la versión que les compartió.

Luisa Villegas y Yolanda, madre y hermana respectivamente, exigen justicia, que se investigue la muerte de Antonio ante las sospechas de que pudo ser víctima de un abuso de fuerza, e incluso de agresiones homofóbicas por parte de los elementos de la Policía Municipal, puesto que Antonio era homosexual, dijo su hermana.

Sorpresivamente, la Procuraduría de Derechos Humanos del estado (Prodheg) sí abrió en este caso una queja de oficio el lunes 20 de febrero, cuando se hizo pública la muerte de Antonio en circunstancias poco claras.

“Se inició queja de oficio con fecha de 20 de febrero del 2023 con número 220/23. Ya se pidió el informe a la autoridad correspondiente, y se está a la espera de que se reciba. Ya hubo una inspección el día de hoy en los separos municipales y se recabó la ratificación de una familiar. Es todo lo que se puede informar por el momento”, indicó la Prodheg a solicitud de medios.

De la muerte de Antonio, la administración que preside el alcalde de Morena César Prieto no informó el mismo día en que ocurrió, sino tres días después, ante la insistencia de PopLab.mx y a través de una ficha informativa en la que se relató que Antonio, “de forma repentina” utilizó su sudadera para privarse de la vida.

Sin embargo, con esta muerte suman dos al interior de los separos, la primera ocurrió en noviembre del año pasado.

Una detención violenta

El viernes 17, Antonio Quintana salió de su trabajo de camarista en el hotel Canario por la mañana después de un turno de 24 horas, le informó a su madre Luisa Villegas que se iría a tomar unas cervezas, después le escribió y le avisó que pasaría a la casa de su abuelita paterna, ubicada en la privada Soto y Gama 127 en la colonia San Roque, a visitarla.

Su madre y hermana presumen que la discusión verbal con unas tías se suscitó porque a Antonio no le gustaba que le gritaran a su abuelita. “No hubo golpes”, les informaron los familiares que pidieron la presencia policial.

A las 17:30 horas de ese día, policías municipales acudieron al domicilio en respuesta a un reporte al 911 por una riña o pleito familiar. Allí, familiares pidieron que retiraran a Antonio. Pero ya en la vía pública, previo a subirlo a la patrulla, fue arrastrado por el suelo por un policía municipal por varios metros mientras estaba esposado, acción que fue detenida hasta que un vecino confrontó al policía. Esto quedó video grabado por cámaras de seguridad.

Exagentes de seguridad consultados por POPLab explicaron al analizar los videos que se evidencia una falta de preparación de los preventivos que intervinieron para someter a Antonio, quien como se aprecia en las grabaciones lleva las esposas por la parte frontal de su cuerpo, cuando la técnica policial correcta por la seguridad de los elementos y del detenido es que sea esposado con las manos a la espalda para inmovilizarlo.

En el video también muestra que a un costado de la unidad U-1095 de la policía municipal de Salamanca, una mujer policía solo observa, sin intervenir, cómo su compañero arrastra a Antonio sin que éste presente oposición alguna.

La acción de los policías se detiene porque un vecino de la zona se acerca e increpa a la autoridad, incluso el civil levanta el celular del detenido que sale del pantalón de Antonio mientras éste es arrastrado por el suelo, y se lo entrega a quien presumiblemente es una familiar del detenido.

A fin de cuentas, en el sitio se presentan otros dos policías, pero ya Antonio había sido levantado del suelo. Todavía uno de los agentes lo toma del cinturón por la espalda para asegurarlo, lo que según la fuente consultada, era innecesario y corrobora una actuación policial indebida en esta detención.

Antonio quedó ingresado en los separos, pero esto fue lo último que supo su familia.

El sábado a las 10:30 horas, un tío que radica en los Estados Unidos les llamó por teléfono; fue él quien les dio la noticia de que Antonio había muerto.

Yolanda avisó a su hermana mayor y ambas se dirigieron a los Separos de Seguridad Pública ubicada en el C4 de Salamanca, donde al preguntar por Antonio Quintana, el oficial que las atendió las remitió al Ministerio Público sin más explicación. “Esa es la orden”, escucharon, no hubo más.

De acuerdo a lo que ellas supieron, Antonio:

“le pegó a la gorra de un policía, y (eso) fue donde más agarraron coraje (los policías) y fue donde empezaron a golpear(lo) más feo”.

Los familiares de Antonio viajaron a la ciudad de Guanajuato para recoger el cuerpo:

“Ya lo tenían preparado, luego luego entregaron, no tardaron nada y ahí (en el informe forense) dice que él se ahorcó con las rejas. Yo pienso que es imposible que se haya ahorcado con las rejas porque no tiene ni huellas en su cuello, él no cargaba con que hacerse daño, traía chanclas, era gay, no se me hace justo porque en la autopsia dicen que fue por asfixia” explicó Yolanda.

Antonio era una persona gay; le encantaba la música, siempre tenía una sonrisa en su rostro. Sus familiares no descartan que haya sido agredido por homofobia.

Luisa Villegas explicó que a simple vista, el cuerpo de su hijo tiene lesiones en un ojo “como un golpe, la nariz y su cabeza está muy inflamada” y explica que no tenía marcas en el cuello por el presunto suicidio que asentaron las autoridades como causa de muerte.

Yolanda y Luisa denunciaron que vecinos les relataron que policías municipales golpearon a Antonio antes y después de detenerlo.

“Hoy fue mi hermano, mañana puede ser otro. Justicia, que den con las personas que lo mataron y que les quiten su trabajo; que los encierren, que paguen con cárcel” exigió Yolanda.

Luisa Villegas, madre de Antonio Quintana. Foto: Edith Domínguez.

Hasta que hizo público lo sucedido (alrededor de las 16:40 horas del lunes), el alcalde Cesar Prieto se comunicó con la familia y se comprometió a apoyar con los gastos funerarios y a mostrarles los videos del interior del C4.

Pero aun cuando la muerte sucedió entre el viernes y la madrugada del sábado (esto ni siquiera ha sido precisado por Seguridad Pública) , la administración del morenista Cesar Prieto informó hasta este lunes, aunque no fue posible entrevistar al secretario del Ayuntamiento al respecto porque “estaba muy ocupado” y solamente se remitió a medios una ficha informativa similar al parte de Policía, plagada de ambigüedades, en la que se señala que Antonio se encontraba en estado de ebriedad y fue remitido a separos a petición de familiares.

“A su llegada fue revisado por personal médico del C4 sin que presentara ya conductas violentas o algún tipo de alteración emocional, sin embargo de forma repentina decidió utilizar su sudadera para atentar con su persona, lo que resultó en un deceso por ahogamiento por suspensión (sic), la cual se auto infringió”. Más tarde, ante varios comentarios hechos por reporteros en el chat en el que se difundió la ficha, se corrigió : “fue asfixia por suspensión”.

Pero la autoridad evitó precisar la hora en que murió Antonio. El área de comunicación social tampoco respondió dudas sobre la investigación que inició el Consejo de Honor y Justicia a los policías que intervinieron en la detención y si estos fueron suspendidos.

Este es el segundo caso que se registra de una muerte al interior de los separos de seguridad pública de Salamanca. En noviembre del 2022, un hombre de aproximadamente 33 años de edad presuntamente se habría quitado la vida con una sábana después de ser detenido.

De este hecho la administración municipal informó que se inició una investigación en la Unidad de asuntos internos, pero jamás informó el resultado y si se fincaron responsabilidades por esto.

Sin recursos para sepultarlo

La familia de Antonio tiene una situación económica precaria. Al ser de escasos recursos, desde el sábado comenzaron a buscar ayuda para enterrar a Antonio, por lo que conseguir un dictamen forense con un particular para esclarecer la causa de su muerte es para ellos imposible, “ahorita tenemos ni para enterrarlo”.

Desde el sábado comenzaron a pedir préstamos para comprar un espacio en un panteón para poder enterrarlo, incluso por eso tuvieron que aplazar la misa de exequias hasta el lunes por la tarde.

Foto: Edith Domínguez.

Además de ser camarista, Antonio también le ayudaba a su mamá a vender sus frituras. En un triciclo recorría las calles de las colonias, el dinero que ganaba se lo entregaba a su madre, “era muy buen muchacho, trabajador, él prefería darnos a nosotros que ponerse él, incluso ni zapatos se compraba por darme la mano” explicó la mujer.

Antonio era uno de sus ocho hijos, pero también uno de sus pilares económicos. En ocasiones se daba el tiempo para hacer tareas de tránsito en el puente deprimido de la colonia el Cerrito -a unos pasos de su casa- al ser de un solo carril; de ahí también ganaba unas monedas, de su sueldo y de lo que ganaba hacía despensas y entregaba a las personas adultas o familias que más lo necesitaran, además de repartir la ropa que le daban entre los niños de la colonia.

***

Este texto se publicó originalmente en POPLAB, se replica en virtud de la #AlianzaDeMedios de la cual forma parte ZonaDocs:

https://poplab.mx/v2/story/No-se-mato-lo-mataron:-familia-rechaza-version-de-supuesto-suicidio-en-separos-de-Policia-de-Salamanca-

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Somos un proyecto de periodismo documental y de investigación cuyo epicentro se encuentra en Guadalajara, Jalisco.

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