“No queremos que quede impune la agresión en nuestra contra”: Madres buscadoras de Luz de Esperanza

#HastaEncontrarles

El pasado 31 de marzo, madres buscadoras del Colectivo Luz de Esperanza que se manifestaban a la afueras de la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas fueron agredidas por policías estatales, quienes las encapsularon, empujaron y jalonearon para disuadir la manifestación que realizaban para exigir la localización de Esthela Guadalupe Estrada Ávila, quien fue desaparecida el 30 de marzo de 2023 en Tlajomulco de Zúñiga.

La agresión policial terminó en lesiones cometidas contra tres mujeres buscadoras, quienes interpusieron sus denuncias ante la Visitaduría de la Fiscalía de Jalisco, su exigencia es que las policías que les agredieron sean sancionadas y que lo ocurrido no quede impune.

Por Darwin Franco / @DarwinFranco

“Nosotras no queremos que lo que nos pasó quede impune, que quede como algo que pasó y ya. Nosotras fuimos agredidas por la policía y queremos que quienes nos agredieron sean castigadas o separadas de su cargo”, denunció Liliana Meza, integrante del Colectivo Luz de Esperanza.

Ella es una de las tres madres buscadoras que fueron agredidas por mujeres policías integrantes del Grupo Antimotines de la Policía del Estado de Jalisco,  el pasado 31 de marzo de 2023 cuando realizaron una protesta a las afueras de la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas, ubicada en la Calzada Independencia.

La protesta se realizó para exigir la localización con vida de Esthela Guadalupe Estrada Ávila, hija de Fátima Estrada, integrante del Colectivo; la joven fue desaparecida, el 30 de marzo, de su propio domicilio en la colonia Santa Fe en Tlajomulco de Zúñiga.

Las familias del Colectivo Luz de Esperanza se vieron forzadas a acudir a la Fiscalía ante las pocas acciones de búsqueda que se realizaban para localizar a Esthela Guadalupe; incluso, en las oficinas del área de búsqueda de personas desaparecidas la atención no fue inmediata, lo que ocasionó que las familias buscadoras cerraran la circulación de la Calzada Independencia como una medida de presión.

Esta decisión tomada a partir del libre derecho a la protesta ocasionó la presencia de integrantes del Grupo Antimotines de la Policía del Estado, quienes poco a poco fueron encapsulando a las familias buscadoras para impedirles el bloqueo de la calle, esta acción represiva concluyó con una agresión directa, pues las mujeres policías sujetaron por las espalda o a través de los brazos a las madres buscadoras para impedirles continuar con su manifestación, tal y como apreciarse en este video:

En el caso de Liliana Meza –madre de Carlos Maximiliano Romero Meza, quien fue desaparecido el 18 de octubre de 2020 en la colonia Tuzanía en Zapopan–, un par de policías la sujetaron de ambos brazos cuando ésta reaccionó por la forma violenta en que las policías sujetaron a la abuela de la joven desaparecida.

“Yo reaccioné porque vi como violentaron a la madre de joven desaparecida y madre de nuestra compañera Yadira. Me molesté porque ella es una persona de la tercera edad y la habían lastimado por el brazo. Ahí fue cuando sentí el jalón de mi brazo porque querían que dejara de grabar lo que estaba ocurriendo”, explicÓ Liliana.

La propia Yadira, madre de la joven desaparecida, también fue lastimada cuando exigió a las policías que dejaran en paz a su madre; sin embargo, poco importó esto a las integrantes de la Policía Estatal, quienes mediante empujones y jalones desarticularon la protesta que las integrantes del Colectivo Luz de Esperanza hacían sobre la Calzada Independencia.

La agresión policial, señala Liliana Meza, ocurrió con la complacencia de Salvador de la Cruz, Subsecretario del Interior del Gobierno de Jalisco, y Saúl Alberto Arámbula Gutiérrez, Director de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Fiscalía de Jalisco, ya que ambos funcionaron observaron las acciones previas de intimidación de las policías y la propia violencia, pero no hicieron nada para persuadir o detenerlas.

Esta misma actitud evasiva tuvieron de la titular de la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas, Blanca Jacqueline Trujillo Cuevas, quien sólo después de los hechos atendió a las familias que exigieron por más de dos horas hablar con ella.

“Yo ese mismo día le comuniqué ocurrido a la a la Fiscal Blanca, pero su respuesta fue que lo sentía mucho, pero que no era de su competencia”, cuenta con indignación Liliana Meza, pues no es posible que quien tendría que velar por sus intereses y derechos se haya demostrado tan despreocupada luego de que policías las habían agredido fuera las oficinas de la Fiscalía Especializada.

Tras la agresión, Liliana y sus compañeras fueron a que se les realizara el parte médico en los Servicios Médicos Municipales del Gobierno de Guadalajara; en el caso de Liliana, su parte médico con folio 160 indicó las siguientes lesiones:

“Signos y síntomas clínicos de esguince en columna cervical. Equimosis  focalizada en región externa del brazo izquierdo de aproximadamente  tres centímetros. Escoriación localizada en el dorso de mano izquierda de aproximadamente un centímetro, al parecer, producida por un agente contundente”.

Con dicho parte médico por lesiones se presentaron en las oficinas de la Fiscalía Especializada para interponer una denuncia por agresión policial y uso excesivo de la fuerza pública. La denuncia quedó consignada con el folio 24044/2023.

Pese a la gravedad de los hechos, ninguna autoridad ha hecho referencia a los hechos, lo único que han obtenido como Colectivo Luz de Esperanza son excusas sobre el actuar, pues integrantes de la policía estatal únicamente han señalado que “se trató de un error, pues se les salió de las manos y no tuvo que haber ocurrido”.

Por ello, es que el Colectivo seguirá firme en sus denuncias tanto en la Visitaduría como en la queja que, igualmente, interpusieron en la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, pues no desean que esto quede impune.

“Yo quiero que haya una consecuencia de sus actos, pues nadie merece ser tratados de esta manera y, mucho menos, por la que se supone es la gente que debería estarnos protegiendo. Queremos que suceda porque ahorita fuimos nosotras, pero mañana pueden ser cualquier persona que no se acate a lo que ellas quieren”, concluye Liliana Meza.

Lamentablemente, Esthela Guadalupe Estrada Ávila continúa desaparecida. Y su búsqueda se suma a la que su madre, Yadira Estrada, ya hacía de su hijo, Iván Alfredo Estrada Ávila, y su nuera, Anabel Suárez Moreno, quienes fueron desaparecidos por un comando en el municipio de Guaymas, Sonora, el 3 de febrero de 2020.

En entrevista con NTR Jalisco, Yadira Estrada denunció que no ha tenido ningún avance sobre la búsqueda de su hija; además no descarta que la desaparición de Esthela Guadalupe esté relacionada con su labor como madre buscadora.

Comparte

Darwin Franco
Darwin Franco
Me encanta hacer periodismo y contar con dignidad las historias de quienes confían en mi trabajo. Disfruto ser profesor y aprender de mis alumnas, alumnos y alumnes. Creo que el periodismo es una potente herramienta de paz y esperanza.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Quizás también te interese leer