Silicon Valley Bank, el costo de la imprudencia y las consecuencias para las startups latinoamericanas

Medios Aliados

Para las startups latinoamericanas mover su capital ha sido especialmente complicado en sus países de origen. Por esa razón, han tenido que acudir a entidades bancarias de rápido crecimiento y con una cultura de inversión propensa al riesgo en las que el capital privado ha confiado para depositar su dinero. Sin embargo, la supervisión laxa por parte de las autoridades bancarias, así como el manejo imprudente por parte de bancos menos vigilados, provocan descalabros como el de Silicon Valley Bank. Organizaciones que pugnan por una mejor ética financiera ven la crisis como una oportunidad de mejorar las prácticas bancarias, particularmente las relacionadas al capital privado.

Por Claudia Ocaranza / EMPOWER / @Empowerllc

“Saca la plata del Silicon Valley Bank”. Ese fue el primer mensaje de alerta que recibió Gabriel Marcolongo, fundador de la startup argentina Inclúyeme, el jueves 9 de marzo por la mañana de parte de uno de los inversionistas de su firma, dedicada a generar mercado laboral para las personas con discapacidad en 12 países de América Latina.

Pero no fue la primera alerta que existía sobre Silicon Valley Bank (SVB). Antes, los jugadores más críticos de la industria financiera estadounidense, aquella de una cultura capitalista rapaz y en la que el capital privado juega un papel cada vez más grande, ya habían alertado sobre las malas prácticas del banco preferido entre los y las emprendedoras.

Una serie de errores en la aplicación de la legislación por parte de las autoridades bancarias estadounidenses, la negligencia de los responsables de Silicon Valley Bank de no ajustar estrategias conforme subían las tasas de interés, además de su pésima gestión de crisis, llevaron al descalabro que hizo temblar al ecosistema emprendedor. Y resonó con fuerza en América Latina, donde, hasta ahora, ese banco poco convencional era una de las pocas opciones que tenían las startups de la región para abrir cuentas en Estados Unidos, un requisito casi que indispensable para recibir inversiones de fondos de capital privado, como los venture capital.

La presión ejercida por el capital privado a partir de su necesidad de estar levantando capital para invertir en startups, de una forma más riesgosa que las inversiones tradicionales, tuvo su efecto en la forma de operar de SVB, que ponderó el apostar por las tasas bajas de interés para poder ofrecer servicios más competitivos sobre la cautela para proteger el dinero de sus clientes.

De hecho, el inicio de la crisis para SVB la marcó Founders Fund, un fondo de inversión de capital privado liderado por Peter Thiel, fundador de PayPal y socio fundador de Palantir, que fue de los primeros en retirar su dinero del banco. Aunque Thiel aseguró que no lo hizo porque creyera que SVB iba a quebrar1, el efecto fue justamente que el resto de clientes sintieran miedo por su dinero.

“Muchas startups, entre ellas la nuestra, estábamos al borde de fundirnos”, relató Marcolongo para Empower. Inclúyeme tenía el 90% de su capital resguardado en varias cuentas de SVB. La historia de Marcolongo no es diferente en cuanto al proceso del bank run o corrida bancaria —cuando los clientes intentan sacar su dinero en estampida— que vivieron el resto de emprendedores al intentar sacar su dinero de SVB.

Para Marcolongo como emprendedor latinoamericano, el efecto de la caída de SVB es más profundo, pues ese banco era una de las pocas opciones que facilitaban el acceso a una cuenta bancaria en Estados Unidos para las startups latinoamericanas, mientras que un banco tradicional tiene requisitos más estrictos y a menudo inalcanzables para las empresas tecnológicas de reciente creación.

Sus procesos ágiles convirtieron a SVB en el banco favorito de las startups latinas, al ver en él un ejemplo de emprendimiento al mismo tiempo que un jugador importante en el crecimiento de empresas tecnológicas en Estados Unidos. Ahora, para la industria del emprendimiento de startups en América Latina, el descalabro de SVB desmitifica la seguridad financiera con la que el mundo veía al país del norte.

Foto: tayhifi5 en Freepik.

Desde el viernes 10 de marzo las transferencias fueron suspendidas, la incertidumbre imperó, SVB dejó de contestar el teléfono a sus clientes y “la gestión fue: ‘básicamente, cerramos’, esa fue su comunicación”, dijo Marcolongo. De acuerdo con las investigaciones preliminares de la Reserva Federal de Estados Unidos y de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC), en sólo 24 horas SVB vio salir el 85% del dinero que “resguardaba”2.

El pánico fue detenido cuando, el domingo 12 de marzo, el presidente Joe Biden anunció que, a través del FDIC, se les pagaría cada centavo a los cuentahabientes, incluso a los que superaban el límite asegurado de los 250,000 dólares3.

“La sensación generalizada entre la industria es que es triste porque SVB fue un buen socio, tenía muchísimo dedicado a América Latina”, dijo a Empower Hernán Fernández, managing partner de Angel Ventures, un fondo de capital privado en México. Agrega que aunque lo que pasó deja ciertas dudas, la confianza no está del todo perdida, pues en cuanto el Gobierno estadounidense tomó medidas, mandó un mensaje de tranquilidad. “Hubiera sido distinto si hubiera pasado eso en México o Argentina”, dijo.

Angel Ventures también era cliente de SVB; sin embargo, de acuerdo con Fernández, para los fondos de capital privado el miedo no se esparció tanto como entre las startups, debido a que “no estábamos en llamado de capital, no teníamos mucho dinero ahí y estábamos dentro de los mínimos cubiertos, los 250 mil dólares”.

Crónica de una debacle anunciada

Para entender lo que pasó con SVB y el impacto en el emprendimiento latinoamericano es necesario remontarse a 2021. Ese año las startups vieron su mini época de oro, al capitalizarse de manera importante para luego depositar sumas grandes de dinero en sus cuentas en SVB. Ese mismo año, las tasas de interés marcadas por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) mantenían niveles bajos, porque “con las tasas bajas, (SVB) tenía que ir a buscar rendimiento para tanto dinero. Amarraron el capital a tasas muy bajas a largo plazo (como los bonos gubernamentales)”, explicó Fernández.

La Fed subió gradualmente las tasas de interés, pero SVB no actuó en consecuencia. “Cuando la Fed empieza a subir las tasas y empiezan los problemas, lo que SVB tenía que haber hecho era refinanciarse. Debía haber liquidado las posiciones que tenía en tasas bajas. El juego peligroso fue que no hizo esto y apostó a que iban a bajar las tasas. Conforme subían las tasas, con rendimientos bajos, para cuando quiso rectificar las cosas, ya era tarde”, dijo el cofundador de Angel Ventures.

A ese paisaje se sumó que, en 2023, no ha sido un año tan favorable para las startups. Han recibido menos dinero y han comenzado a gastar aquel que tenían guardado en SVB. Es decir, el banco empezó a ver vacías sus reservas.

Mientras que, además de los bonos del Tesoro —que sí están asegurados—, de acuerdo con S&P Global Market Intelligence, Silicon Valley Bank llegó a tener depósitos no asegurados en 94% de sus activos totales. Es decir, SVB superó el promedio de los depósitos nacionales bancarios no asegurados, del 45% en 2022, según informó Axis Negocios4.

Para Marcolongo, la tormenta perfecta que terminó en ver el capital de su emprendimiento en riesgo, significa también un retroceso en ahora tener que buscar alternativas, lo que afecta a la operación de su negocio basado en Argentina.

“El retroceso está en tener que preocuparme más en ¿cómo me enfoco en cuidar y proteger lo que tenemos? ¿Cómo salvaguardo eso en lugar de enfocarme en la operación? Yo quiero enfocarme en que personas con discapacidad tengan trabajo”, dijo.

Foto: Coolcaesar en Wikimedia Commons.

Regulación imprudente

Por otro lado, grupos de incidencia en políticas públicas y abogados demócratas también levantaron las alarmas desde hace cinco años cuando el senador republicano Mike Crapo, entonces director de la Comisión Bancaria del Senado de Estados Unidos, introdujo una reforma bancaria que incluía disminuir los requisitos de capital para algunos bancos medianos.

De acuerdo con USA Today, esa reforma fue contraria a la ley Dodd-Frank, que se aprobó en 2010 y que servía para prevenir “el exceso de riesgo” que llevó a la crisis financiera de 2008. Con la ley de Crapo, Silicon Valley Bank, entre otros, quedó menos vigilado5.

Hoy el capital privado y la banca son mutuamente dependientes y, ante situaciones como la de SVB, su futuro en el capitalismo pende de un hilo6. Fuentes consultadas por Empower aclaran que, aunque el pánico fue detenido a tiempo, es una oportunidad para cuestionar las dinámicas con las que se mueve el capital privado por el sistema financiero, a partir de inversiones riesgosas y utilizando una industria bancaria “imprudente”.

Para Leticia Armenta, economista investigadora y profesora en el Tec de Monterrey, tanto las autoridades reguladoras de California —donde se ubica SVB—, así como la Fed y las internas de SVB, relajaron sus sistemas en pro del dinamismo que necesita la innovación tecnológica impulsada por las startups.

“Además de la regulación federal, en Estados Unidos, cada estado tiene la propia. La regulación se vuelve más compleja que la nuestra . Por otro lado, el hecho de querer impulsar innovación tecnológica, lleva a los reguladores a establecer métricas distintas. En el asunto particular de SVB faltó una regulación estrecha para que cuando se buscaran más recursos, no se llegara al límite. Definitivamente las autoridades internas del SVB tendrían que haber reaccionado mucho antes, no dejar pasar estos niveles, sino anticiparse”, dijo a Empower.

Sin embargo, para Carmen Ponce, economista de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional y especializada en temas de género, aunque la crisis de SVB fue detenida relativamente a tiempo, pone el énfasis en que algunas entidades “juegan a la especulación financiera y no con un escenario real. Hay una posibilidad real de un escenario de una crisis financiera. De los bancos se traslada a la economía del día a día”, comentó en entrevista con Empower.

El 27 de marzo, First Citizen, el banco comprador de SVB, envió un correo electrónico a los clientes de SVB, entre ellos a Marcolongo. En la comunicación First Citizen anuncia su intención de recuperar la confianza de los clientes afectados.

Por su parte, Americans for Financial Reform, una coalición sin fines de lucro que trabaja sobre la creación de un sistema financiero ético, emitió una carta a las entidades reguladoras para pedir una investigación “amplia e independiente de las fallas de la Fed en la crisis bancaria”7. Los resultados completos de la investigación de la Fed y del FDIC serán públicos antes de mayo, pero, para la organización, el fracaso de SVB demuestra la necesidad de implementar de vuelta algunas cláusulas de la ley Dodd-Frank.

Mientras que esos asuntos no se resuelvan en Estados Unidos, el panorama para las startups, sobre todo para las tecnológicas latinas luce más gris. De acuerdo con René Lankenau, fundador de whitepapermx, un newsletter dirigido a la comunidad empresarial, “es preocupante para el ecosistema mexicano. Hay otras posibilidades digitales, fintechs, pero no son bancos, usan licencias bancarias de otras entidades. Y son chicas. No tienen la profundidad de servicios necesarios para las startups”.

De acuerdo con las expertas y los emprendedores entrevistados por Empower, el efecto a largo plazo del descalabro de SVB en México y América Latina todavía está por verse. Sin embargo, mientras que en Estados Unidos se revisan regulaciones, legislaciones y penalizaciones, surge también el tema de cómo evitar que el riesgo, que caracteriza al capital privado, no se convierta en la puerta para un manejo imprudente por parte de los bancos que quieran ocupar el espacio que deja SVB.

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Este texto se publicó originalmente en EMPOWER, aquí el link a la publicación original: 

Silicon Valley Bank, el costo de la imprudencia y las consecuencias para las startups latinoamericanas


1 Pablo Scarpellini, “Peter Thiel, el inversor ultraliberal que desató el colapso bancario del Silicon Valley Bank”, El Mundo, 25 marzo 2023, www.elmundo.es/loc/celebrities/2023/03/20/6414585721efa0cc0e8b45c7.html.

2 Rubén J. Lapetra, “Así cayó el SVB, la versión oficial: pánico, redes sociales y un clásico de ‘mala praxis’”, La información, 30 marzo 2023, www.lainformacion.com/mercados-y-bolsas/asi-cayo-silicon-valley-version-oficial-panico-clasico-mala-praxis/2883853.

3 Melissa Quinn, “Biden says Americans can ‘rest assured’ banking system is secure after SVB collapse”, CBS News, 13 marzo 2023, www.cbsnews.com/news/joe-biden-silicon-valley-bank-collapse-watch-live-stream-today-2023-03-13.

4 Greg lp, “La confusión generada por SVB tira a la basura lecciones de crisis financiera global”, Axis Negocios, 29 marzo 2023, www.axisnegocios.com/articulo.phtml?id=118094.

5 Swapna Venugopal Ramaswamy, “It’s a wake up call: Advocacy groups, lawmakers highlight law they say led to SVB collapse”, USA Today, 14 marzo 2023, www.usatoday.com/story/money/personalfinance/real-estate/2023/03/14/repeal-law-led-bank-silicon-valley-collapse/11466071002.

6 Runaway Train: The Perilous and Pernicious Path of Private Capital Worldwide, Empower, julio 2021, Pág 44, empowerllc.net/wp-content/uploads/2022/08/Reporte_APE_FINAL_PublicVersion_web.pdf.

7 “Letter to Regulators: Silicon Valley Bank Failure Demonstrate the Need to Implement Key Executive Pay Rule, Dodd-Frank Section 956”, Americans for Financial Reform, 28 marzo 2023, ourfinancialsecurity.org/2023/03/letter-to-regulators-silicon-valley-bank-failure-demonstrates-the-need-to-implement-key-executive-pay-rule-dodd-frank-section-956.

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