“Ni de aquí ni de allá”: La lucha y resistencia de las personas retornadas de Estados Unidos a México

Chicano Fest 2023 arrancó este 28 de abril en Guadalajara y lo hizo a través de varias actividades artísticas y paneles de discusión; uno de éstos de tituló: “La resistencia a través de la visibilidad”, ahí personas que trabajan por los derechos de las personas retornadas hablaron de su lucha y resistencia a largo de los años, pero también de cómo es que tienen que enfrentarse a una cultura binacional donde no son considerados “ni de aquí ni de allá, lo que saben muy bien porque les ha hecho sentir la xenofobia, la discriminación y el racismo, tanto en Estados Unidos como en México cuando son  retornados.

Texto y fotos por Alondra Angel Rodriguez / @alondriixs

“Se hace la comunidad a través de la miseria”, así se expresó Francisco Villegas del Colegio Kalamazoo para referirse a como persona binacional, pero también en relación a cómo estos se manifiesta mediante productos comunitarios donde, a su parecer, convergen grupos y poblaciones que “han aprendido a vivir y entender cómo es que operan las personas con poder, hablando de personas blancas, con dinero y también con pensamientos hegemónicos que quieren dislocar a la gente, removerlos (mandándolos a la cárcel o deportándolos)”.

Esto lo expresó en su participación en el panel “La resistencia a través de la visibilidad” que fue moderado por Ricardo Zepeda y en donde participaron Roberto Hernández (Guanatos G.D.L.S.U.R.), Bobby Weide (Cal State) y Rossy Atunez (IMUMI), esto en el marco del Chicano Fest 2023 que organiza la comunidad de deportados y binacionales de Guadalajara.

Francisco cuenta que su experiencia al desplazarse de Guadalajara a Estados Unidos estuvo marcada por el miedo de que las personas se dieran cuenta de que era un indocumentado; sin embargo, esto cambio hasta que tuvo la oportunidad de entrar a un grupo donde había otras personas que vivían su situación, “por primera vez pude estar en un espacio donde todos tenían una vulnerabilidad similar”, expresó.

La resistencia consistía en informar a estudiantes de secundarias y preparatorias sobre políticas que les permitiría pagar sus matriculas de una manera más accesible. Además de que, por esos años, se daban por primera vez movimientos y marchas de personas migrantes esto para generar un estatus y abandonar ese sentido de desprotección, invisibilidad y miedo.

“La visibilidad estratégica vino del reconocimiento de una calidad de personas que estaban en la marcha y la posibilidad de estar marchando por las calles exigiendo cambios al estado con otras 250 mil personas”, comenta respecto a las marchas de migrantes generadas en Estados Unidos en 2006.

Todo lo anterior, lo reconoce como esfuerzos en comunidad que les permitieron ser visibles para quienes los querían ver como desechables. Aunque reconoce que

“la vida de indocumentados es una pantalla que se puede ver entre la esperanza y la desesperanza, ya que es un anhelo por conseguir todo lo que se ha soñado, tener una vida plena y alcanzar los objetivos, pero la contraparte es la de un sueño que no puede lograrse, ya que no se puede acceder a los servicios, comodidades y derechos de los que cualquier persona puede gozar”.

Integrantes del panel “La resistencia a través de la visibilidad” realizado el 30 de abril en LARVA.

Por su parte, Rossy Atunez, quien participa en el Instituto para las Mujeres en la Migración A.C (IMUMI) contó  su experiencia, específicamente, siendo mujer e indígena de una comunidad mixe de Oaxaca: 

“Estuve sujeta a distintas violencias y en cada situación en el cual fui colocada por un estado migratorio racista y clasista que desde que era niña iba marcando mi pauta y mi forma de ser”.

Ella considera que cada experiencia de vida indocumentada es diferente, a pesar de que se les quiera ver como una única vivencia, por lo que debe de comprenderse primero, desde la biografía de cada persona para poder resistir en colectivo:“Hay tantas maneras de vivir la vida indocumentada, que debe de haber las mismas maneras de ver la realidad de las personas”.

Igualmente, apuntó, que todas las experiencias de vida de las personas indocumentadas, deportadas y retornadas viven no pueden ser vistas desde un punto de vista teórico, sino como:

“una epistemología propia desde donde se generan teorías, y conceptos no nombrados como tal, pero que ellos saben que es una articulación de la vida que les atraviesa, su realidad inmediata”.

Rossy considera que la resistencia en las personas indocumentadas, deportadas y retornadas está todo el tiempo, que lo que llegan a hacer ni siquiera lo perciben como resistenciaestamos sujetos a sólo a aguantar que no nombramos las violencias”.

Además, criticó que siempre se quiera contar estas experiencias excluyendo la voz de las personas: “es como si no tuvieran voz, hacerlo así los jerarquiza y los coloca dentro de espacios donde se decide por ellos”; así todo se ve como un problema a futuro, pero que no se toma en cuenta que se está hablando de la vida de personas que sienten, que viven y que han sufrido desde que tuvieron que desplazarse por primera vez.

“Como mujer retornada y desplazada desde la niñez son muchos duelos y en esos momentos no los vivimos ni procesamos, porque ya viene otro madrazo, otro desplazamiento, otra situación de violencia”.

Para ella, la deportación es la herramienta que utilizan los poderosos para desgarrar a las personas de sus lugares de origen, de sus comunidades:

“Yo no creo que nuestro origen sea en nuestro lugar de nacimiento, sino donde formamos vínculos y el sentido comunitario, donde tuvimos nuestros primeros momentos bonitos en la adolescencia; por ejemplo, el primer beso, la primera cita, la primera pelea, lo que sea, es ahí nuestro origen”.

Pero concluyó diciendo que:

“resistir es doloroso, pero no se debe desestimar que la resistencia debe ser colectiva, y la visibilidad debe ser colectiva, ya que hemos vivido el desplazamiento de muchas maneras… Sí desde la perdida, pero también de lo que podemos construir, pues uno de los objetivos es visibilizar las violencias lo que ejercen sobre nosotros, así también nos visibilizamos”.

Roberto Hernández, fundador de la casa de recuperación y asociación civil G.D.L.S.U.R.comentó sobre este tema es mucho más de lo que la gente se puede imaginar, pues lo que se sabe y se cuenta: “es la punta del iceberg”, ya que los medios de comunicación no quieren saber qué es lo que hay más abajo, pues implica abordar problemáticas delicadas como: la criminalidad, la deportación y las violencias a las cuales las personas deben enfrentarse.

Para Roberto es claro que no se generarán cambios y mejoras hasta que las asociaciones, personas y el gobierno pongan de su parte y, en conjunto, puedan mejorar la situación, pues para él hoy en día: “cada quien trabaja por su lado”.

Para el activista binacional, “hay que ver para creer lo que las personas con una binacionalidad viven”, pues el ser “pocho”, “cholo” o “chicano”, como se les nombra, va más allá de una apariencia o de cierto estilo de vida, ya que son, en realidad, una construcción cultural que tiene dos lugares de pertenencias: “Es muy difícil tratar de convencer a las personas de algo que no conocen, lo vemos, no lo entendemos, lo vemos, no lo vivimos y no es lo mismo”.

Más allá de una comprensión, para él las personas con binacionalidad se enfrentan a la discriminación y violencia en ambos lados, en Estados Unidos y México: 

“te identifican, hasta por como caminas una persona, así sabemos que nos ven diferente (…) por eso nos vamos, porque no está yendo mal aquí, y llegamos allá y nos va mal, y regresamos para acá y nos va mal”.

Roberto cree realmente necesario que más allá de visibilizar se debe actuar, se debe ser empático y tratar de respetar:“Yo si pudiera estuviera en Estados Unidos, no puedo, porque yo pertenezco allá, aunque no soy de allá, pero hoy tengo que vivir con lo que un académico no va a entender”.

El panel de discusión fue llevado a cabo dentro del marco de actividades del primer Chicano Fest 2023, que se realiza en Guadalajara desde el 28 de abril hasta el 7 de mayo; en este festival habrá actividades culturales, exposiciones de arte, lecturas, conciertos, desfiles y recorridos en distintas sedes del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), tales como el Parque de las Niñas y de los Niños, el Ex-Convento del Carmen, el Laboratorio de Artes Variedades (LARVA) y el ITESO, todos los detalles en https://chicanofestmx.com/

Comparte

Alondra Angel
Alondra Angel
Soy estudiante de Comunicación Pública. Me gusta el color blanco, escuchar música y tomar café. Me encanta estar con mi familia. Creo que el periodismo es una manera de hacer algo frente a las problemáticas de hoy y las que tendrán un impacto en el futuro.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Quizás también te interese leer