Pilares de la educación que abren el camino hacia la paz y la justicia

En Pie de Paz

Por Ma Teresa Prieto Quezada*

Jacques Delors (1996), diplomático francés, promueve desde hace décadas que la educación debe convertirse en un instrumento que conduzca al progreso de la humanidad y al logro de los ideales sociales como son la paz, la justicia y la libertad; sin dejar de lado la individualidad de cada persona que permite un desarrollo más armónico e inclusivo. Por ello, afirma que la educación debe ser una prioridad y estar encaminada principalmente a los niños y adolescentes que tomarán las riendas del futuro.

Los pilares que sostienen esta idea son: aprender a conocer o comprender, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.

Pero es claro que la sociedad vive un panorama de incertidumbre, violencia y guerra que extiende un sentimiento de desesperanza que ya estaba generalizado por la desigualdad económica y la injusticia social. Tal desencanto es producto de problemas sin control, como la pobreza y el desempleo.

Nuevas sombras invaden el escenario social: una visión fatalista de la historia, una idea de progreso y del sujeto caducada que sustentó la filosofía moderna o las guerras interminables que anuncian la imposibilidad de una política de acuerdos, de negociación y de paz.

Ante ello emergen interrogantes urgentes de contestar desde el discurso democrático: ¿Podremos vivir juntos en la aldea global? y ¿Cómo planteamos la posibilidad de una convivencia en paz, en la aldea global, cuando no podemos vivir juntos en la proximidad del espacio y tiempo geográfico? Estos cuestionamientos obligan a renovar las estructuras de la democracia actual tan debilitada y reducida a discursos demagogos.

Delors sostiene que “las tensiones que han de superarse”, siempre y cuando mantengan su atención en las tensiones entre lo mundial y lo local, entre lo particular y lo universal, entre tradición y modernidad, entre el largo y el corto plazo, entre la indispensable competencia y la preocupación por la igualdad de oportunidades, entre el extraordinario desarrollo de los conocimientos y las capacidades de asimilación del ser humano y entre lo espiritual y lo material. 

La definición del contexto que evita la consecución de la paz y justicia social, permite hacer una serie de propuestas para revertir la tendencia basadas en la educación:

      1. Lograr la formación de la ciudadanía desde el reconocimiento de lo propio y la autognosis. 
      2. Llevar a cabo procesos de globalización cultural de acuerdo con los contextos individuales y regionales.  
      3. Priorizar las tendencias de acuerdos para satisfacer necesidades básicas.  
  • Retomar y actualizar el concepto de educación para toda la vida. 
  • Escoger elementos de reforma respetando una educación básica que permita vivir mejor y lograr una cultura de la paz y dignidad humana.  
    1. Promover un modelo pluralista basado en la tolerancia y el respeto mutuo.
    2. Generar un futuro común basado en el desarrollo de los talentos y capacidades para que el sujeto logre realizar su proyecto humano. 

Estas propuestas no solo nos comprometen individual y colectivamente, sino que implican el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y humanas más allá de las aulas o espacios personales. Aún con la incertidumbre que genera pensar en el futuro, se debe seguir sosteniendo la esperanza en una utopía necesaria y fundamental: la educación como palanca del desarrollo humano de paz y justicia social.

La Unesco señala como uno de los pilares más importantes de la educación “aprender a vivir juntos” en una cultura de paz, respetando los derechos de los demás y, sobre todo, respetando todas las formas de vida sobre el planeta. Este postulado supone desarrollar la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia, realizar proyectos comunes y prepararse para tratar conflictos, respetando los valores de pluralismo y comprensión mutua. 

Simplemente, el hecho de aprender que la paz es una de las cuestiones más importantes en la educación actual, permitirá apreciar con conciencia crítica la creciente violencia social e individual, los prejuicios y el clima general de hostilidad, y así dar pie a la implementación de programas educativos de amplia influencia en la vida social.

Referencias: Delors Jacques (1996). La educación encierra un tesoro. Ediciones correo de la UNESCO. México. pp.9-27.

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Investigadora de la Universidad de Guadalajara. Pertenece a la Academia Mexicana de la Ciencia AMC y es Coordinadora del área temática violencia en las escuelas del Concejo Mexicano de Investigación Educativa COMIEIntegrante del Centro de Estudios para la Paz (CEPAZ). 

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En pie de paz
Es una columna colaborativa que busca colocar en el debate público la relevancia de la cultura y educación para la paz. Esta columna es escrita por Tzinti Ramírez, Carmen Chinas, Laura López y Darwin Franco.

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