Migrantes pasan calvario ante medidas de contingencia por COVID-19

Por Red es Poder / @redespoder

El pasado 3 de abril, un grupo de personas migrantes tomaron las instalaciones del albergue transitorio ubicado en el municipio de Piedras Negras, Coahuila, hicieron una quema de colchones y exhibieron carencias como falta de alimentos y condiciones hacinamiento por las medidas de contingencia abordadas por el esparcimiento del virus COVID-19.

La crisis que vive el mundo por la propagación del virus Sars-Cov2, causante de la enfermedad COVID-19, no sólo ha costado vidas humanas y un evidente detrimento a la economía, también ha abonado al discurso de cierre de fronteras, sobre todo en países afines a las políticas separatistas, ajenas al respeto a los derechos humanos de las personas migrantes.

Alberto Xicoténcatl, Director de la Casa del Migrante de Saltillo, describió el panorama que están viviendo los viajeros y cómo las políticas que ha tomado el Gobierno de Estados Unidos están generando un problema de altos vuelos.

“Estados Unidos está haciendo deportaciones exprés de personas de México y de Centroamérica o de cualquier parte del mundo, y las están dejando en la frontera con México. En estas deportaciones exprés Estados Unidos no da ningún tipo de diagnóstico médico, no saben cuál es el estado de salud que tienen las personas, simplemente las detienen y las deportan de forma inmediata”,explicó Xicoténcatl.

De acuerdo con The Washington Post, hasta el momento, el gobierno que encabeza Donald Trump ha deportado a más de 10 mil personas desde el inicio de la crisis por el COVID-19 en Estados Unidos, misma que le ha costado la vida a 7 mil 522 norteamericanos y se ha transmitido en 568 mil 031 personas.

El mismo rotativo indicó que las deportaciones masivas iniciaron desde el 21 de marzo, por lo que, en promedio, la nación norteamericana está expulsando a poco más de 434 personas diarias.

“Por los acuerdos arancelarios entre México y Estados Unidos, México los recibe y en ese momento lleva a las personas a la estación migratoria, en este caso pues la estación migratoria es la de Piedras Negras. La gente estaba adentro hacinada, le decían la estación migratoria pero no tenía las veces de un albergue, eran oficinas adecuadas, disque adecuadas para tener ahí a personas. La gente quería regresar hacia sus países de origen pero compartirte que los países de Centroamérica también han cerrado sus fronteras y no admiten a las deportadas”, detalló el director de la Casa del Migrante de Saltillo.

A raíz del cierre de fronteras, de las deportaciones y de la poca accesibilidad de sus países de origen, las personas migrantes, de acuerdo con Xicoténcatl, comenzaron a padecer mucha ansiedad por no tener certeza de qué pasaría con sus vidas. Además, por las condiciones de hacinamiento en las que se encontraban, tenían miedo a contagiarse de la enfermedad COVID-19, ya que en ningún momento recibieron atención médica ni los insumos mínimos indispensables para contrarrestar posibles transmisiones comunitarias del virus.

“Hubo mucha ansiedad, querían que los dejaran salir porque en ese hacinamiento, pues no había ninguna forma de garantizar que no se fueran a contagiar  entre ellos y ellas mismas, porque como te decía, no hay ningún tipo de diagnóstico antes de la deportación o la colocación de las personas en México, entonces esto crea muchísima ansiedad y la gente quiso salir y para hacerlo quemaron unos colchones que tenían ahí, precisó..

La manifestación en la estación migratoria operada por el Instituto Nacional de Migración en Piedras Negras no fue aislada. Lo mismo ha sucedido en otras partes del país. La pugna y la exigencia es la misma. Las condiciones no son adecuadas para prevenir contagios, y los migrantes deportados están varados, ni pueden regresar a Estados Unidos, ni tampoco tienen la posibilidad de volver a sus países de origen.

El pasado 2 de abril, el Instituto Nacional de Migración emitió un comunicado en donde llamó a garantizar la protección de los derechos humanos de las personas migrantes. En el pronunciamiento, hicieron referencia a lo ocurrido en la estación migratoria de Tenosique, Tabasco, en donde una persona murió por asfixia producto de un incendio.

Se llamó a respetar y darle seguimiento al trabajo de protección que hacen los organismos internacionales y afirmaron que darán atención psicológica a los familiares del migrante guatemalteco que murió en la estación. Un día después, pero sin lesionados ni víctimas mortales, una manifestación similar tuvo lugar en la estación migratoria de Piedras Negras, Coahuila.

“Ha pasado en Tijuana, pasó en Piedras Negras, pasó en Tabasco, específicamente en la estación migratoria de Tenosique, pasó en Tapachula y es porque hay mucha ansiedad de la gente y mucho miedo y el Instituto Nacional de Migración no está garantizando sus derechos humanos. Una vez que existió esta manifestación, donde inclusive la gente quemó colchones de migración para que los dejaran salir, pues lo que hizo la delegación de migración fue mandarlos a otra estación migratoria más grande, pues con la idea de contener la situación de crisis que estaba pasando el espacio que tiene Migración en Piedras Negras”, señaló Alberto Xicoténcatl, Director de la Casa del Migrante de Saltillo.

Ha llegado a tal extremo el cierre de fronteras, que las personas deportadas están pasando mucho tiempo en las estaciones migratorias y aunque la Secretaría de Relaciones Exteriores ha sostenido muchas reuniones con las autoridades diplomáticas de países centroamericanos para que acepten las deportaciones vía aérea, han logrado la apertura de algunos vuelos; sin embargo, las personas migrantes, al llegar a sus países de origen, no son bien recibidos.

“El Instituto Nacional de Migración dejó a las personas guatemaltecas en Talismán, es un municipio en Guatemala. Las dejó en medio de la nada, pero los pueblos cercanos en donde fueron dejadas estas personas crearon cercos humanos que no les permiten el ingreso a los propios connacionales por temor a que traigan el covid, entonces la gente está en medio de la nada e inclusive sí ha habido varios llamados de la comunidad nacional mexicana al INM, en que estas acciones que está desarrollando de dejar a las personas en medio de la nada, pues atentan en contra de la vida y la seguridad de la población migrante deportada, porque ninguna autoridad les está dando la bienvenida y por el contrario, la sociedad guatemalteca los está persiguiendo, no les permite el ingreso a ningún pueblo y municipio y la gente está sin alimento, sin agua, sin un lugar seguro y está prácticamente caminando en medio de la nada”, explicó el activista.

Xicoténcatl llamó a garantizar los derechos humanos de las personas migrantes, a procesar cada una de las solicitudes de ingreso a cualquier país y cerró su argumentación con una frase:

“La solución para detener pandemias o epidemias no es el cierre de fronteras, sino más bien garantizar la seguridad desde la atención médica y humanitaria”, concluyó

Este texto se publicó originalmente en Red es Poderhttps://www.redespoder.com/politica/migrantes-covid-19/

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