Vigilancia digital en medio de la pandemia

Por Jesús González Ramírez, Nuevo León, México.

Defensor de Derechos Humanos y autor del libro “Primavera Regía Pospuesta”.

El sueño autoritario hoy es realidad y se expande, no necesitas tener un chip en el cuerpo pues siempre traes cargando uno: el teléfono móvil. Sí, estamos viviendo un tremendo cambio de época donde el mundo ya no será como lo conocimos hasta finales de 2019, posiblemente tomaremos conciencia y se ajustará el sistema económico para no destruir el planeta y a todos sus seres vivos, posiblemente no y la ambición logre imponer una explotación mucho más dura, el hecho es que la transición será dura y de varios años. 

Mientras esto sucede vivimos, hoy por hoy, en una isla de tiempo donde se han restringido nuestras libertades, justo como se hace en una dictadura o en un sistema político autoritario sólo que en teoría no estamos en uno, es importante que recuerdes cómo se siente perder las libertades para cuando necesites usar tus votos o levantar tu voz; tenemos restringidas las libertades de movimiento y de protesta (física, como marchas y mítines), de alguna manera tenemos restringido la libertad de consumir pues no podemos asistir a nuestro restaurante preferido (que cerrará muy probablemente), tenemos paralizada la libertad de trabajo, tenemos en un limbo el derecho a la educación y, tal vez, el de salud pues las operaciones de otras enfermedades que no sean Coronavirus han sido desplazadas por la pandemia.

En algunos países se han ido integrando técnicas de control social por parte de los gobiernos que invaden la privacidad completamente, no sólo es el rastreo masivo de las personas vía sus números celulares sino también la confirmación de que están en algún sitio por medio del reconocimiento facial: Singapur, China y, en menor medida, Corea del Sur lo están haciendo; este es un tema peligrosísimo pues aún no se ha desarrollado la teoría profunda para proteger los Derechos Humanos dentro de los entornos digitales, hay muchos avances pero en general se va un paso atrás de la realidad, dos eventos son clarísimos, uno es el rastreo que ya mencionamos y otro es la utilización de nuestros datos personales por parte de las consultorías como Cambridge Analytica para manipular elecciones e imponer agendas privadas, como es el caso de la separación de Gran Bretaña de la Unión Europea – Brexit o bien la imposición de gobernantes como Bukele en El Salvador, Bolsonaro en Brasil y por supuesto Donald Trump en Estados Unidos.

El caso del reconocimiento facial es tan grave que la ciudad de San Francisco, California, EU, moderna y altamente tecnologizada, ha prohibido en mayo de 2019 que su policía use el reconocimiento facial y así privilegiar el derecho a la privacidad de las personas y la protección de las minorías.

Es grave que el reconocimiento facial irrumpa en tu vida y quienes tengan el poder económico o legal de ingresar a tu ubicación puedan saber dónde y con quién estás, pero es más grave que esa tecnología se equivoca y puede destruir tu vida, en la serie documental “Dark Net” de Netflix – temporada 2 capítulo 5 – podemos ver con profundidad el caso de un ciudadano estadounidense que fue acusado de robar un banco, procesado perdió su trabajo y su casa para que al final se demostrara que la tecnología de reconocimiento facial se equivocó.

En México podemos mencionar dos casos, tal vez el más grave conocido es el de #GobiernoEspía; el 19 de junio de 2017 la portada de The New York Times amanecía con la noticia, en primera plana, de que un grupo de periodistas, personas defensoras de derechos humanos y activistas había sido atacadas con el malware Pegasus, adquirido por el gobierno mexicano.

Ese día, México conoció el caso #GobiernoEspía: básicamente se instala un software que roba tus datos en la computadora y teléfono además de enviar tu localización también. Desde su irrupción en la escena pública hace dos años, han ido apareciendo más y más víctimas de una campaña sistemática de espionaje en contra de la sociedad civil.

Desde el Grupo Interdisciplinario de Expertos y Expertas Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que investigaba el caso Ayotzinapa hasta la esposa y los colaboradores más cercanos del periodista Javier Valdez, los perfiles de las personas atacadas se vinculan con los momentos más críticos de la administración encabezada por el ex presidente Enrique Peña Nieto.

Hoy no sabemos si el gobierno actual lo sigue usando. Otro caso más reciente y que, parecería no tan grave, es la serie de reportes generados por Google sobre la movilidad de las personas en México usando los datos de los celulares con el sistema operativo android y su herramienta Google Maps, con ello se determinó porcentajes de personas que se movían hacia lugares de ocio, centros comerciales, farmacias e, inclus,o playas; es claro que si los gobiernos tienen acceso a estos datos pueden controlar en cualquier momento la movilidad de las personas e incluso de algunas en específico como sucede en China y las protestas de Hong Kong.

Cerremos con la resistencia, es claro que mientras no tengamos o no logremos una legislación muy muy avanzada que proteja nuestros Derechos Humanos y tenga en cuenta todos los avances tecnológicos tendremos que encontrar la manera de hackearlos, ya sea con implementos en nuestra cara para desvirtuar el reconocimiento facial como hicieron los protestantes de Hong Kong, o bien, entendiendo el funcionamiento de las apps y desorientándolas como es el caso de quienes han logrado hackear los pilotos automáticos de autos Tesla o bien quien hace poco demostró que con unos celulares y un carrito de juguete pudo hackear o manipular Waze y desviar el tráfico de puntos seleccionados con anterioridad.

Estamos en esa etapa, la de manejar con cuidado las tecnologías de la información para no ponernos en riesgo o abiertamente desorientarlas y resistir, mientras tanto es importante que la mayor cantidad de personas pronto nos pongamos de acuerdo en definir esta nueva generación de Derechos Humanos y crear el marco legal de su protección.

Comparte

ZonaDocs
ZonaDocs
Somos un proyecto de periodismo documental y de investigación cuyo epicentro se encuentra en Guadalajara, Jalisco.

2 COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Quizás también te interese leer