“Viajó a Jalisco a comprar una camioneta, pero fue desaparecido”

#HastaEncontrarle

Una tentadora oferta vista en Facebook hizo viajar a Juan Carlos* de la Ciudad de México a Guadalajara. La oportunidad era “una camioneta en perfecto estado” y a un precio por debajo de lo que éste había cotizado.

Sin embargo, desde aquel 17 de julio de 2021, no se sabe nada de éste; tampoco se sabe nada del supuesto vendedor que asegura que el joven de 27 años se fue en la camioneta que le vendió, lo cual es imposible porque jamás se hizo el depósito.

A más de dos meses, su madre asegura que nadie ha investigado qué pasó con su hijo, pues de la Fiscalía sólo ha recibido dos llamadas, una después de que se interpusiera una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco.

Por Darwin Franco / @DarwinFranco

Han pasado ya más de dos meses desde que Juan Carlos*, 27 años, se comunicó con su familia para notificarles que la camioneta que compraría no se la entregarían en Guadalajara, como se había pactado, sino en San Antonio Matute en Ameca, Jalisco.

En UBER partió de la Central Camionera hasta esta comunidad, pues el vendedor le prometió que si iba hasta allá, le descontaría cinco mil pesos. Juan Carlos, quien necesitaba esa camioneta para sus labores como comerciante, no lo dudó y viajó 80 kilómetros para encontrarse con un hombre que asegura que la compra sí se realizó y que el joven se fue en la camioneta con un tío.

Algo que es imposible porque él no llevaba el dinero para pagar el vehículo, pues le había encargado a su hermano que éste hiciera la transferencia electrónica hasta que pudiera ver y comprobar el estado de la camioneta. Y lo más importante, él había viajado solo y, además, en Jalisco no tenía ningún familiar.

Desde en San Antonio Matute, Juan Carlos mandó un mensaje para su esposa, en éste le decía que llevaba casi una hora esperando al vendedor, pero que ya no faltaba mucho para que llegara con la camioneta. Todo parecía estar aparentemente bien.

Minutos después, el hermano de Juan Carlos recibió un mensaje donde decía que “Tío estás en la esquina, ya voy para allá”; eso lo alertó porque jamás se refería a él de esa manera y, sobre todo, ya que no era posible que se fuera en la camioneta porque no llevaba el dinero para hacer el pago, pues para evitar riesgos ambos hermanos habían acordado que el dinero se transferiría de manera electrónica.

Rápidamente marcó al celular de Juan Carlos, pero la llamada ya no entró. Después marcó al teléfono del supuesto vendedor que le aseguró: “Tu hermano ya se fue en la camioneta con su tío. Iban a ir a comer algo. No te preocupes ya se va a comunicar”, pero esto no pasó.

Así que nuevamente le marcó al vendedor, pero éste dejó de contestar las llamadas y los mensajes. A partir de ese 17 de julio de 2021, ya no supieron más de Juan Carlos.

Ese mismo día su hermano, se trasladó a San Antonio Matute, en Ameca, para realizar la denuncia por desaparición; sin embargo, en la Delegación Regional de la Fiscalía del Estado de Jalisco, le dijeron que: “debía de esperar 72 horas, pues no fuera a ser que apareciera con todo y camioneta”.

A partir de ese día, han pasado más de dos mil horas. Eso lo sabe muy bien María*, madre de Juan Carlos, quien relata que, en efecto, tuvieron que pasar tres días para que aceptaran la denuncia por la desaparición de su hijo. Tres días pasaron sin que la autoridad lo buscara.

“Mi hijo viajó hasta Guadalajara para comprar la camioneta, pero al llegar ahí el vendedor le dijo que no estaba ahí, sino en Ameca; así que con un descuento lo convenció para que viajara hasta San Antonio Matute para hacer el trato. Supimos que llegó ahí porque le avisó a su esposa y porque mi otro hijo recibió un mensaje raro que le hizo comunicarse con su hermano, pero ya no le contestó el celular… el único que atendió fue el vendedor que le dijo que Juan Carlos ya se había ido con su tío en la camioneta”.

Pero eso no tenía sentido porque, asegura María, el pago jamás se realizó porque Juan Carlos no llevaba el dinero:

“pero el vendedor ese insistió e insistió en que mi hijo se fue con la camioneta con un mentado tío, pero allá ni familia tenemos… así que su hermano por celular le exigió que le dijera qué le había hecho y que si era cosa del dinero, pues que se lo depositaba, pero que antes lo soltaran, pero a partir de ahí ya no le contestó más el celular y ya no supimos de mi hijo”.

Quienes tampoco respondieron sus llamadas fueron los funcionarios de la Fiscalía del Estado de Jalisco.

De la Fiscalía no supimos nada hasta que nos quejamos de su trabajo

La denuncia por la desaparición de Juan Carlos se realizó hasta el 20 de julio. Desde ese día, sólo han recibido un par de llamadas.

La primera para indicarles que su caso, investigación y búsqueda correría a cargo de la Fiscalía Regional de la Zona Valles, ubicada en Ameca, y que desde ahí les marcarían para notificarles de cualquier avance. Nunca llamaron.

Ante tal ineficacia, María cuenta que acudió a la Comisión de los Derechos Humanos de la Ciudad de México a solicitar ayuda; desde ahí la comunicaron con la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, la cual tomó su queja por dilación de la justicia.

Esta acción generó, la segunda llamada de parte de la Fiscalía señalándole que necesitaba acudir a Guadalajara para darle más información del caso, pero que tenía que ser el hermano de Juan Carlos quien se presentara, pues era éste el que había puesto la denuncia.

Sin embargo, María lo que está exigiendo es que a ella también se le coloque como interesada para así realizar todo trámite que se necesite para localizar a su hijo. Así lo han hecho saber a la autoridad, las cuales le aseguran que sin problemas pueden hacer eso, pero que necesitan venir de Ciudad de México a Ameca para hacer ese cambio.

Su mayor queja ante el actuar de las autoridades de Jalisco es que “desde el principio se les dio todo, el nombre y el número de teléfono del vendedor, todo… pero simplemente no han hecho nada, nunca han hecho nada, ni siquiera han llevado a declarar al fulano ese que sabemos que vive allá en Ameca”, explicó María.

Por su parte, han investigado sobre ese modus operandis que hace viajar a otros jóvenes hasta Ameca con la promesa de que ahí conseguirán “un carro bueno y barato”, pero pese a ello, nada se mueve para ellos en la Fiscalía.

“Nosotros lo que queremos es que busquen a MI HIJO, que interroguen a esa persona que disque asegura que le vendió el carro y que se haga un operativo allá en San Antonio Matute, pues no es posible que a más de dos meses no se haya hecho nada”.

No obstante, María no se ha quedado quieta y ha entrado en comunicación con colectivos de búsqueda de Jalisco, así como con personal de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas de Jalisco, quienes le han asegurado que han buscado a su hijo en los servicios médicos forenses, en los centros penitenciarios y en los anexos, pero no han tenido éxito.

“Mi insistencia está en que se le busque, aunque no sé qué probabilidad tenga yo de encontrarlo ya sea con vida o sin ella, pero yo no descansaré hasta que lo encuentre, hasta que se sepa qué pasó con él, pues mi hijo es una persona buena, con su esposa y un bebé. No hay razón alguna para que éste se haya desaparecido así, ni dinero traía como para haberse perdido”.

Por ello, sus exigencias se centran en que se investigue a fondo al supuesto vendedor porque “ese sabe qué pasó con Juan Carlos… pero ni a declarar lo han llamado, y esa es mi petición que se le interrogue para que explique cómo es que mi hijo se fue en una camioneta por la que jamás se pagó nada”.

En consecuencia, lo que ella quiere es que se le investigue, pues saben que éste sigue ahí en Internet ofreciendo y vendiendo carros como si nada: “Queremos que busquen, sólo que busquen, pues ya son más de dos meses desde que mi hijo desapareció, y no queremos que nadie más desaparezca bajo el engaño de la venta de un carro”.

En Ameca, de acuerdo al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, han sido reportadas como desaparecidas: 79 personas. Una de ellas es Juan Carlos, de 27 años, quien viajó a Ameca a comprar una camioneta, pero ahí fue desaparecido.

** Los nombres reales de Juan Carlos y María fuero cambiados por cuestiones de seguridad y a petición de la familia.

Comparte

Darwin Franco
Darwin Franco
Me encanta hacer periodismo y contar con dignidad las historias de quienes confían en mi trabajo. Disfruto ser profesor y aprender de mis alumnas, alumnos y alumnes. Creo que el periodismo es una potente herramienta de paz y esperanza.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Quizás también te interese leer